El ex Ministro de Salud, González García, repasó los orígenes del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, sus avances y desafíos.

"No hay mejor Programa para la prevención de aborto que
el de salud sexual y reproductiva", fue una de las definiciones del hombre
que convirtió "un derecho básico de las y los argentinos, de la diversidad
y de toda la sociedad, en una política de Estado".
En una charla con Télam en su oficina de la universidad
ISalud que fundó y del cual es rector honorario, González García, retirado de
la función pública, repasó los orígenes del Programa, sus avances y desafíos.
Si bien mostró su preocupación por los despidos actuales en
el área, confió "en la masa crítica que lo va a sostener, que es lo que
hace que las sociedades sigan siendo democráticas, más allá del gobierno que
tengan".
El profesional valoró que sea Silvia Oizerovich, médica
ginecóloga que coordinó el organismo de salud sexual y reproductiva en la
Ciudad de Buenos Aires, quien esté ahora a cargo de conducir el PSSyPR en la
gestión actual que comanda el ministro Jorge Lemus.
"Es una médica que conoce el tema, que viene del medio.
Es más, fue parte del Consejo Consultivo del Programa en mi gestión, junto a
otras profesionales muy reconocidas como Diana Galimberti, Mariana Romero, Ana
Suppa y otras".
González García, que ocupó el Ministerio de Salud entre los
años 2002 y 2007 durante las presidencias de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner,
consideró que estos dispositivos estatales "son siempre necesarios por
ética social, y en un marco de restricción económico es cuando más hay que
cuidar que funcione como un reloj".
Ésto, porque "se trata de una política pública que
iguala a las mujeres pobres con las que no lo son. Estamos en una situación en
el país donde no hay igualdad de derechos económicos. El propio presidente
(Mauricio Macri) ha hablado de la inflación y lo que implica".
"En las personas pobres, la desigualdad económica
impacta primero en el acceso a los alimentos y después en el acceso a
medicamentos, entre ellos, los que garantiza gratuitamente el Programa",
analizó.
"Entonces, si la provisión gratuita no está garantizada
no sólo se perjudica al Programa, también se perjudica una política de Estado
que garantiza la igualdad de derecho", añadió.
Actualmente, el PSSyPR entrega gratuitamente distintos tipos
de anticonceptivos, insumos para tratamientos de fertilidad y hormonales para
las personas trans.
No duda el ex ministro en mostrar su preocupación ante las
denuncias gremiales y de organizaciones sociales de que el organismo sanitario
no se sostenga en las condiciones que lo viene haciendo desde su creación en
2003.
Interpretó que "como ha pasado en la historia
argentina, cuando un derecho social es muy bien valorado, no se suele
destruirlo de frente. Nadie va a derogar la ley o decir que se terminó el
Programa, pero hay formas de desvalorizarlo por inanición, con falta de insumos
o de compras oportunas; se devalúa, pierde identidad y valor. No se si está
pasando ahora, pero debo reconocer que me preocupa".
Mientras fue ministro, recibió ataques de algunos
profesionales, religiosos y organizaciones que se oponían al derecho a la salud
sexual y reproductiva.
El médico recordó esos días con una sonrisa "porque
estaba y estuve muy convencido de lo que hacía. Mi pregunta a quienes se oponen
es: ¿Por qué predican que el Estado no entregue insumos que garantizan este
derecho y jamás van a predicar a las farmacias para que no los vendan?".
El dispositivo comenzó a funcionar un año después de
aprobada la ley que lo creó y fue pionero en la región y tomado como modelo por
otros países.
"Este Programa ha pasado por varias gestiones y
presidencias. Confío en que va a continuar, sobre todo en el contexto actual.
Si no, la grieta se profundiza", consideró el médico.
González García, en medio de anécdotas, valoró la tarea de
Valeria Islas, que estuvo al frente del organismo en su gestión y “el apoyo de
tantas organizaciones que hicieron posible y sostuvieron esta política pública.
Pienso en las mamás de niñas violadas y embarazadas, de las que aprendí
mucho".
Es conocida su postura a favor del aborto legal, lo que le
trajo no pocos dolores de cabeza, pero que siempre sostuvo: "Hicimos el
protocolo de atención de abortos no punibles. Luego la Corte fijó su postura
dejando en claro que no hay que judicializar la práctica cuando la mujer la solicita
cuando es violada", recordó.
El desafío, consideró, "es que todo esto se cumpla, que
se federalice, que los insumos lleguen a todos lados. Luchar contra el embarazo
no deseado es luchar contra el aborto ilegal, causante de muerte, dolor,
traumas...si no funciona el Programa se generaliza el aborto en los lugares mas
oscuro, con las consecuencias mas siniestras y eso es malo para toda la
sociedad".
El PSSyPR implica además cumplir con las leyes de
anticoncepción quirúrgica, fertilidad, identidad de género, protección contra
las violencia de género, y beneficia a casi 4 millones de personas.
Fuente: Télam