Además de los casos complejos que estudian a distancia en
hospitales, crecen las consultas virtuales por problemas cotidianos.
"La tecnología se metió en las relaciones entre las
personas. Se metió en cómo se conocen, cómo se enamoran, o cómo se casan. Así
que la medicina no iba a ser una excepción a eso". Quien lo asume es la
cardióloga Florencia Rolandi. Tras una carrera que incluyó al hospital Italiano
y la Fundación Cardiológica Argentina, ahora se volcó a la “mHealth” (salud
móvil) y asesora a la Secretaría de Gobierno Digital del Ministerio de
Modernización.
El de Rolandi es un caso testigo. Cada vez más médicos e
instituciones de salud recurren a la telemedicina, es decir, al uso de
tecnología para atender a sus pacientes a la distancia. No es futurología, ni
ciencia ficción. Hoy, más profesionales están disponibles a través de sitios
web, mails, chats de WhatsApp, videollamadas y aplicaciones para celulares. Ni
más ni menos que lo que todos usamos, a diario, para hablar con familiares o
amigos.
La medicina móvil no se utiliza ya sólo para tratar a la
distancia temas de salud complejos, sino para resolver consultas cotidianas.
Por ejemplo, la empresa de servicios de emergencia Vittal la considera
especialmente útil para el otoño, cuando aumenta el riesgo de sufrir gripe
estacional: promueve que sus pacientes hagan una consulta "virtual"
antes que ir a la clínica ante síntomas como tos, dolor de cabeza, malestares
gastrointestinales, golpes y reacciones alérgicas-. “Cada vez existe una mayor
conciencia mundial en torno a los beneficios de la telemedicina para minimizar
los riesgos de contagio en las guardias, especialmente cuando se trata de
enfermedades de tan fácil propagación como las patologías respiratorias”, sostiene
la directora médica, María Valeria El Haj.
Esta empresa ofrece el servicio de telemedicina desde mayo
de 2017 y ya tiene más de 3.500 descargas en dispositivos electrónicos y unos
600 registros por web. Las consultas se realizan mediante una videollamada
desde cualquier lugar en horarios extendidos, incluso los fines de semana.
También se puede obtener una receta online para retirar el medicamento indicado
directamente en la farmacia.
Pionero, el hospital Garrahan lleva 21 años trabajando en
telesalud. En 1997 puso en marcha su Oficina de Comunicación a Distancia (OCD)
y, en ese momento, respondía consultas por telefax. Luego fueron por mail y
desde 2016 las resuelven a través de una plataforma especial. En los últimos
cuatro años crecieron los programas online como TeleUCI (Cuidados Intensivos),
TeleNeo, Teledermatología, TeleCardio y Endoscopía Respiratoria, entre otros.
El hospital universitario Austral tiene una unidad
pediátrica móvil --con servicios directos y remotos-- y teleconsultas para
pacientes internacionales. Otro proyecto es la planificación quirúrgica
virtual. “Es más reciente, aunque muy innovadora”, dice Gastón Gabin, director
de innovación y gestión del cambio. Consiste en la evaluación de un paciente de
forma remota. Se diseña y construye un escenario virtual de su futura cirugía.
Se imprimen la parte del cuerpo a tratar y las herramientas a utilizar.
Finalmente, se ejecuta la cirugía habiendo ajustado todo el proceso de manera
virtual.
Los servicios remotos representan todavía menos del 5% de
las consultas del Austral (el hospital atiende en total unas 70.000 por mes
entre consultorios y emergencias), pero el volumen viene creciendo. "La
adopción de las nuevas tecnologías va aumentando. Entendemos que es un proceso
lento, pero visualizamos un crecimiento sostenido en los próximos años”,
analiza Gabin. Y continúa: “Estamos convencidos que los servicios remotos serán
una de las principales vías de atención de la población”.
Si ese pronóstico se cumple, ¿ir a un hospital estará en
vías de extinción? "De todos los cambios tecnológicos que tienen que ver
con la medicina, lo más difícil de adaptarse es cómo está cambiando la relación
médico/paciente. Porque mientras la tecnología se metió en instrumentos no hubo
problemas. Pero ahora se metió en las relaciones entre las personas",
analiza Rolandi.
