lunes, 27 de junio de 2016

Testeos regulares y uso de preservativos para prevenir la transmisión del VIH

Informe de AHF Healthcare Foundation Argentina.

Si bien se recomienda que las personas sexualmente activas se realicen un test de VIH cada seis meses, una encuesta realizada por AHF Argentina (AIDS Healthcare Foundation) da como resultado que el 51% recién se testea a una edad promedio de 30 años.

Los datos surgen de la encuesta realizada a 57.043 personas a las que AHF Argentina realizó la prueba de detección del VIH desde diciembre de 2012 hasta la actualidad, actividad que le valió el récord Guinness por la mayor cantidad de personas testeadas en un solo día en una ciudad.

De las 57.043 personas testeadas, el 47% fueron hombres y el 53%, mujeres. La mayoría de las personas que se hicieron el test de VIH se ubicó en un promedio de edad de 32 años, de las que el 51% lo realizaba por primera vez. Del total de testeos, el 2% resultó “reactivo” (tenía VIH) y de ese número, el 36% era la primera vez que accedía a la prueba.

Según datos de la organización, sólo dos de cada diez personas usan siempre preservativos, pese a que es sabido que su utilización es la única manera de prevenir la transmisión de infecciones de transmisión sexual (ITS) y el VIH.

Según datos de la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina hay 69.000 personas diagnosticadas sobre un total de cerca de 126.000 que viven con el virus. Asimismo, todos los años el VIH se transmite a alrededor de 6.500 personas, lo que habla de la necesidad de reforzar las campañas de concientización, educación y difusión sobre prevención con el uso del preservativo y la detección precoz mediante los testeos.

A nivel global, existen múltiples características de la epidemia que se entremezclan con la cultura del lugar, y así la religión, la economía y tantas otras variables dan su carácter particular a la epidemia en cada pueblo, ciudad, país y continente. En este camino, hay creencias que pasan en algún momento a convertirse en mitos generando barreras para trabajar en prevención. Por ello es indispensable conocerlos para manejar información correcta y contribuir así a la educación y no a la estigmatización.

MITO: una persona que vive con VIH tiene síntomas y su estado es notorio con sólo mirarla

No existe una manera de determinar si una persona vive con VIH con sólo mirar su rostro o su cuerpo. Más aún, la mayor parte de las personas que viven con VIH no tienen ninguna sintomatología y cuando ésta aparece tiene que ver con una larga historia de infección asintomática. Por lo tanto, se debe usar preservativo en todas las relaciones sexuales donde haya penetración y realizar la prueba de determinación del VIH aun cuando no se tengan síntomas.

MITO: compartir espacios cerrados, usar el mismo baño o tener contacto físico con una persona que tiene VIH provocará la transmisión del virus

El VIH no se contagia sino que se transmite. Diferenciar estos dos conceptos es de suma importancia para el manejo de la sociedad en relación con la epidemia. Una enfermedad contagiosa es aquella que tiene un agente infeccioso que puede vivir fuera del cuerpo humano y llegar a infectar a través del contacto con el medio ambiente (agua, aire, alimento, etc.) a otro ser humano. En cambio, el VIH es casi inviable fuera del ser humano y para su transmisión necesita un contacto directo entre dos personas a través de las relaciones sexuales, sangre, o de la madre al hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. Por lo general, en las enfermedades contagiosas su prevención se basa en el aislamiento mientras que en las transmisibles, como el VIH, no es necesario aislar a la persona.

MITO: no hay forma de evitar que una embarazada que vive con VIH transmita a su bebé antes o después del nacimiento

Una vía probable de infección por VIH es la transmisión vertical. Una mujer infectada por VIH tiene un 40% de posibilidades de transmitírselo a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Esto plantea que no todo hijo de una madre que vive con VIH necesariamente va a estar infectado y que, actualmente si la madre realiza un tratamiento antirretroviral efectivo se reduce el riesgo de transmisión a menos del 1%, por lo que debemos abogar para que en el futuro cercano no tengamos más niños que nazcan infectados por VIH.

MITO: por tener una única relación sexual sin protección con alguien que tiene VIH no tengo riesgo de contraer el virus

Siempre que haya penetración (oral, anal o vaginal) hay riesgo de transmisión en diversos grados, pero al usar preservativo esa probabilidad de infección nunca es mayor de 5 por ciento. Más allá de esto, el uso del preservativo es la vía más segura para tener relaciones sexuales y evitar además otras enfermedades de transmisión sexual.

MITO: no se puede contraer VIH por hacerse piercings o tatuajes

Además de las relaciones sexuales sin preservativo, otra vía probable de infección es la sangre, a través de las transfusiones, intercambios de agujas o el contacto directo. Los tatuajes o piercings realizados en establecimientos no seguros aumentan el riesgo de transmisión no sólo de VIH, sino que de otras infecciones como las hepatitis B y C, entre otras.

Encuesta

Los datos surgen de la encuesta realizada a las más de 57.000 personas que AHF Argentina testeó sobre VIH desde diciembre de 2012 hasta la actualidad y revelan la necesidad de ampliar la cobertura de este tipo de testeos porque el diagnóstico precoz permite encarar el tratamiento adecuado.

Fuente: BAE Negocios