De aquí a fin de año, las prepagas necesitarían un ajuste en
las cuotas del 25%, por el retraso acumulado más el aumento de la segunda cuota
salarial del personal de sanidad. Y que el Estado afronte el financiamiento de
las nuevas coberturas médicas como la fertilización asistida, obesidad o
celíacos.
Así sostiene Hugo Magonza, titular de ACAMI (Asociación
Civil de Actividades Médicas Integradas) y de la prepaga del CEMIC.
Los costos y el financiamiento de la salud fueron dos de los
temas centrales del XVI Congreso Argentino de Salud que se desarrolló ayer en
San Carlos de Bariloche. Según Magonza, “a nivel mundial, los gastos en salud
crecen dos o tres puntos por encima de la inflación.
En el caso argentino se agrega la sanción de leyes que
ampliaron las coberturas sin fijar su financiamiento.
Para la medicina privada, esto significa que debe asumir
esos mayores costos transfiriendo la mayor carga entre sus afiliados. Sin
embargo, al mismo tiempo el Gobierno – porque el sector está regulado– no
autoriza el incremento de las cuotas y cuando lo hace es con demoras y en
porcentajes menores a la incidencia real de los mayores costos”.
La resultante, prosiguió Magonza, es que “se desfinancia al
sistema tanto prepago como de obras sociales que tienen un financiamiento
genuino que recae por entero en el bolsillo de los beneficiarios o a través de
la Seguridad Social que administra no dineros públicos sino fondos privados de
naturaleza obligatoria”.
Entonces, según Magonza, “sin negar lo razonable y lo
importante que la población esté cubierta contra esas patologías, es
fundamental que el Estado asuma los costos de las leyes que se dictan. De lo
contrario el sistema se va a degradar….” ¿Qué es degradar?, le preguntó Clarín
a Magonza La gente va a empezar a tener menor calidad en los servicios. Por
ejemplo, en el caso de internaciones, en lugar de tener habitaciones
individuales van a tener habitaciones compartidas o se va a demorar el
otorgamiento de turnos médicos.
El titular de la ACAMI explicó que los costos salariales y
los honorarios médicos inciden en un 65 por ciento en la estructura de costos
del sistema por tratarse de un servicio donde los recursos humanos – médicos,
enfermeras y otros profesionales– son vitales para la atención de los
pacientes.El resto son costos vinculados al equipamiento médico, insumos y las
paritarias de otros gremios, como lavaderos, vigilancia o alimentación. Por
eso, con cada renovacion paritaria, el impacto sobre los costos es directo.
Fuente: Diario Clarín