Así declaró la OMS, al trazar su plan quinquenal.
Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió
cuáles son los 10 problemas que, por sus efectos en las poblaciones, están
dando señales preocupantes hasta el punto de considerarlas amenazas para las
salud pública global. En el mismo nivel que la contaminación del aire y el
cambio climático, la circulación de "superbacterias" resistentes a
los antibióticos disponibles o una nueva pandemia de gripe, el dengue y las
enfermedades no transmisibles (obesidad, diabetes o cardiopatías), la OMS ubicó
el rechazo a las vacunas entre las prioridades de su plan estratégico
quinquenal 2019-2023.
"Las dudas sobre las vacunas [la renuencia o el
rechazo] amenaza revertir el progreso realizado en la lucha contra las
enfermedades prevenibles por vacunación -indicó la OMS al dar a conocer este
año sus prioridades de trabajo-. La vacunación es una de las formas más
rentables de evitar la enfermedad: actualmente, previene entre dos y tres
millones de muertes por año y podrían evitarse otros 1,5 millones si se
mejorara la cobertura mundial."
La semana pasada, la organización británica Wellcome Trust
dio a conocer los resultados de un monitoreo global sobre la confianza y el
conocimiento de la población sobre la ciencia y la salud. Entre las preguntas,
que respondieron más de 140.000 personas de 140 países entre abril y diciembre
del año pasado, se incluyó el tema de las vacunas. En el mundo, ocho de cada 10
personas piensan que son seguras y cuatro de cada cinco opinan que son
efectivas. Además, América es la región con porcentajes de adhesión más
provacunas, con Estados Unidos como en país con el valor más bajo, pero por
encima del 70 por ciento.
En la Argentina, hace dos años, una encuesta de Poliarquía
Consultores y Prosanity presentó los primeros resultados sobre la percepción de
la utilidad de las vacunas en la población adulta. En ese momento, se debatía
un proyecto de ley de consentimiento informado en vacunación que contemplaba la
no obligatoriedad de la aplicación de las vacunas del calendario nacional a los
menores de edad. En la encuesta de Prosanity, el 3% de los mayores de 18 años
consideró que las vacunas eran "nada beneficiosas", mientras que el
11% las consideró "poco beneficiosas". Un 83% las definió como
"bastante" o "muy" beneficiosas.
El trabajo mostró, además, que, respecto de otros países, es
baja la cantidad que desconfía de sus efectos (14%), aun cuando apenas un 9%
mencione haber sufrido alguno, como haber tenido un resfrío después de
aplicarse la vacuna antigripal. Otros motivos de desconfianza incluían las
creencias religiosas (3%), el escepticismo hacia la medicina (19%) y el uso de
alguna medicina alternativa (11%).
"En muchos lugares del mundo está el movimiento antivacunas,
que aquí no parecería estar tan extendido", indicó, entonces, a la nacion
el investigador Federico Augustovski, del Instituto de Efectividad Clínica y
Sanitaria (IECS). "En general, las vacunas demostraron en los últimos 100
años ser buenas para la salud pública".
Fuente: La Nación