Entre un 20 y un 40 por
ciento de quienes lo intentan no logra sobrellevar el impacto emocional, reconocen los especialistas.
Pese a que un nuevo marco normativo
facilita hoy el acceso a los tratamientos de fertilización en nuestro país,
muchas parejas no logran completarlos: entre un 20 y un 40% quienes recurren a
esta alternativa abandona el intento a mitad de camino por su alto impacto
emocional. El estrés que provoca la búsqueda de un embarazo asistido constituye
una de las principales causas que conspiran contra la posibilidad de lograrlo,
advierten los especialistas al conmemorarse hoy el Día Mundial de la
Fertilidad.
“Es tal el impacto emocional que transitan las parejas durante la
búsqueda de un embarazo que el estrés es considerado como la primera causa de
abandono en tratamientos de fertilidad. Hasta un 40% abandona el tratamiento a
pesar de tener cobertura médica que les permitiría seguir intentando”, señala
un informe difundido por el centro Pregna Medicina Reproductiva.
Ese estrés
obedece “por un lado, al cambio en la rutina de las parejas que lleva a una
pérdida de intimidad, control y manejo sobre sus propias vidas; y por otro, a
la cantidad de inyecciones que deben aplicarse las mujeres, sumado a la
incertidumbre y expectativa que se depositan en cada tratamiento”, explican
desde Pregna.
“En mi experiencia, la tasa de abandono por estrés está más cerca
del 20 que del 40%, pero es sin duda una realidad que es importante
considerar”, señala por su parte la doctora Pía Zgrablich, directora médica del
centro Gestar.
“No cualquiera puede llevar adelante este tipo de tratamientos
-reconoce la médica-. Algunas parejas llegan sólo hasta la primera consulta y
después no vuelven; otras, hasta el diagnóstico de la causa de infertilidad; y
hay parejas que han terminado incluso por separarse en mitad del tratamiento
por la carga de estrés”.
Al analizar las principales causas que dan lugar a esa
situación, la doctora Zgrablich señala “la dificultad de asumir las propias
limitaciones para lograr un embarazo”, “la expectativas del entorno y la
presión social”, y “el compromiso que requiere llevar adelante un tratamiento,
sobre todo cuando es de cierta complejidad”.
“El manejo de la carga emocional
previo a la búsqueda del embarazo es tan importante como lo es durante la
realización de los tratamientos. Sin dudas, el proceso por el que deben
transitar las pacientes genera un gran stress”, señala el informe de Pregna,
según el cual la gran cantidad de inyecciones que requieren ciertos métodos
genera un stress que el 23% de las mujeres no logra manejar.
Pero más allá de
eso, la propia búsqueda asistida ubica a la pareja en una situación de
incomodidad y presión: “deja de ser una relación entre dos personas que se
conocen y se suma un tercero, y a veces un cuarto y quinto jugador, que son los
profesionales médicos. Todo esto hace que los pacientes con problemas de
fertilidad experimenten altos niveles de distrés que podrían compararse con el
que transitan los pacientes oncológicos o cardíacos”, señalan desde el centro
de medicina reproductiva.
Con todo, así como alguna parejas no logran
sobrellevar los tratamientos, otras ponen el objetivo final por encima del
proceso en sí y logran cumplir de ese modo el anhelado sueño tener un bebé.
Fuente: El Día