martes, 19 de agosto de 2014

Mendoza está a un paso de adherir a ley para reducir el consumo de sal

Es porque los niveles de ingesta duplican la cantidad diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud. En el país es de 10 a 12 gramos por día.

Mendoza está a un paso de adherir a la ley nacional que busca reducir el consumo de sodio en la población. Según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, en Argentina se consumen entre 10 y 12 gramos por día de sal por persona, más del doble de los valores aconsejados por la Organización Mundial de la Salud, que recomienda no superar los 5 gramos por día.

La Cámara de Senadores aprobó un proyecto del senador y médico Eduardo Giner (UCR) para adherir a la ley Nº26.905. Esta norma plantea la reducción progresiva de la sal contenida en los alimentos procesados hasta alcanzar los valores máximos establecidos para cada grupo alimentario por el Ministerio de Salud de la Nación, regula la colocación de advertencias en los envases sobre los riesgos del consumo en exceso de sal, promueve la eliminación de los saleros en las mesas de los locales gastronómicos, fija en 500 miligramos el tamaño máximo para los envases en los que se venda sal y establece sanciones a los infractores. No es la primera vez que la Legislatura intenta dar herramientas para reducir el consumo de sal y así disminuir el impacto de las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión.

En setiembre de 2012, la diputada María Lemos (UCR) presentó un proyecto de ley que obliga a los espacios gastronómicos a ofrecer a sus clientes sal libre de sodio. La iniciativa se inspiró en una ordenanza que rige desde  2011 en Luján, la cual exige, además, que los locales informen a través de carteles de la existencia de esta alternativa a la sal común de mesa.

La idea de Lemos se encuentra, desde entonces, en la Comisión de Salud Pública, ya que se acumuló a otra propuesta presentada por la misma época por su colega José Muñoz (PJ), la cual establecía que en los establecimientos gastronómicos los saleros no debían estar a la vista  de los clientes, al tiempo que los obligaba a poseer sal con bajo contenido de sodio a disposición del público y a colocar en sus cartas de menúes, en forma visible y con letra clara, la leyenda “El exceso de sal en las comidas es perjudicial para la salud”.

Iniciativas oficiales

Desde distintos organismos del Poder Ejecutivo también se han motorizado iniciativas para reducir el consumo de sodio.

Por mencionar un par de ejemplos, en abril último el Ministerio de Salud certificó que veinticuatro panaderías de Mendoza ya implementaron la producción de panificados con menos cantidad de sal. Estos comercios,  ubicados en Ciudad, Guaymallén, Las Heras, Godoy Cruz, Maipú y San Martín, redujeron en 25% la cantidad de este ingrediente para preparar algunos de sus panificados.

El dato no es menor si se tiene en cuenta que la mencionada encuesta estimó que el 60% de la sal que consume una persona por día proviene de alimentos procesados, en especial los panificados, las sopas, los productos cárnicos, los quesos, los aderezos y los snacks.

Por otra parte, al detectar que el 30% de sus afiliados son hipertensos, la OSEP lanzó “Sal menos, sal más”, una campaña de prevención destinada a concientizar sobre las consecuencias nocivas y algunas veces  irreparables que provoca tener la presión arterial alta.

Médicos clínicos y cardiólogos sugieren, a partir de la medición de la tensión arterial, la realización de controles de rutina, al tiempo que aconsejan la reducción de la sal en las comidas y la práctica de ejercicios físicos.

Menos sal

Hipertensión

Es la fuerza ejercida contra las paredes
de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo. Hipertensión es un término empleado para describir la presión arterial alta.
Tensión normal: 120/80mmHg
Hipertensión: 140/90mmHg
Prehipertensión: entre 120/80 y 140/90mmHg

Factores de riesgo

- Exceso de sal en la dieta
- Antecedentes familiares
- Sobrepeso u obesidad
- Ingesta excesiva de alcohol
- Sedentarismo

1.000 millones de personas en todo el mundo padecen hipertensión arterial, lo cual la convierte en la enfermedad crónica más frecuente.
 20 millones de ellas podrían morir en 2015 por enfermedades cardiovasculares, como infartos y ataques cerebrovasculares.

¿Cómo reducir el consumo?

- Condimentar con especias y hierbas aromáticas como el orégano, la salvia o el romero.
- Preferir la cocción a la parrilla, a la plancha, el grillado o al vapor en vez del hervido.
- Combinar carnes con salsas a base de jugos de frutas. Lo agridulce desvía la atención por lo salado.
- Cocinar sin sal y agregarla a los alimentos una vez finalizada la cocción.
- Si la sal es modificada, agregarla al final de la cocción.
- Sacar el salero de la mesa.
- Evitar productos congelados y precocidos.
- Preferir los quesos blandos, descremados y con poca maduración.
- Aliñar los vegetales con vinagre o con jugo de limón.
- Evitar verduras y legumbres enlatadas.
- Preferir pescados, mariscos y carnes envasados en aceite. Si son al natural, conviene lavarlos con agua corriente al sacarlos de la lata.
- Reducir o evitar el consumo de fiambres, embutidos, encurtidos, aceitunas, pickles, salsas y aderezos, cereales y harinas de cocción rápida o instantánea y cubitos de caldo.

Fuente: Diario Uno