lunes, 2 de junio de 2014

Mendoza: la pelea por la cobertura, la falta de datos y las trabas a los tratamientos de fertilización asistida

Mientras en la Nación se sancionó la ley que obliga a obras sociales, pregapas y a la salud pública a cubrir tratamientos de fertilización, en la provincia la ley está cajoneda y no se garantiza el acceso a distintas prácticas. OSEP pasó de ser pionera en las prestaciones a "filtrar".

No quedan dudas para la legislación nacional ni para la concepción de la Organización Mundial de la Salud, que la dificultad para concebir y, en algunos casos, la infertilidad, es una enfermedad tanto de la mujer como del hombre. Sin embargo, Mendoza aún no logra avanzar en este sentido y suma a las trabas biológicas, las trabas burocráticas y de resoluciones -cuya legitimidad muchos cuestionan- para acceder a tratamientos de fertilización que, según la ley nacional deben garantizarse de manera universal.

Sólo las parejas que desean tener un hijo y no lo logran entienden las frustraciones, decepciones y angustias que las obras sociales y prepagas generan cuando rechazan dar cobertura a los tratamientos. Muchas postergaciones económicas y ahorros forzados terminan siendo el camino a recorrer para quienes no resignan la esperanza de convertirse en padres con la ayuda de la ciencia. Pero más allá de las sensaciones individuales o de parejas, hay cuestiones que responden al ámbito legislativo, judicial y administrativo que se esconden detrás de los intereses económicos de las empresas que brindan el acceso a la salud y del Estado.

Si bien la ley nacional establece la obligatoriedad a todas las obras sociales, prepagas y al sistema sanitario público de todo el país a cubrir los costos de los tratamientos de fertilización asistida a aquellas parejas que no puedan concebir; en Mendoza ni la salud pública, ni la Obra Social de los Empleados Públicos (OSEP), ni muchas obras sociales privadas, ni prepagas, garantizan este derecho de manera regular. Y la mayoría lo hace cuando una medida judicial la obliga.

El argumento al que aducen estas instituciones es que la provincia aún no adhiere a la Ley 26.862 por lo cual no estarían obligadas a garantizar los tratamientos de fertilización dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO).

Para el abogado Jorge Caloiro, especialista en este tipo de casos, "es una aberración jurídica" que se plantee esta situación. "Técnicamente es improbable que Mendoza no adhiera a la ley. Eso de adhesión o no adhesión es un recurso", señaló.

Mientras tanto, el proyecto para adherir a la ley nacional duerme en los cajones de la Cámara de Senadores de la provincia. La iniciativa fue presentada por la diputada Evangelina Godoy, con algunas "particularidades" para Mendoza. Y se aprobó en Diputados en octubre de 2013, pero no prosperó en la Cámara Alta. Para la legisladora, si bien se interpuso el fin del período extraordinario de sesiones y la renovación de legisladores, tampoco "vemos voluntad política" para avanzar con la norma. "No sabemos si le interesa (al oficialismo) o no. Entiendo que puede ser una cuestión de fondos", argumentó Godoy.

En este panorama de dilaciones, la OSEP es un ejemplo que debe analizarse de manera particular por el hecho de que es la obra social con más afiliados en Mendoza, y la segunda en el país, después del PAMI. La institución supo ser pionera en la cobertura de tratamientos de fertilidad en el país, incluso antes de que en junio del año pasado se aprobara la ley nacional. Pero tras la sanción de la norma, su cobertura pasó a ser limitada y excluyente. Incluso, ese mismo año salió una resolución que actùa a modo de filtro para todas las nuevas solicitudes que ingresan dìa a dìa.

En la resolución, que si bien es previa a la sanción de la 26.862 pero sigue rigiendo hasta hoy, se establecen como requisitos para acceder a los tratamientos: ser parejas heterosexuales infértiles, que ambas personas sean afiliadas a la OSEP y posean una antigüedad en su afiliación de por lo menos dos años, disponer que la pareja debe estar casada en legal forma o que se encuentren unidos por medio de una relación de hecho por más de cinco años, la pareja tiene que presentar infertilidad primaria o secundaria y se establece la edad mínima para las mujeres afiliadas que desean ingresar al Programa la mayoría de edad y como edad máxima la de 40 años cumplidos al momento de iniciar el pedido. Además, se analiza el no tener hijos vivos en la pareja actual ó que la pareja presente infertilidad secundaria pero solo con un único hijo vivo.

Por otra parte, no cubre ovodonación, ni espermodonación, ni la criopreservación de ovocitos, espermatozoides o embriones, ni la preservación de fertilidad, como así tampoco el útero subrogado, ni el Diagnóstico Genético Preimplantacional.

El ingreso por mes es de hasta dos parejas como máximo

Así, la apuesta que significó para la OSEP brindar cobertura en los tratamientos fue quedando atrás de las nuevas disposiciones a nivel nacional. En 2001 se inició la prestación del servicio para los casos de baja y mediana complejidad y en 2013 se sumaron los de alta complejidad. Mientras que desde 2003 se trata también a los hombres.

En cuanto a los tratamientos de alta complejidad, como la fertilización in vitro, la OSEP contempla tres intentos por pareja, de acuerdo a los criterios que establece la Organización Mundial de la Salud (OSM). En el primero el costo está cubierto en un 100%, en el segundo baja al 75% y en el tercero al 50%. Mientras que la ley nacional pone el lìmite de tres por año, y todos con cobertura al 100%.

La espera eterna

Marcelo Alunch es el titular en Mendoza de "Sumate a dar vida", una ONG nacional que peleó por la ley de fertilización asistida. Él relató lo que implica para una pareja la dificultad para concebir y las trabas que se presentan: “Te están quitando esperanzas para poder concebir”, dijo.

