miércoles, 11 de septiembre de 2013

Nueva publicación de la OPS advierte sobre la marginación que afrontan las personas trans

Nueva publicación de la OPS
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En América Latina y el Caribe, la población trans padece altos niveles de exposición a violencia, al VIH, problemas de salud mental y reproductiva, entre otros. El documento brinda varias recomendaciones a los gobiernos, como emprender reformas legales y realizar campañas para reducir el estigma. También ofrece datos de Argentina.

Pese a los avances que registró la región, las personas trans aún constituyen una población marginada, con considerables preocupaciones y problemas de salud, además de un acceso muy limitado a servicios competentes de prevención y atención de salud, según advierte la nueva publicación “Por la salud de las personas trans. Elementos para el desarrollo de la atención integral de personas trans y sus comunidades en Latinoamérica y el Caribe”, elaborada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el apoyo de organismos internacionales y entidades de la sociedad civil.

En la publicación, la OPS recomienda a los gobiernos emprender revisiones y reformas legales que garanticen el acceso a la salud y protección de la vida de las personas trans, capacitar al personal del sistema legal en el tema, realizar campañas para reducir el estigma, asegurar que los servicios de salud sean accesibles a las personas trans y crear mecanismos para que los documentos de identidad reflejen adecuadamente la identidad de género, entre otros. Argentina sancionó el año pasado una ley que reconoce este derecho. El texto, que contó con la participación de la Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans, también brinda recomendaciones para decisores, responsables de servicios de salud, agentes sanitarios, organizaciones de base y asociaciones profesionales, entre otros.


El documento advierte que en Argentina existe una tasa de prevalencia de VIH del 34% entre las personas trans, de acuerdo con un estudio diseñado con la participación de la Asociación Argentina de Personas Transgénero. En otra investigación se detectó que el 28% de 105 consultantes trans de un sitio que efectúa pruebas del VIH en Buenos Aires dieron positivo para el VIH, en comparación con un 6% entre las personas consultantes no-trans. El bajo nivel educativo, el uso de alcohol y otras sustancias, así como una historia de infecciones de transmisión sexual y el trabajo sexual fueron significativamente más frecuentes entre las personas consultantes trans.

Los estudios realizados en Argentina también demostraron que son comunes en las personas trans el uso de hormonas (61%) y las inyecciones de rellenos de tejido blando (82%), como siliconas, según recoge la publicación. Se observa además una alta proporción (64,4%) de personas trans sin ningún tipo de educación superior y la privación de libertad, ya sea como resultado de una detención o una sentencia, se perfila como una experiencia común. Un análisis entre las personas trans de Argentina encontró, por ejemplo, que 89,7 por ciento de las personas participantes habían sido detenidas en el pasado.

La situación de marginación se extiende a nivel global. De acuerdo con un análisis realizado por el Proyecto de Monitoreo de Asesinato Trans, 755 personas trans fueron víctimas de homicidios en el mundo entre enero de 2008 y noviembre de 2011. De estos casos registrados, el 80 por ciento se produjo en Latinoamérica. De todas formas, las diferencias estadísticas con otras regiones pueden reflejar el hecho de que en la región se tome a las personas trans como una categoría específica, a diferencia de otras zonas del mundo. Sin embargo, la publicación sostiene que es de esperarse que las tasas reales de violencia se extiendan mucho más allá del número de casos registrados. La publicación contó con el apoyo de la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) y la colaboración técnica de la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Trans (WPATH, por sus siglas en inglés).

En síntesis, los principales problemas de salud documentados hasta la fecha incluyen: 
  • Altos niveles de exposición a violencia verbal, emocional y física, incluyendo ataques fatales (crímenes de odio);
  • Alta tasa de prevalencia de VIH y otras infecciones de transmisión sexual;
  • Alto consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas;
  • Efectos negativos de hormonas auto-administradas, inyecciones de relleno de tejidos blandos y otras formas de modificaciones corporales, incluyendo complicaciones por malas intervenciones de reasignación de sexo;
  • Problemas de salud reproductiva
Fuente: Organización Panamericana de la Salud