miércoles, 18 de mayo de 2016

Ratifican vigencia de la ley que entrega medicamentos y otros beneficios a trasplantados

La misma está reglamentada desde fines del año pasado. Para acceder a los beneficios, deben tramitar una credencial en el INCUCAI. Ya hay un 15 por ciento de los posibles beneficiados.    

Desde que se reglamentó a fines del año pasado, la ley que entrega cobertura gratuita de medicamentos y otros beneficios a personas trasplantadas o en lista de espera avanza a paso firme. Según las autoridades nacionales, un 15 por ciento de los potenciales beneficiados ya tramitaron la credencial necesaria ante el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI). Los beneficios incluyen no sólo fármacos –antes y después del trasplante –sino acceder gratis a viajes, consultas médicas y diagnósticos. Se estima que el universo de beneficios alcanza los 28 mil argentinos. Además, la normativa prevé la entrega de una pensión similar a la de “desempleo forzoso” que cobran personas con alguna invalidez.

La ley 26.928 fue reglamentada en noviembre de 2015, luego de convertirse en ley en el Congreso nacional casi dos años antes. La misma creó el Sistema de Protección Integral para Personas Trasplantadas, convirtiendo a la Argentina es el primer país en contar con un marco normativo que reconoce derechos y necesidades específicas de esta población. .el abordaje del tema, afirman los especialistas, es integral: incluso reconoce que se pueden hacer deducciones impositivas a los empleadores que mantengan o generen puestos de trabajo para los trasplantados o para los pacientes inscriptos en lista de espera.

Por el momento, un 15 por ciento de los potenciales beneficiados ya tramitaron su credencial. “Para tramitar la credencial, se puede llamar al teléfono gratuito del INCUCAI o ir al organismo provincial de ablación e implante que corresponda por el domicilio”, informó la titular del organismo María del Carmen Bacque. La credencial tiene una vigencia de 3 años, y se entrega en mano o se envía por correo postal. Por el momento, sólo adhirieron a la ley nacional las provincias de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Neuquén, San Juan y Salta. Por lo cual, los trasplantados del resto de las provincias aún no podrán acceder a todos los beneficios de la ley.

Al contar con la credencial, se puede tener cobertura del 100 por ciento en la provisión de medicamentos; viajar gratis en transporte terrestre o fluvial de corta, media y larga distancia; obtener una pensión (si la persona sufre desempleo forzoso y no cuenta con otro beneficio previsional); y acceder a planes y programas de vivienda, empleo, emprendimientos y talleres protegidos (que estarán a cargo de las provincias adheridas a la norma). Según confirmó el diario Clarín, el universo de potenciales beneficiados son las 7.860 personas que están en lista de espera de órganos y unos 20 mil trasplantados.

“La credencial para los trasplantados es un gran avance”, dijo al diario Clarín la presidenta de la Asociación Civil Florencia Antonella Rossi, Miriam de Rossi, que la fundó en el año 2000 después de la muerte de su hija de 9 años, quien esperaba un trasplante de corazón que nunca llegó. Antes, los pacientes que se encontraban en la espera de un órgano sólo podían acceder al certificado de discapacidad. “Después del trasplante, el certificado de discapacidad era inválido y el paciente que no tenía obra social o prepaga quedaba totalmente desprotegido, porque necesita tomar muchos medicamentos diariamente, y hacerse controles médicos”, señaló.

Para mejorar la situación, las asociaciones impulsaron la sanción de un proyecto de ley a través del consejo asesor de pacientes que funciona bajo la órbita del Incucai, que es el organismo público nacional que se ocupa de la procuración y el trasplante de órganos y tejidos. El proyecto se mandó al Congreso, y se convirtió en la ley 26.928 en diciembre de 2013. Es integral: incluso reconoce que se pueden hacer deducciones impositivas a los empleadores que mantengan o generen puestos de trabajo para los trasplantados o para los pacientes inscriptos en lista de espera.

Fuente: Mirada Profesional