En 2017, fallecieron 48 bebés menos que en 2016.
La tasa de mortalidad infantil se redujo en la ciudad medio
punto el año pasado con respecto de 2016, lo que se traduce en 48 decesos menos
de menores de un año, según informaron las autoridades porteñas junto a
representantes de Unicef Argentina.
La cifra más baja registrada desde 1990 fue la de 2015,
cuando murieron 6 bebés por cada 1000 nacidos vivos. Al año siguiente, la
mortalidad infantil volvió a aumentar en la jurisdicción: ese año, se acercó
más a la de 2014, con una tasa de 7,2, con 282 decesos registrados.
En 2017, murieron 234 bebés; la tasa fue de 6,7, aún por
encima del menor valor histórico local. Las comunas 4, 5,7 y 8 superan el
promedio, sobre todo La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya
(Comuna 4) y Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano (Comuna 8), donde es
de 8,9.
El bajo peso al nacer y las malformaciones congénitas son
las dos principales causas de mortalidad infantil, de acuerdo con el análisis
de los datos que aún está en curso, según coincidieron las ministras Ana Bou
Pérez, de Salud, y Guadalupe Tagliaferri, de Desarrollo Humano y Hábitat.
Embarazos complicados
La mitad de las muertes en el primer mes de vida
(neonatales) asociadas con los defectos congénitos surgieron de embarazos que
difícilmente pudieran tener otro resultado dada su gravedad, según precisó Ana
Speranza, consultora del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud
porteño.
En el informe "La mortalidad infantil de la ciudad en
el período 2015/2017", de la Dirección General de Estadística y Censos, el
análisis indica que en ese trienio bajaron las causas de muerte que se pueden
reducir mediante el acceso a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento
oportunos en los primeros 28 días de vida.
"El descenso en la mortalidad reducible se explica por
la baja de la mortalidad del período perinatal (entre el séptimo mes de
embarazo y los primeros siete días de vida) y, en menor medida, por las causas
asociadas al tratamiento clínico y quirúrgico", se lee. En cambio, el año
pasado, "la mortalidad posneonatal subió levemente con respecto de
2015". Lo atribuyen a un aumento de las complicaciones evitables.
Fuente: La Nación