Gabin cuenta que, para evitar esas interferencias, en el
Austral existe un protocolo para que el paciente se sienta respetado en su consulta
online: por ejemplo, las salas de telemedicina tienen tonos cálidos (no puede
ser una pared negra), una decoración adecuada, la cámara se coloca a la
distancia precisa para que se vean bien los gestos y se verifica la calidad del
micrófono para que se escuche clara la voz, la distancia de la cámara para que
se vean bien los gestos. "Los pacientes que van a una guardia, por ejemplo
con un dolor de garganta, buscan que los atiendan rápido. Y los jóvenes están
más acostumbrados a tener transacciones de todo tipo a través de la
pantalla", agrega.
"La telemedicina no puede expulsar, ni ser una barrera,
para los pacientes que quieren ver a los médicos. Eso no debería ocurrir. Pero
sí puede ser una herramienta para hacer consultas oportunas", sostiene
Rolandi. "Si vos construiste una relación de médico a paciente y podés
complementarla con estrategias no presenciales, para mí suma", concluye la
cardióloga.
La primera app de una sociedad médica
La psoriasis es una patología que afecta a unos 800.000
argentinos. Se expresa en la piel, pero tiene su origen en el sistema inmune,
por eso su tratamiento es complejo. Y más lo es el acceso de los pacientes a
esa medicación.
Para facilitar el diagnóstico, la indicación terapéutica y
también el acceso, un grupo de expertos está llevando adelante un desarrollo en
telemedicina inédito en la región: la primera aplicación para una enfermedad
avalada por una sociedad médica.
La iniciativa surgió de la Sociedad Argentina de
Dermatología (SAD), que desde hace varios meses viene trabajando con Cognitiva,
empresa socia de IBM que se encarga de comercializar Watson, la primera
plataforma de computación cognitiva abierta.
“Watson no es un software, no es un programa. Es un conjunto
de capacidades. Es como los Lego: vos podés usar las mismas piezas para armar
distintas cosas”, empieza explicando Javier Divinsky, médico y director de de
la unidad de negocios de Salud de Cognitiva.
Ese conjunto de capacidades se “entrena” para obtener
resultados: progrmadores, ingenieros, físicos y hasta lingüistas lo van
“formando” para distintas aplicaciones que pueden ir de la banca al retail o a
la medicina, como en este caso.
Lo que se está haciendo con la SAD es una app que los
médicos dermatólogos podrán descargarse gratis en sus teléfonos. A ella podrán
subir la historia clínica del paciente y fotos de las lesiones, y Watson le
devolverá el diagnóstico y la indicación de tratamiento. ¿Cómo obtiene esa
información?En base a todos los estudios e información médica validada que le
aportó un panel de expertos de la SAD.
Según Alberto Lavieri, presidente del Grupo de Psoriasis de
la entidad, las ventajas de una herramienta de este tipo son múltiples. La
primera, cree, ayudará a combatir las dificultades de los pacientes para
acceder a los tratamientos, que muchas veces son costosos y obras sociales y
prepagas les niegan la cobertura. “Watson está basado en la evidencia. El
médico lucha permanentemente con lo que debe hacer y lo que le permiten hacer.
Acá, la responsabilidad está en una herramienta independiente instruida por una
sociedad científica. Si avala el tratamiento que el médico prescribe, el
financiador no va a tener argumento para negarlo”, dice.
¿Afectará al ego del médico que una app le diga qué
tratamiento dar? “No: el médico va a poder dialogar con Watson --asegura
Lavieri--. Le sirve incluso a un médico entrenado porque vas a estar
‘charlando’ no con uno sino con decena de pares. Es hacer un ateneo en un
instante”.
Divinsky dice que sólo hay antecedentes similares con
herramientas para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer en Estados Unidos.
Y que ya otras sociedades médicas argentinas se enteraron del proyecto y
quieren desarrollar el suyo. La app de la SAD estaría lista en unos tres meses.
¿Cuánto cuesta entrenar a Watson? Depende de las capacidades
que se le quieren enseñar. Un desarrollo como éste puede rondar los 200.000
dólares.
“Watson calcula porcentaje de certeza. Le mostrás una pera y
una retina y lo entrenás hasta que reconozca la retina. Después le mostrás una
sana y una enferma. Una vez que identifica la enferma, lo hacés identificar los
distintos tipos. Llega hasta dónde vos lo quieras hacer llegar”, explica
Divinsky. Y detalla que la herramienta puede leer en segundos un estudio
clínico que a un humano le llevaría una hora. Otra ventaja para ayudar a la
formación de los médicos.
