Mientras en el Parlamento estudian ampliar la ley para
abarcar a los menores de edad y personas con Alzheimer, un grupo de pediatras
expresó su apoyo a la iniciativa. Los referentes de las principales religiones
la rechazan.

Ayer, un grupo de pediatras de hospitales reclamó la
aprobación de la eutanasia infantil. A través de una carta abierta, los
profesionales les pidieron a los
diputados que legislen sobre una práctica que -aseguran- ya se da por fuera de
la ley.
En el documento, que fue publicado por los diarios Le Soir y
De Morgen, los médicos explicaron que la eutanasia infantil podría aplicarse a
los "menores sometidos a un sufrimiento insoportable" y para los que
no existe una posibilidad de cura o mejoría. "Cada decisión de fin de vida
es un acto de humanidad que sólo tiene que plantearse en última instancia. ¿Por
qué privar a los menores de esta última posibilidad?", se preguntan.
Los pediatras basaron su pedido de ampliación de la
eutanasia a los menores en su "deber de ayudar al paciente,
preferiblemente de la forma más humana y responsable posible".
Asimismo, a los argumentos esgrimidos por quienes se oponen
a la medida por señalar que los chicos no son capaces de comprender el alcande
de esa decisión, respondieron que la experiencia muestra que "en caso de
enfermedad grave y muerte inminente, los menores desarrollan muy rápidamente
una gran madurez, a tal punto que a veces pueden expresarse mejor sobre la vida
que las personas mayores que gozan de buena salud".
En la otra vereda, los representantes de las principales
religiones de ese país (católica, protestante, ortodoxa, judía y musulmana)
rechazaron la aprobación de la eutanasia infantil. En un comunicado conjunto
expresaron una "fuerte inquietud" ante lo que consideran una
"banalización de una realidad grave".
En ese sentido, consideraron que "proponer que los
menores puedan decidir sobre su propia eutanasia es una manera de falsear su
facultad de juicio y a partir de ahí su libertad".
"La eutanasia de las personas frágiles, niños o
personas dementes, es una contradicción radical sobre su condición de seres
humanos. No podemos entrar en una lógica que conduce a destruir los fundamentos
de la sociedad", concluye el comunicado.
La extensión de la ley de 2002 -que es la que autoriza la
eutanasia en adultos- a los menores de 18 años y las personas que padecen
Alzheimer, divide las aguas entre los diputados belgas. Si bien la mayoría de
los partidos políticos se mostraron a
favor de la modificación de la norma, la redacción del proyecto se encuentra
bloqueada por la oposición de los demócratas cristianos y los demócrata
humanistas.
Fuente: Diario Clarín