miércoles, 3 de diciembre de 2014

El 10 % de la población sufre alguna discapacidad

En el país suman el 12,9 y en la Provincia, el 10%. Qué se hizo y qué falta para una mayor inclusión. 

CUARTOS OSCUROS ACCESIBLES, UN AVANCE PARA PERSONAS CON MOVILIDAD REDUCIDA El 12,9 por ciento de la población total de la Argentina (5.114.190 personas) tiene alguna dificultad o limitación permanente y, dentro de la Población Económicamente Activa (PEA) de este grupo, están ocupadas el 44,6 por ciento de las personas, mientras que el 45,3 por ciento recibe algún tipo de beneficio de jubilación o pensión por parte del Estado, según las estadísticas oficiales difundidas con motivo de recordarse hoy el Día Mundial de la Discapacidad. 

La mayor parte de estas personas (3.476.276) declaró tener una sola dificultad, y dentro de este total, casi el 60 por ciento acusó una dificultad visual, mientras que el 24 por ciento consignó limitaciones motoras (inferiores y superiores), el 8 por ciento dificultades auditivas y otro 8 por ciento limitaciones cognitivas. 

En lo que hace a la provincia de Buenos Aires, se estima que el 10 por ciento de los habitantes convive con algún tipo de discapacidad, principalmente motora y mental, según datos del ministerio de Salud bonaerense. 

Las estadísticas del Programa Provincial de Rehabilitación determinan que de los certificados de discapacidad ya extendidos -más de 188.000- el 37 por ciento corresponde a discapacidades motoras; el 36 por ciento a situaciones derivadas de problemas mentales; el 11 por ciento a discapacidades viscerales; el 10 por ciento a limitaciones auditivas y el 6 por ciento a problemas visuales. Y según el mismo organismo, 3 de cada 10 certificados pertenecen a niños y adolescentes. 

Avances y retrocesos

La información estadística sobre las condiciones de vida de las personas con dificultades o limitaciones permanentes -señalaron autoridades sanitarias- es una herramienta fundamental a la hora de la planificación de políticas sociales, que permitan una plena realización de la personas con discapacidad y de esta manera, una integración armoniosa a la sociedad, que posibilite la superación de las barreras que enfrentan en el día a día, cada uno de ellos”. 

En este marco, especialistas destacaron que en los últimos años en el país se lograron avances tanto en materia de legislación como de otras políticas públicas sobre discapacidad, que ahora privilegian “un enfoque de derechos”, pero que no se ha avanzado tanto en lo judicial, pues aún persisten problemas de accesibilidad a la Justicia y a muchos fallos “les falta adecuarse a lo normado por la Convención”. 

La titular de la Conadis, -el organismo que promueve prácticas que garanticen el respeto y cumplimiento de los derechos de las personas con Discapacidad- Silvia Bersanelli, señaló que “se han logrado avances en materia legislativa, pero no tanto en materia judicial. Por ejemplo necesitamos que la Justicia se adecue a lo normado por la Convención tanto en el reconocimiento de la capacidad jurídica (en el caso de las personas con discapacidad mental) -que pone en cuestión la curatela y a la insania e implica brindarles apoyo en función de sus necesidades-, como en la accesibilidad a la propia institución, no sólo desde lo físico y arquitectónico, sino también desde lo comunicacional”. 

En cuanto a las últimas leyes que implican un paso adelante para la inclusión de las personas con discapacidad, se mencionó la ley de páginas web accesibles, la ley que obliga a las líneas aéreas a tener cartillas de seguridad en Braille, el artículo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que exige a estos medios hacer accesibles sus contenidos incluyendo el subtitulado oculto, lenguaje de señas y audio descripción. 

Una de las aspiraciones de quienes trabajan en favor de las personas con discapacidad, es la promoción del denominado “diseño universal”, como se conoce al desarrollo de productos y entornos de fácil acceso para el mayor número de personas posible, rompiendo con la lógica separatista tanto en materia de construcción, como de transporte o comunicación. 

En el caso de la arquitectura, los beneficios del diseño universal no son sólo para las personas con alguna discapacidad motora o sensorial sino para todas las personas con movilidad o comunicación reducida.

Fuente: Diario El Día