La misma está reglamentada
desde fines del año pasado. Para acceder a los beneficios, deben tramitar una
credencial en el INCUCAI. Ya hay un 15 por ciento de los posibles beneficiados.
Desde que se
reglamentó a fines del año pasado, la ley que entrega cobertura gratuita de medicamentos y otros beneficios a personas trasplantadas o en lista de espera
avanza a paso firme. Según las autoridades nacionales, un 15 por ciento de los
potenciales beneficiados ya tramitaron la credencial necesaria ante el
Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).
Los beneficios incluyen no sólo fármacos –antes y después del trasplante –sino
acceder gratis a viajes, consultas médicas y diagnósticos. Se estima que el universo
de beneficios alcanza los 28 mil argentinos. Además, la normativa prevé la
entrega de una pensión similar a la de “desempleo forzoso” que cobran personas
con alguna invalidez.
La ley 26.928 fue reglamentada en noviembre de 2015, luego
de convertirse en ley en el Congreso nacional casi dos años antes. La misma
creó el Sistema de Protección Integral para Personas Trasplantadas,
convirtiendo a la Argentina es el primer país en contar con un marco normativo
que reconoce derechos y necesidades específicas de esta población. .el abordaje
del tema, afirman los especialistas, es integral: incluso reconoce que se
pueden hacer deducciones impositivas a los empleadores que mantengan o generen
puestos de trabajo para los trasplantados o para los pacientes inscriptos en
lista de espera.
Por el momento, un 15 por ciento de los potenciales
beneficiados ya tramitaron su credencial. “Para tramitar la credencial, se
puede llamar al teléfono gratuito del INCUCAI o ir al organismo provincial de
ablación e implante que corresponda por el domicilio”, informó la titular del
organismo María del Carmen Bacque. La credencial tiene una vigencia de 3 años,
y se entrega en mano o se envía por correo postal. Por el momento, sólo
adhirieron a la ley nacional las provincias de Buenos Aires, Chaco, Chubut,
Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Neuquén, San Juan y Salta. Por lo cual, los
trasplantados del resto de las provincias aún no podrán acceder a todos los
beneficios de la ley.
Al contar con la credencial, se puede tener cobertura del 100
por ciento en la provisión de medicamentos; viajar gratis en transporte
terrestre o fluvial de corta, media y larga distancia; obtener una pensión (si
la persona sufre desempleo forzoso y no cuenta con otro beneficio previsional);
y acceder a planes y programas de vivienda, empleo, emprendimientos y talleres
protegidos (que estarán a cargo de las provincias adheridas a la norma). Según
confirmó el diario Clarín, el universo de potenciales beneficiados son las
7.860 personas que están en lista de espera de órganos y unos 20 mil
trasplantados.
“La credencial para los trasplantados es un gran avance”,
dijo al diario Clarín la presidenta de la Asociación Civil Florencia Antonella
Rossi, Miriam de Rossi, que la fundó en el año 2000 después de la muerte de su
hija de 9 años, quien esperaba un trasplante de corazón que nunca llegó. Antes,
los pacientes que se encontraban en la espera de un órgano sólo podían acceder
al certificado de discapacidad. “Después del trasplante, el certificado de
discapacidad era inválido y el paciente que no tenía obra social o prepaga
quedaba totalmente desprotegido, porque necesita tomar muchos medicamentos
diariamente, y hacerse controles médicos”, señaló.
Para mejorar la situación, las asociaciones impulsaron la
sanción de un proyecto de ley a través del consejo asesor de pacientes que
funciona bajo la órbita del Incucai, que es el organismo público nacional que
se ocupa de la procuración y el trasplante de órganos y tejidos. El proyecto se
mandó al Congreso, y se convirtió en la ley 26.928 en diciembre de 2013. Es
integral: incluso reconoce que se pueden hacer deducciones impositivas a los
empleadores que mantengan o generen puestos de trabajo para los trasplantados o
para los pacientes inscriptos en lista de espera.
Fuente: Mirada Profesional