viernes, 26 de agosto de 2016

Piden que la ANMAT realice controles en lugares donde se hacen tatuajes y piercings

Es una iniciativa presentada en el Concejo Deliberante de Bahía Blanca. La idea es que la agencia reguladora controles los esterilizadores y todos los aspectos sanitarios de los locales. El proyecto recuerda que los desechos de esta actividad son considerados por una ley provincial “residuos patógenos” y necesitan un tratamiento especial.   

Resultado de imagen para tatuajes y piercingsCon sólo caminar por algunas calles emblemáticas de Capital Federal, donde proliferan los locales, podemos advertir que la realización de tatuajes y la colocación de piercings crecieron notablemente en los últimos años. Ante esto, a nivel nacional se intentó controlar la actividad, y en varias provincias los menores deben llevar una autorización del padre, por ejemplo, para hacerse cualquiera de los dos procedimientos. Pero esto no alcanza a la hora de garantizar que el paso por esta práctica sea saludable. Por eso, un distrito buscará que las autoridades de salud sean las encargadas de inspeccionar los lugares, para garantizar que se cumplan los requisitos sanitarios. Hoy, la mayoría de los municipios dejan la inspección a cargo de las direcciones comerciales.

La idea del control sanitario de los locales de tatuajes y de piercings nació en Bahía Blanca, donde el concejal Maximiliano Núñez Fariña (Frente Para la Victoria) presentó ayer un proyecto en el Concejo deliberante local para modificar la ordenanza que regula la actividad de tatuadores y colocadores. La idea, que sea la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) parte de estos controles, y así se eviten problemas en la salud de los clientes y además se garanticen las condiciones de sanidad en el lugar, así como el manejo correcto de los elementos de trabajo.

El concejal bahiense recordó que “los desechos producidos por esas prácticas en las casas de tatuajes y colocación de piercings o anillado son considerados residuos patogénicos y por lo tanto deben tener el mismo tratamiento, manipulación, transporte y disposición final que exige la ley Nº 11.347 de la Provincia de Buenos Aires”. Sin embargo, aclaró que los residuos de esas actividades terminan teniendo el tratamiento de uno común porque no están contemplados por la ordenanza local 14.052. “Tampoco hay control de la ANMAT en cuanto a las esterilizadoras, ni existen controles de la comuna sobre si se puede fumar o beber dentro de estos locales”, explicó Núñez Fariña.

Entre las nuevas exigencias se propone que los responsables de tatuar o hacer perforaciones utilicen “una bata limpia tipo médica o prenda quirúrgica de vestir descartable durante el proceso”. “Todo esto se hace para garantizar la seguridad en higiene de quienes deciden hacerse modificaciones en sus cuerpos”, expresó el concejal. Además se pretende exigir que los locales tengan fácil acceso al público y uso exclusivo para dicha actividad, una sala de espera y un gabinete de 12 metros cuadrados como mínimo, al que solo podrá acceder el tatuador y su cliente.

En caso de que el Concejo Deliberante apruebe el proyecto, los tatuadores tendrán un plazo de 180 días corridos para adecuarse. Entre otros detalles, también se exigirá la colocación de un cartel que advierta sobre las formas de transmisión y prevención del sida y hepatitis B. “El material que no pueda ser descartado en un solo uso deberá ser esterilizado según las normas que regulan la materia. Los equipos de esterilización serán controlados según los parámetros estipulados por la ANMAT”, concluyó el proyecto presentado.

Fuente: Mirada Profesional