La entidad recomendó que se prohíba el uso de
cigarrillos electrónicos en espacios cerrados. 40 euros es el precio del kit de
cigarros electrónicos en Europa. Las cargas mensuales salen entre 24 y 31 euros
mensuales.

El documento es una compilación de la insuficiente, inconsistente
y poco concluyente información que se tiene de los SEAN (sistemas electrónicos
de administración de nicotina), los más comunes de los cuales son los
cigarrillos electrónicos y de sus eventuales efectos perjudiciales.
Analizados todos los aspectos, la única conclusión clara de
los expertos de la OMS es que “falta más información” y, con objeto de prevenir
efectos no deseados en el futuro, optan por la precaución. Por ello, sugieren
que se prohíba el uso de los cigarrillos electrónicos en espacios cerrados y
donde esté prohibido fumar. “Habida cuenta de que la expectativa razonable de
las personas no es correr un riesgo menor con respecto a la exposición al humo
de tabaco ajeno, sino no correr ningún riesgo de aumento de ningún tipo de
productos en el aire que respiran, se debería exigir legalmente a los usuarios
de SEAN que no utilicen esos dispositivos en interiores”. Esta prohibición
debería hacerse “especialmente...
en los espacios donde está prohibido fumar, hasta tanto se
demuestre que el vapor exhalado no es nocivo para las personas del entorno y
existan pruebas científicas razonables de que no se menoscaba la aplicación de
las políticas orientadas a preservar los entornos sin humo”.
Asimismo, el informe sugiere que se prohíba “a los minoristas
la venta de productos de SEAN a menores de edad” y que se eliminen las máquinas
expendedoras “en casi todos los lugares”. El principal problema de las dudas de
los expertos es que mientras algunos consideran que los cigarrillos
electrónicos pueden ser de ayuda en el objetivo de dejar de fumar, otros
consideran que pueden socavar los esfuerzos para acabar con el hábito de fumar.
“La mayor parte de los productos para SEAN no se ha sometido a ensayos de
científicos independientes, pero las pocas pruebas realizadas revelaron amplias
variaciones en el carácter de la toxicidad de los contenidos”, señala el
documento.
La OMS recuerda que la mayoría contiene nicotina, el
principal elemento adictivo del tabaco, pero la cantidad de la misma varía
enormemente.
Además, se destaca “la potencial toxicidad” del aerosol que
se inhala y que puede causar irritaciones de los ojos y de los pulmones, “dado
que no es simple vapor de agua, como se promociona”. Las pruebas
epidemiológicas de estudios ambientales revelan que, a corto o largo plazo, la
exposición a partículas de cualquier fuente provoca efectos adversos.
Fuente: BAE Negocios