Varias provincias reportan una suba de pacientes que dejan la seguridad
social para hacerse de sus tratamientos en el sector estatales, que los entrega
gratis. En Misiones, los centros asistenciales reciben hasta un 60 por ciento
más de pedidos, por ejemplo.
A fines del año pasado, la Municipalidad de Rosario advirtió
que sólo en la segunda mitad del 208 se abrieron unas 5.300 nuevas históricas
clínicas en los centros asistenciales público, lo que marca un aumento de la
demanda de pacientes que antes se atendían en la seguridad social. Este
fenómeno tiene una cara alarmante: la cantidad de pacientes que reclaman sus
medicamentos de forma gratuita, ante la imposibilidad de pagarlos en las
farmacias. Esta tendencia se profundiza este año, cuando en menos de dos meses
el valor de los tratamientos subió un 8 por ciento, según las cifras menos
pesimistas. Esto empujó un nuevo desplome de la venta de fármacos, que hace que
más gente vaya al sector estatal a atenderse. Así lo confirman autoridades de
distintos puntos del país, que deben afrontar esta carencia en medio de
problemas de abastecimiento. Algo similar sucedió cuando las vacunas fueron
discontinuadas, y las provincias tuvieron que afrontar ese gasto. Con esta
tendencia, las farmacias pierden ventas y rentabilidad, y comienzan los cierres
como los ocurridos en la provincia de Córdoba.
La caída de las ventas registrada por la Confederación
Farmacéutica Argentina (COFA) para enero y parte de febrero es del 8 por
ciento, de la mano de una suba de igual magnitud en el valor de los
tratamientos. Esto empuja a las familias a buscar los fármacos gratuitos del
sistema público. En Misiones, por ejemplo, esta semana las autoridades
provinciales aseguraron que registraron “un incremento de un 60 por ciento de
la demanda de medicamentos gratuitos en los distintos Centros de Atención
Primaria de la Salud (CAPS)”. “Hay una cantidad importante de misioneros que
recurre al Estado para poder resolver su problema de medicación. El espectro es
muy amplio, va desde antibióticos hasta anticonvulsivantes en los casos más
comunes y algunos tratamientos especiales”, dijo Carlos Báez, subsecretario de
Prevención de Adicciones del Ministerio de Salud Pública. En declaraciones
radiales, el funcionario afirmó que “de lo que habitualmente estábamos
acostumbrados a recibir para dar respuestas tenemos como mínimo un aumento del
60 o 70 por ciento de personas que recurren al Estado para resolver su
problema”.
Báez explicó que la provisión de medicamentos está dada desde
hace mucho tiempo a cargo del Estado nacional y del provincial, en el caso de
los remedios que Nación no envía. “Antiguamente se llamaba Remediar, que se
distribuía en los Caps y algunos hospitales. Y el Estado misionero completaba
con su fábrica de medicamentos lo que la Nación no mandaba. De un tiempo a esta
parte, específicamente el año pasado hemos recibido un 40 por ciento menos de
medicamentos y aquellos que no recibimos y el Estado no los provee, hay que
resolverlos, en algunos casos los compramos por licitación. Y ahí observamos
que el precio de los medicamentos desde junio del año pasado ha sufrido en
muchos de los casos hasta un 700 por ciento de aumento, todo en referencia al
dólar. Esto hace imposible que los pacientes los puedan comprar”, argumentó el
funcionario.
En tanto, desde el Colegio de Farmacéuticos de Misiones se
confirmó esta tendencia. “Hace varios meses que venimos sintiendo una merma,
recordemos que las farmacias son muy estacionales también, tenemos una época
que es muy alta que es la del invierno, meses en que se ve un poco más de
movimiento que son junio, julio, agosto y parte de septiembre, pero a partir de
octubre se notó la baja de venta de medicamentos”, remarcó Patricio Schiavo,
titular de la entidad. “Hay cuestiones que son terapéuticas donde el
medicamento es una necesidad, es un bien social que debe estar muy cercano a la
población, por lo tanto, la baja de venta se da en complejos vitamínicos,
nutricionales, porque hay que recordar que las farmacias funcionan también como
centro de salud”, agregó el farmacéutico. “A veces ocurre que el paciente no
puede solventarlo y lleva en menor cantidad o lleva marcas de segunda línea que
no son las que tanto no sugerimos. El paciente ve cuál droga entra en su
vademécum de la obra social o busca medicamentos más económicos, alternativos”,
remarcó. Por esto, la COFA alertó que existe un “grave problema de salud
pública”, por la falta de acceso a los tratamientos.
Como en Misiones, en Santa Fe notaron esta situación. En la
segunda mitad del año, en los centros asistenciales de la Municipalidad de
Rosario se abrieron 5300 historias clínicas familiares, es decir, recibieron
por primera vez atención en un establecimiento de la Salud Pública. Lo más
destacado de esta cifra, que ya tenía un antecedente similar en 2017, es la
gran cantidad de personas con enfermedades crónicas que buscan su medicación, a
pesar de contar con obra social o prepaga, en la red municipal de salud.
“Hicimos el análisis en dos semestres, uno que involucraba al 2017 y otro que
finalizó el mes pasado, y la tendencia en ambos fue en el mismo sentido: el
incremento de apertura de historias clínicas familiares”, señaló el secretario
de Salud de Rosario, Leonardo Caruana.
Según explicó el funcionario, en el último semestre, más del
50 por ciento de las historias clínicas que se iniciaron fue por la pérdida de
trabajo de los integrantes de la familia. “El otro porcentaje de consulta que
se incorpora son familias que, si bien tienen una obra social o prepaga, van a
buscar una prestación o retirar un medicamento a un efector”, indicó el
especialista en medicina general y familiar. “Vemos un aumento de pedido de
medicación de enfermedades crónicas, como la diabetes, hipertensión arterial,
problemas cardiológicos o del colesterol”, comentó Caruana y agregó: “Por
ahorro, por mejoramiento de la economía familiar, van a retirar el medicamento
al sector público”.
Fuente: Mirada Profesional