El alto tribunal negó la tutela a un hombre de 91 años que reclamaba
una muerte digna tras sentirse abandonado. En algunos países, como Bélgica, los
problemas psiquiátricos son razones válidas para solicitar esta acción.
Después de que a la Corte Constitucional llegará una tutela
instaurada por un hombre de 91 años contra el Hospital Universitario de Popayán
y la Nueva EPS, en la que pedía que se le realizara la eutanasia debido a que
estaba sufriendo una fuerte depresión, el alto tribunal tomó la decisión de no
declararla procedente.
Tras tener un accidente que lo dejó un tiempo en la cama y
por el que se encontraba fuertemente deprimido,
Reinaldo Anacona Gómez solicitó que se le permitiera morir dignamente.
Sin embargo, en el fallo emitido por la Corte advierte que la eutanasia sólo es
procedente para las personas que tienen una enfermedad terminal que les produce
dolores insoportables, por lo que no están teniendo una vida digna.
Igualmente, según informó La FM, el alto tribunal también
tuvo en cuenta el concepto del médico psiquiatra, Andrés José Dulcey Cepeda,
cuyo informe indicaba que Anacona no tenía una enfermedad terminal “sino otras
afecciones como vértigo de Menniere e hipertensión arterial”.
Cabe señalar que la eutanasia por depresión es un debate que
ya se ha tenido en otros lugares del mundo. El caso de una joven Belga, por ejemplo, se volvió icónico. En el 2015 y
a sus 24 años la mujer solicitó la eutanasia debido a que, desde que tenía seis
años, estaba deprimida y tenía pensamientos suicidas.
“La muerte se me
presenta no como una opción. Si tuviera que elegir, elegiría una vida
soportable. Pero lo he hecho todo y no he tenido éxito”, le dijo alguna vez a
CNN. Razón por la que, finalmente, se le aplicó la eutanasia.
De hecho, un estudio
publicado en BMJ Journals encontró que de 100 pacientes que habían solicitado
la eutanasia en Bélgica por motivos psiquiátricos, 35 casos fueron autorizados.
“La mayoría de los pacientes padecían enfermedades mentales crónicas graves con
antecedentes de tentativas de suicidio y hospitalizaciones psiquiátricas;
alrededor de 52% tenían trastornos relacionados con la personalidad; 56%
describían aislamiento social y soledad”, indica la investigación.
Por ahora, lo cierto en Colombia es que la eutanasia por
depresión es una discusión a la que le queda mucho camino, y respecto a la cual
la Corte ya dio un precedente.
Fuente: El Espectador