"No al cierre de cinco hospitales en la ciudad de
Buenos Aires", rezaba una convocatoria a un abrazo al Hospital Muñiz,
especializado en enfermedades infecciosas, la semana pasada. "No al
traslado, desmantelamiento y pérdida de la identidad. Abrazo al IREP",
convocaba hace 15 días por redes sociales un mensaje de trabajadores del
Instituto de Rehabilitación Psicofísica, en Belgrano. "Udaondo dice no al
traspaso", se leía anteayer en uno de los carteles durante el abrazo al
hospital de gastroenterología.
Desde hace dos meses, se suceden las convocatorias en contra
de un plan oficial de la Ciudad para construir en el predio del Muñiz, en
Parque Patricios, el Complejo Hospitalario Sur con los recursos actuales de los
hospitales Udaondo, de oncología Marie Curie, de rehabilitación respiratoria
María Ferrer y del IREP. En una conferencia de prensa, la Asamblea de
Trabajadores Autoconvocados del Hospital Muñiz denunció que el gobierno porteño
"busca disfrazar de modernización otro nuevo achicamiento de la salud al
concentrar cinco hospitales que no tienen nada que ver entre sí", en lo
que interpretan como un "negociado inmobiliario".
De acuerdo con la información a la que pudo acceder la
nacion, documentos del Ministerio de Salud porteño describen la construcción de
un hospital de alta complejidad en el predio del Muñiz. El proyecto prevé la
remodelación de 10.000 metros cuadrados, la construcción de 50.000 metros
cuadrados y la puesta en valor de las instalaciones (hay edificios considerados
históricos en el predio, además de árboles en el jardín, que hay que resguardar).
El costo previsto a diciembre del año pasado es de 160 millones de dólares, que
se recuperarían en alrededor de un 50% con la venta de los predios de los
hospitales Udaondo, Ferrer y del IREP. El oncológico Marie Curie no se puede
vender, según explicó ayer Ana Bou Pérez, ministra de Salud porteña.
También funcionarán ahí el Instituto de Trasplantes y el
Banco de Drogas Oncológicas porteños.
El proyecto preliminar
El plan es similar al presentado en 2010, cuando se anunció
la unificación del Muñiz, el Udaondo y el Ferrer en cinco años. Ahora, la
iniciativa demoraría el mismo plazo para concretarse.
"Es un proyecto", insistió Bou Pérez ante la
consulta de la nacion. "Aún no sabemos cómo se financiará. Tiene que ver
con evaluar la construcción de un lugar para que el personal trabaje con las
comodidades necesarias, las nuevas tecnologías y los resultados que se esperan
de los centros de salud con la medicina moderna", agregó.
Señaló, además, que la actual estructura edilicia de los
cinco hospitales dificulta la instalación de tecnología nueva y la agilización
de los procesos médicos. "La ciudad de Buenos Aires se merece tener un
hospital de alta complejidad moderno. En esta línea es que estamos pensando en
un hospital que se llama Complejo Sur, que uniría estos cinco hospitales, como
venimos conversando con los directores, los jefes de servicio y las filiales
gremiales -indicó-. Llamar este proyecto 5x1 es muy pobre."
El nuevo complejo contaría con 500 camas de internación en
habitaciones individuales. Se prevén 100 camas para pacientes en estado
crítico, 50 pacientes crónicos y 350 camas de internación general, de acuerdo
con los detalles del plan.
Una de las críticas a la iniciativa que surgieron en las
convocatorias en los cinco centros es la idea de que compartan espacios comunes
pacientes con cáncer y enfermedades infecciosas, respiratorias y gastroenterológicas,
junto con personas en proceso de rehabilitación psicofísica.
"No es así -dijo Bou Pérez-. Se trata de poder
ofrecerles a los pacientes una internación de cuidados progresivos, en
habitaciones individuales, con capacidad de aislamiento para una atención
segura. Y tenemos muy pocas en el sistema actualmente".
Y agregó: "Estas especialidades son transversales a las
enfermedades más graves. De concretarse este proyecto, que aún necesita de la
aprobación de la Jefatura de Gobierno, se combinarían en un polo de excelencia.
En estos hospitales están los que más saben de las patologías más complejas,
pero que también se necesitan entre ellos. Además tienen servicios clínicos
para dar soporte a la atención de enfermedad de base".
Fuentes de trabajo
Para la mudanza, en el predio del Muñiz (Uspallata 2272) se
demolerían los pabellones donde funcionan los servicios centrales, como la
farmacia y el laboratorio. "Cuando el proyecto esté definido en mayor
detalle, se trabajará la integración de los recursos humanos previos y
posteriores", indican los documentos. Bou Pérez insistió en que no se
perderán fuentes de trabajo: "Podemos garantizar los puestos. Las vacantes
están aseguradas. Y quizá tengamos que incorporar más profesionales", pidió
aclarar.
En la Legislatura porteña informaron que el proyecto aún no
ingresó ni está en agenda.
En el Hospital Marie Curie, desde la filial del Sindicato
Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba), que
promueve las convocatorias, señalaron que el traslado no implica desatender el
funcionamiento del hospital hasta que se concrete la iniciativa para 2020, si
así fuera. "Hay dos situaciones críticas: reclamamos la falta de
actualización tecnológica y de recursos humanos para que el hospital funcione
bien y que los pacientes reciban la atención que necesitan. Y esto se tiene que
solucionar con o sin traslado", dijo Juan José Codeso, técnico de
hemoterapia y delegado gremial de Sutecba.
Comentó que la dirección solicitó al Ministerio de Salud un
nuevo acelerador lineal para radioterapia, oxígeno central para el hospital,
dos quirófanos y la extensión de la red eléctrica. "Hay pocos médicos para
algunos consultorios y hay demoras en los turnos (que llegan a cuatro meses
para cirugía) -agregó-. Si se invierte en el hospital y se equipa, puede seguir
funcionando." Pidió aclarar que "el reclamo no es político".
Fuente: La Nación