“Es una odisea que una obra social la cubra”, comentó sobre la experiencia de muchas familias argentinas. "Nos enfrentamos a muchas discriminaciones sociales. Hoy si no tené hijos, por ejemplo no te dan casa", agregó.

"Se dejan muchas cosas de lado. En mi caso para hacer el tratamiento perdimos un auto, suspendimos una casa. Se resignan un montón de cosas", expresó.

La situación en el sector público

Si bien la ley nacional establece que los efectores públicos también están obligados a brindar los tratamientos de baja, mediana y alta complejidad; en Mendoza la falencia está en el último estadío.

Pablo Alonso, director del programa de Salud Reproductiva del Ministerio de Salud, explicó que  "hoy hay diagnóstico y servicio para la baja complejidad y se realizan inseminaciones artificiales".

"Como programa festejamos que la ley universalice el acceso a estas prácticas, pero el presupuesto es limitado y existen otras prioridades”, agregó.

Sin embargo, aclaró que en el Presupuesto de este año -que la Legislatura no aprobó- se fijó una partida para avanzar en las prestaciones. "A un futuro a mediano y largo plazo la postura es que Mendoza adhiera. Y los servicios se van a tener que ir direccionando a esto".

Además, señaló que hoy se trabaja en la identificación de la red en el primer y segundo nivel y admitió que en el tercer nivel no se ha avanzado en este sentido.

Sin embargo, aportó un dato esperanzador para cuando Mendoza decida avanzar respecto a la instrumentación de la ley nacional: "Tenemos personal capacitado y para capacitar y destaco que ninguno, que se desarrolla también en el ámbito privado, haya pedido un plus por las prácticas de fertilización".

Y si bien expresó su deseo de avanzar en la cobertura, reconoció que hay muchas parejas esperando por esto, con lo cual "sería difícil la selección para priorizar a quién dárselo y a quién hacer esperar". "

La falta de datos

Ya en el proyecto de adhesión a la ley surgió un problema central, según señaló Godoy: qué presupuesto destinar a la cobertura de la fertilización. Es que en Mendoza no hay estadísticas respecto a qué cantidad de parejas atraviesan por estas dificultades para lograr un embarazo.

Según Alonso, el 15% parejas presentan problemas para concebir, lo que implicaría que en el sector público crezca la demanda de tratamientos entre unas 100 y 120 parejas por año

Mientras que desde "Sumate a dar vida" señalaron que en el año 2011 unas 25.000 parejas mendocinas sufrían este problema.

La vía legal

Caloiro explicó la ilegalidad de los rechazos de obras sociales y prepagas a cubrir estos tratamientos: "Ponen las mayores trabas y dilaciones" y agregó: "Una persona enferma es el peor negocio" para éstas.

Pero aclaró que a partir de la ley sancionada por el Congreso Nacional se debe incorporar al PMO todas las etapas de la fertilización, incluso en las provincias que no adhirieron de manera formal. "Técnicamente es improbable que Mendoza no adhiera a la ley. Eso de adhesión o no adhesión es un recurso, una aberración jurídica. La legislatura no tiene nada que ver en esto. La ley sancionada y promulgada rige para todo el territorio de la nación porque es un sistema federal y representativo", señaló.

Por eso, agregó que las parejas tienen el derecho y los motivos para recurrir a la justicia. "Este tipo de casos de salud van por la vía procesal, a través de un recurso de amparo", explicó y aclaró que también se puede hacer de manera gratuita, a través de los defensores que dispone el Poder Judicial.

Por otro lado, señaló que aquellas personas que ya abonaron su tratamiento de manera particular por el rechazo de su obra social o prepaga, también puede reclamar el resarcimiento, aunque aclaró: "Es un proceso mucho más largo porque va por la vía ordinaria. Puede demorarse hasta cuatro años".

¿Qué es la "infertilidad"?

Se trata de la dificultad para concebir un hijo naturalmente o de llevar un embarazo a término después de 7 meses de vida sexual activa. El Consejo Internacional de Difusión de Información sobre Infertilidad considera que una pareja es infértil si no han concebido después de más de 12 meses de mantener relaciones sexuales sin protección, o después de 6 meses si la mujer tiene más de 35 años de edad. La duración reducida para mujeres de más de 35 años se debe al rápido decline de la fertilidad a partir de esa edad, por lo que debería solicitarse ayuda más rápidamente.  O si no puede llevarse el embarazo a término.

La infertilidad afecta aproximadamente al 15% de las parejas. Aproximadamente el 21% de los casos se deben a un factor masculino, 33% se deben a un factor femenino, 40% es de tipo mixto y el resto (6%) es por causas inexplicables.

Los principales factores

En el caso de las mujeres, son los trastornos autoimmunitarios, cáncer o tumor, Diabetes, Neoplasias en el útero y el cuello uterino, defectos congénitos, ejercicio excesivo, trastornos alimentarios o desnutrición, uso de ciertos medicamentos, consumo excesivo de alcohol, obesidad, edad avanzada, quistes ováricos y síndrome de ovario poliquístico, endometriosis, tabaquismo, enfermedad tiroidea, entre otros.

Mientras que en los hombres, la exposición a mucho calor durante períodos prolongados, anomalías congénitas, contaminantes medioambientales, consumo compulsivo de alcohol, marihuana o cocaína, obesidad, edad avanzada, tabaquismo, entre otros.

Los tratamientos

Los procedimientos de baja complejidad implican la toma de medicación y hormonas, y tienen un valor promedio de $5.000. Los de mediana complejidad, que contemplan algunos procedimientos quirúrgicos varían entre $5.000 y $20.000. Y los de mayor complejidad, que derivan en técnicas de fertilización asistida y en última instancia a la in vitro, rondan los $50.000.

Fuente: Sitio Andino