lunes, 18 de enero de 2016

Río Negro: en marzo se inicia el juicio por millonaria estafa con medicamentos oncológicos



Se trata de la causa que investiga el pago de una partida de fármacos que nunca llegó al Ministerio de Salud. Están acusados ex funcionarios y el propietario de una droguería de Bahía Blanca, bajo el delito de “defraudación contra la administración pública”. Se buscará además establecer el total de lo desviados, que podría alcanzar los seis millones de pesos.

La justicia de Río Negro juzgará a funcionarios y empresarios farmacéuticos acusados de llevar a cabo un escandaloso fraude con medicamentos oncológicos. Se trata de una causa que data de 2010, cuando un lote de estos tratamientos fueron pagados por el Ministerio de Salud provincial, pero nunca llegaron al sistema sanitario. Los imputados están acusados de “defraudación contra la administración pública”, y en marzo de este año comenzará el juicio oral. Están involucrados en la estafa el responsable de la droguería del ministerio, Javier Girotti, y el titular del laboratorio involucrado en la estafa, Santiago Gavazza.

Luego de la feria judicial de enero, en marzo se iniciará el juicio e Río Negro. La justicia responsabilizó a Girotti de haber firmado los remitos respectivos como que recibió la partida de oncológicos y a Gavazza por su participación en ese hecho. Lo cierto es que los medicamentos no ingresaron a la droguería central del Ministerio de Salud que en ese momento estaba a cargo de Girotti, lo que significó para el Estado una pérdida estimada en 900 mil pesos, según la pericia ordenada, más allá de la significación en relación a que esos oncológicos estaban dirigidos a personas con su salud seriamente afectada y sin obra social.

El objeto de investigación es el destino de una partida de oncológicos que fueron abonados por Salud, pero que luego no fueron hallados para su distribución. Por esta irregularidad se le imputa a Girotti haber violado los deberes que le correspondían perjudicando al erario público por firmar los remitos presentados por la droguería Gavazza sin que ingresaran esos medicamentos a la droguería. Este accionar habría permitido que Gavazza cobrara el monto total de la licitación entregando sólo parte de los oncológicos.

El Tribunal estará integrado por el camarista penal Guillermo Bustamante y los laborales Eduardo Roumec y Gustavo Guerra Labayén, mientras que para el 15 de ese mes está citado el otro juicio también por "fraude a la Administración Pública en la modalidad de administración fraudulenta, en concurso ideal con abuso de autoridad" .

En esta investigación están procesados los ex funcionarios del IPROSS, la obra social provincial, Alcides Pinazo y Luis Rolando Wyss, por hechos que habrían ocurrido en la sede central de Viedma de la obra social provincial, entre mayo de 2008 y diciembre de 2010 por supuestas tareas de refacción, pintura y mantenimiento de edificios del Ipross en distintas localidades de Río Negro. En esta causa el Tribunal estará integrado por los camaristas penal Marcelo Chironi, laboral Rolando Gaitán y civil Ariel Gallinger.

Según quedó establecido en la causa, Salud adquirió "medicamentos oncológicos y analgésicos opiodes" a la droguería Gavazza, a partir de una licitación inicial. La denuncia se concentró en "diferencias entre lo efectivamente ingresado y lo pagado como consecuencia de la acción engañosa desarrollada" por los imputados. Por esta maniobra, el Estado de Río Negro recibió “sólo un cuarto de lo abonado efectivamente”, a partir de la falsificación de los remitos. El perjuicio original fue estimado en casi un millón de pesos, pero pericias contables establecen en la actualidad un nuevo monto, cercano a más de seis millones de pesos.

Girotti era "funcionario público (Coordinador de Políticas de Medicamentos)" y el "responsable de la Droguería Central". Este imputado "suscribió remitos" con "cantidades superiores de medicamentos a las efectivamente allí recibidas", insertando en "un instrumento público declaraciones falsas". Y Gavazza "resulta ser coautor de Girotti" porque extendió "remitos y facturas detallando la totalidad de los medicamentos como entregados" y, además, es "el beneficiado directo con dicha falsedad ideológica" porque le permite "cobrar un importe que no podría o debería haber logrado".

Fuente: Mirada Profesional