El Instituto para la Evaluación y Medición en Salud, el
Banco Mundial y The Lancet presentan este viernes en Washington el Estudio 2015
sobre Carga Global de Enfermedad. El aumento de la esperanza de vida se ve
amenazado por estilos de vida, enfermedades no transmisibles y adicciones.
Según el Estudio 2015 sobre Carga Global de Enfermedad, que
se presenta este viernes en Washington, las muertes por cualquier causa
aumentaron un 4,1 por ciento en el mundo entre 2005 y 2015, mientras que la
tasa de mortalidad ajustada a edad por 100.000 habitantes se redujo un 17 por
ciento.
Los datos, que se publican en The Lancet y que han sido
desarrollados por esta reviosta y por el Instituto para la Evaluación y
Medición en Salud, señalan que, de forma global, entre 1980 y 2015 la esperanza
de vida se elevó 10 años en el mundo, pasando de los 62 a los 72 años.
Destacan las reducciones en muertes infantiles (-29 por
ciento), un porcentaje que asciende hasta el 52 por ciento en menores de 5
años.
En enfermedades infecciosas, las muertes por VIH
descendieron entre 1990 y 2015 un 42 por ciento; por malaria, descendieron un
43 por ciento; por complicaciones preteérmino, un 30 por ciento, y por
enfermedades de la madre, un 29 por ciento.
La hipertensión fue el año pasado el principal factor de
riesgo, ya que se relacionó con una pérdida global de la salud del 9 por
ciento. El tabaco (6,3 por ciento), los niveles altos de azúcar (6,1 por
ciento) y el índice de masa corporal (obesidad), con un 5 por ciento, se
colocaron segundo, tercero y cuarto en la lista de factores de riesgo más
dañinos para la salud.
En el estudio han colaborado más de 1.800 investigadores de
más de 120 países.
Fuente: Diario Médico