Se trata de la causa que
investiga el pago de una partida de fármacos que nunca llegó al Ministerio de
Salud. Están acusados ex funcionarios y el propietario de una droguería de
Bahía Blanca, bajo el delito de “defraudación contra la administración
pública”. Se buscará además establecer el total de lo desviados, que podría
alcanzar los seis millones de pesos.
La justicia de Río Negro juzgará a funcionarios y
empresarios farmacéuticos acusados de llevar a cabo un escandaloso fraude con
medicamentos oncológicos. Se trata de una causa que data de 2010, cuando un
lote de estos tratamientos fueron pagados por el Ministerio de Salud
provincial, pero nunca llegaron al sistema sanitario. Los imputados están
acusados de “defraudación contra la administración pública”, y en marzo de este
año comenzará el juicio oral. Están involucrados en la estafa el responsable de
la droguería del ministerio, Javier Girotti, y el titular del laboratorio
involucrado en la estafa, Santiago Gavazza.
Luego de la feria judicial de enero, en marzo se iniciará el
juicio e Río Negro. La justicia responsabilizó a Girotti de haber firmado los
remitos respectivos como que recibió la partida de oncológicos y a Gavazza por
su participación en ese hecho. Lo cierto es que los medicamentos no ingresaron
a la droguería central del Ministerio de Salud que en ese momento estaba a
cargo de Girotti, lo que significó para el Estado una pérdida estimada en 900
mil pesos, según la pericia ordenada, más allá de la significación en relación
a que esos oncológicos estaban dirigidos a personas con su salud seriamente
afectada y sin obra social.
El objeto de investigación es el destino de una partida de
oncológicos que fueron abonados por Salud, pero que luego no fueron hallados para
su distribución. Por esta irregularidad se le imputa a Girotti haber violado
los deberes que le correspondían perjudicando al erario público por firmar los
remitos presentados por la droguería Gavazza sin que ingresaran esos
medicamentos a la droguería. Este accionar habría permitido que Gavazza cobrara
el monto total de la licitación entregando sólo parte de los oncológicos.
El Tribunal estará integrado por el camarista penal
Guillermo Bustamante y los laborales Eduardo Roumec y Gustavo Guerra Labayén,
mientras que para el 15 de ese mes está citado el otro juicio también por
"fraude a la Administración Pública en la modalidad de administración
fraudulenta, en concurso ideal con abuso de autoridad" .
En esta investigación están procesados los ex funcionarios
del IPROSS, la obra social provincial, Alcides Pinazo y Luis Rolando Wyss, por
hechos que habrían ocurrido en la sede central de Viedma de la obra social
provincial, entre mayo de 2008 y diciembre de 2010 por supuestas tareas de
refacción, pintura y mantenimiento de edificios del Ipross en distintas
localidades de Río Negro. En esta causa el Tribunal estará integrado por los
camaristas penal Marcelo Chironi, laboral Rolando Gaitán y civil Ariel
Gallinger.
Según quedó establecido en la causa, Salud adquirió
"medicamentos oncológicos y analgésicos opiodes" a la droguería
Gavazza, a partir de una licitación inicial. La denuncia se concentró en
"diferencias entre lo efectivamente ingresado y lo pagado como consecuencia
de la acción engañosa desarrollada" por los imputados. Por esta maniobra,
el Estado de Río Negro recibió “sólo un cuarto de lo abonado efectivamente”, a
partir de la falsificación de los remitos. El perjuicio original fue estimado
en casi un millón de pesos, pero pericias contables establecen en la actualidad
un nuevo monto, cercano a más de seis millones de pesos.
Girotti era "funcionario público (Coordinador de
Políticas de Medicamentos)" y el "responsable de la Droguería
Central". Este imputado "suscribió remitos" con "cantidades
superiores de medicamentos a las efectivamente allí recibidas", insertando
en "un instrumento público declaraciones falsas". Y Gavazza
"resulta ser coautor de Girotti" porque extendió "remitos y
facturas detallando la totalidad de los medicamentos como entregados" y,
además, es "el beneficiado directo con dicha falsedad ideológica"
porque le permite "cobrar un importe que no podría o debería haber
logrado".
Fuente: Mirada Profesional