La Organización Mundial de la Salud conmemora cada 23 de
marzo el Día Mundial de la Rehabilitación, con el objetivo de resaltar la
necesidad y el derecho que tienen las personas con discapacidad de poder
acceder a tratamientos adecuados y uno de ellos es la equinoterapia. En la
actualidad, en la Argentina no existe una ley nacional que promueva y fiscalice
lo atinente a terapias con animales. Al respecto opinó para Télam Liliana
Agulrre, presidenta de la Fundación de Equinoterapia Sanjuan.
Con el objetivo de resaltar la necesidad y el derecho que
tienen las personas con discapacidad de poder acceder a tecnologías eficaces,
diagnóstico y tratamiento adecuado, la Organización Mundial de la Salud
conmemora cada 23 de marzo el Día Mundial de la Rehabilitación Motriz.
Una de las principales terapias en este sentido es la
equinoterapia, un método terapéutico de habilitación y rehabilitación para
personas con discapacidad en sus diferentes problemáticas. Niños y adultos
recurren a la misma en el país para complementar otros tratamientos
tradicionales, en lugares como Chaco, San Juan, Santa Fe, Tucumán, Salta y
Mendoza, donde es una actividad regulada y cubierta por las obras sociales. Sin
embargo, falta la adhesión de muchas otras provincias.
En Argentina, la práctica comenzó en 1978 de la mano de
María de los Ángeles Kalbermatter, fundadora de la Asociación Argentina de
Actividades Ecuestres para Discapacitados (Aaaepad). A sus 27 años,
Kalbermatter fue diagnosticada con cáncer y sufrió una amputación de la pierna
derecha, lo que la llevó a descubrir la equinoterapia a través de su
recuperación.
Mediante el uso del caballo para la rehabilitación, se
abordan las áreas social, motora y emocional. El movimiento que realiza el
caballo al andar es muy parecido al que hacemos las personas al caminar. Al
subirse a uno, quien tiene un trastorno motor utiliza los mismos músculos que
se emplean al caminar, a la vez que trabaja su postura, mejora su calidad de
vida y favorece su inclusión social.
Los programas son personalizados, específicos y organizados
por el equipo profesional para el paciente, alumno o jinete, para lo cual se
consideran desde el punto de vista médico, las técnicas terapéuticas y de
equitación; desde el punto de vista educacional y/o social, la aplicación de
técnicas pedagógicas; y de equitación para la integración del beneficiario a la
familia y a la sociedad.
Los profesionales de las distintas áreas que intervienen en
los programas de salud, educación y deporte de la Equinoterapia deben incluir
en su formación el respeto y los cuidados en la alimentación y la calidad de
vida de los equinos.
Si bien en el país se ha explorado principalmente en temas
relacionados a la discapacidad, la equinoterapia puede tratar patologías como
el autismo, asma, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, accidentes
cardiovasculares, problemas de conducta, déficit de atención, problemas
alimenticios, problemas de relaciones humanas, ansiedad y depresión, entre
otras.
Los buenos resultados que brindan métodos como la
equinoterapia deben llegar a más personas. Si bien el conocimiento sobre la misma creció mucho durante los
últimos tiempos, la difusión sigue siendo importante y primordial en este
sentido. Es por ello que desde la Fundación Equinoterapia San Juan,
participamos año tras año de charlas informativas y talleres que se realizan en
el marco de Nuestros Caballos, la exposición de La Rural que se realizará del
29 de marzo al 2 de abril.
En la actualidad no existe una ley nacional que promueva y
fiscalice lo atinente a terapias con animales, por ello es imperante la
necesidad de lograr que se efectúe la regulación de la equinoterapia como tal,
para llegar a más personas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Fuente: Télam (por Liliana Aguirre: Presidente de la Fundación de Equinoterapia San Juan, expositora y responsable de la Jornada Internacional de Equinoterapia de la Exposición Nuestros Caballos)