Un caso de éxito según Harvard
En Argentina mueren 20 mujeres por día por cáncer de mama.
Si la enfermedad se diagnostica a tiempo, se pueden prevenir el 90% de los
casos. Pero las posibilidades no son iguales para todas. Sólo la mitad de los
mamógrafos del país están en el interior, y en su mayoría son analógicos, es
decir, antiguos. Y muchas provincias, principalmente las del Norte, tienen
escasos especialistas en diagnóstico mamario.
Para tratar de revertir esta situación, la Fundación Telmed
creó el sistema Mamotest. Permite a mujeres que se encuentran en zonas rurales
de difícil acceso poder obtener un diagnóstico mamario de alta calidad.
Las pacientes tienen que acercarse a uno de los seis centros
ubicados en Misiones (Posadas), Corrientes (Capital, Bella Vista y Curuzú
Cuatiá), Chaco (Saenz Peña) y Jujuy (San Salvador de Jujuy). Además, tienen
previsto abrir tres más, dos de ellos en Brasil y México.
En estos centros realizan mamografías 3D y digitales directas,
ecografías mamarias, biopsias, compresión focalizada y proyecciones especiales
con magnificación. Una vez terminados los estudios, los envían por Internet a
una red compuesta por médicos especializados que están en distintos puntos de
Argentina y en el extranjero. A través de esta plataforma de telemedicina, se
obtiene un diagnóstico en menos de 24 horas.
"Somos la primera red de telemamografía en
Latinoamérica", dice a Clarín Natali Kliksberg, directora de la Fundación
Telmed. Agrega que ya atendieron a 500.000 mujeres, hicieron 10 campañas de
concientización y donaron 10.000 mamografías.
El proyecto fue premiado en la primera edición de Samsung
Innova por generar cambios positivos en la sociedad. También fue seleccionado
por la Harvard Business School como "Global Partner 2018" al ser
identificada como un caso de éxito en Latinoamérica. En mayo, esta prestigiosa
universidad estadounidense le enviará a Telmed un grupo de expertos para
optimizar su modelo de trabajo y generar mayor impacto social en la región.
El Garrahan, un hospital pionero
El Hospital de Pediatría Garrahan tiene más de 270 Oficinas
de Comunicación a Distancia (OCDs) en centros asistenciales de diferentes
provincias, para que los chicos puedan acceder a servicios de salud de calidad
sin importar el lugar en donde vivan.
Y sin tener que moverse. En 2017, el 97% de las consultas se
resolvieron sin necesidad de derivación. Es decir, que los pacientes y sus
familias no tuvieron que trasladarse a la ciudad de Buenos Aires, evitando
pérdida de días de clases, de trabajo en el caso de los padres, desarraigo y
gastos innecesarios.
¿Cómo se organiza esta red? Imaginemos que un paciente va a
un hospital público cercano a su casa. Pero en ese lugar necesitan una segunda
opinión, o hacer una consulta sobre una especialidad que ahí no existe, o
realizar un estudio que requiere de mayor tecnología que la disponible. En esos
casos, pueden consultar a distancia con los hospitales que forman parte de la
red.
A su vez, el paciente que ya fue atendido lejos de su hogar,
gracias a la telemedicina puede realizar el seguimiento de su tratamiento sin
tener que hacer viajes innecesarios. Por otra parte, en los casos en que las
consultas no pueden resolverse a distancia y se requiere el traslado o la
derivación del paciente, entre las OCD's se realiza la gestión para hacerlo de
manera organizada y con referencia previa. Así, el programa busca garantizar la
atención de calidad a familias cuya localización geográfica es un factor
crítico.
Desde su lanzamiento, la OCD Garrahan respondió casi 70.000
consultas a distancia. El número fue aumentando año tras año. En 2015 fueron
3969 consultas. En 2016 creció a 4355. En 2017 subió a 5099. Para 2018 se
estiman más de 6000, de acuerdo a la tendencia del primer trimestre que ya
registró más de 1500. "Está en aumento el número de consultas a distancia
que responde el Garrahan. Al mismo tiempo, la telesalud crece hacia el interior
de la red que se expande por todo el país", concluyen desde el hospital.
Fuente: Clarín