miércoles, 30 de marzo de 2016

Reclaman que prepaga le cubra medicamento a paciente con una enfermedad rara

El joven padece neurofibromatosis tipo I, por lo cual se está quedando sordo. Para revertir el cuadro, necesita un fármaco que cuesta unos 140 mil pesos, pero la prepaga Swiss Medical no lo cubre. La familia inició un amparo judicial además de una campaña de firmas para revertir esta situación. 

Las neurofibromatosis son un grupo de trastornos del sistema nervioso que causan que tumores crezcan alrededor de nervios. Si bien en su mayoría no son cancerosos, depende de su ubicación pueden ser graves. El tipo más común de esta enfermedad poco frecuente es el denominado NF1 que se produce en una de cada 4 mil personas en los Estados Unidos. Este mal aqueja a Andrés de la Torre, un joven oriundo de La Pampa que estudia ingeniería en Buenos Aires, y que producto del mal está perdiendo la audición. El medicamento que necesita para su tratamiento cuesta unos 140 mil pesos, y su prepaga se niega a asumir ese costo. Por eso, De la Torre reclama ante la justicia y los medios que la empresa se haga cargo del fármaco, que cuenta con el aval de las autoridades sanitarias argentinas.

Los problemas que sufre De la Torre incluyen la pérdida de la audición, para lo cual necesita un costoso medicamento que serviría para frenar el avance de esa dolencia. Pero la prepaga Swiss Medical Group decidió no cubrir la droga prescripta, por lo cual la familia del paciente decidió presentar un amparo en la justicia, además de iniciar una campaña para juntar firmas a través de la página change.org.

“Es un chico muy bueno que nos tiene a nosotros, su familia y a un montón de amigos de fierro, que lo están ayudando, porque desde hace tres años tenemos conocimiento de que padece una enfermedad genética llamada neurofibromatosis tipo II (¨NF2¨) y se está quedando sordo”, relató Julia, hermana del joven pampeano. Según contó, la enfermedad se caracteriza por mutaciones genéticas que le producen la formación de tumores en el sistema nervioso central y periférico. Como consecuencia, tiene, entre otros tumores, dos neurinomas que le están afectando la audición, ya que se encuentran en sus nervios acústicos. “Enterarnos fue un baldazo de agua fría, porque lo primero que me dijeron es que se iba a quedar sordo”, indicó Julia.

“La enfermedad no tiene cura y por la poca frecuencia con que se da en la población, es considerada una enfermedad rara. Los tumores de los nervios acústicos se encuentran dentro del cráneo, en una zona cercana al tronco del encéfalo. Por la localización que tienen estos tumores, si llegan a crecer, el único tratamiento posible es la cirugía, lo que acarrearía que se quede completamente sordo, además de otras discapacidades, como parálisis facial, alteración en la deglución, e incluso la posibilidad de la muerte o daño cerebral irreversible”, describió.

“Como es de conocimiento general, este tipo de patologías no suelen despertar interés en gran parte de los laboratorios abocados a las investigaciones farmacológicas. Esto, sumado a la poca frecuencia con que la NF2 se desarrolla en la población, redunda en que no exista actualmente ningún medicamento específicamente aprobado por ANMAT para el tratamiento de la patología, no hay pacientes suficientes como para poder avanzar en las fases de investigación clínica farmacológica”, precisó Julia de la Torre.

La familia manifestó que, después de muchos años de investigación, y luego de haberse probado exitosamente en personas con NF2, los oncólogos de Fleni y otras prestigiosas instituciones, están usando una droga llamada Bevacizumab (Avastin) que logra detener el crecimiento de los tumores causados por la NF2.

“Esta droga está aprobada por el ANMAT para otra enfermedades, pero no para NF2. Es una droga segura y efectiva, que se usa en otro tipo de tumores. Por ello, otras pacientes con la enfermedad de Andrés la reciben por parte de sus obras sociales”, indicaron.

“Ese medicamento es la única esperanza para que no se le siga deteriorando la audición y para evitar llegar a una cirugía en la que puede perder la vida. El medicamento está siendo utilizado para el tratamiento de los tumores relacionados a NF2 con gran éxito y desde hace varios años por neurooncologos referentes a nivel nacional e internacional”, insistió Julia.

“En todos los casos que conocemos, cuando uno tiene una enfermedad rara tiende a vincularse con otras personas que la padecen a través de distintas Asociaciones, los resultados son maravillosos y los pacientes se benefician del tratamiento. Las experiencias han determinado que todos los médicos que hemos consultado recomienden la implementación de una terapia con Avastin en el caso particular de Andrés”, remarcaron.

En la carta, advirtieron que “la única chance que tiene de intentar controlar el crecimiento tumoral y la pérdida de la audición y de su calidad de vida, se encuentra representada por este medicamento. Es bueno, paciente y cariñoso. Tiene toda la vida por delante”, imploraron los familiares.

Según mencionaron, desde hace varios años Andrés tiene la cobertura de la prepaga Swiss Medical, que se niega a pagar el tratamiento porque ANMAT no avala el medicamento para la patología. “Esto es sumamente injusto, porque las obras sociales sí cubren la medicación a los pacientes con esta misma patología. Tengo conocimiento de tres pacientes adultos que reciben Avastin para NF2 a través de OSDE y IOMA”, afirmó la hermana.

“La realidad es que esto obedece solo a temas estrictamente económicos, porque es de conocimiento que el Estado le reintegra el valor del medicamento a las Obras Sociales, pero no a las prepagas. Nosotros nunca imaginamos que Andrés podía tener una enfermedad genética rara, y nunca pensamos que podía llegar a necesitar esta medicación, no supimos en su momento que las prepagas se negaban a dar la medicación. No es posible abonar el tratamiento de forma privada, porque por su valor, el fármaco es inaccesible para nosotros y para casi cualquier persona”, señaló Julia.

Finalmente, la hermana del paciente lamentó que “tardaron cuatro meses en darnos un ’no’ como respuesta” y en ese tiempo Andrés “perdió casi el 40% de la capacidad de comprender diálogos”. “Nos cansamos de ir y llamar y respetar plazos que ellos mismos incumplían. Están dejando que mi hermano se quede sordo. Necesitamos la medicación urgente. Estoy desesperada, necesito que me ayuden a difundir esta petición”, rogó a través de las redes sociales.

Fuente: Mirada Profesional