Fue seleccionada por la revista especializada Science como
lo más destacado del año. Se trata de la inmunoterapia, que se ensaya desde
hace décadas, pero que este año mostró todo su potencial.

La inmunoterapia es una estrategia para enfrentar el cáncer
que se investiga desde hace décadas, pero que recién este año mostró por fin
todo su potencial. “Ha comenzado un nuevo capítulo en la investigación y el
tratamiento del cáncer”, menciona la publicación en el artículo que detalla los
motivos de la elección. En este tipo de terapia no es el tumor el que está en
primer plano, sino el sistema inmunitario. El método busca hacer que las
células del mismo combatan el cáncer. Sin embargo, se trata de una metodología
que sólo ha sido probada con unos pocos tipos de cáncer (melanoma y páncreas,
entre otros) y aún de forma incompleta. Su desarrollo se remonta al
descubrimiento, a finales de los años 80, de un receptor de las células T, el CTLA-4.
Una molécula que juega un papel fundamental en regular el sistema inmunitario.
Cerebro autolimpiante.
Este año se descubrió que el cerebro se limpia y repara
durante el sueño. Con experimentos en ratones, los científicos develaron que,
durante el sueño, el cerebro amplía los canales entre las neuronas. En opinión
de los expertos, ése es el principal motivo por el que los seres humanos
necesitamos dormir.
Mini-órganos multifunción. El desarrollo in vitro de
hígados, riñones o cerebros en tamaño mini sorprendieron. Algún día servirán
para realizar investigaciones y podrían reemplazar el uso de animales en
laboratorio.
Microbios en el cuerpo. Se demostró la influencia de los
microbios que viven en el cuerpo humano. Así, ciertas bacterias del intestino
pueden causar una forma grave de malnutrición. La revista subraya que la
medicina tiene que estudiar más la función de esos microorganismos en futuros
tratamientos.
Clonación de embriones.
Investigadores estadounidenses consiguieron, por primera
vez, clonar embriones y extraer células madre de ellos. Para lograrlo
utilizaron un método que fue el que llevó a la creación de la oveja Dolly,
aunque su intención manifiesta no es, aclararon, producir clones humanos. Para
su polémico estudio los científicos utilizaron una solución que contiene
cafeína.
La estructura CRISPR. El descubrimiento de la estructura
CRISPR, una técnica de modificación de genes, fue celebrado por parte de la
comunidad científica. Más de una decena de grupos de investigación la utilizó
para modificar el genoma de plantas, animales y células humanas. Se cree que
esta estructura servirá como una especie de escalpelo para la manipulación de
genes individuales.
Cerebro transparente.
Una nueva técnica para fabricar tejido cerebral, CLARITY,
facilitará el trabajo de neurobiólogos: el método hace que los tejidos se
vuelvan transparentes y permite explorar el cerebro como nunca antes.
“Transformó por completo la forma en que los investigadores ven ese órgano”,
dice la revista Science.
Vacunas más efectivas. La biología estructural se utilizó
por primera vez en la producción de una vacuna durante este año. De ese modo,
se logró mejorar la efectividad de una de ellas contra una enfermedad infantil.
Paneles solares accesibles.
Un nuevo material, las células fotovoltaicas perovskita,
permite producir paneles solares en forma más barata y con un método de
fabricación más sencillo.
Radiaciones cósmicas. Completa la lista un hallazgo de la
astronomía. Los investigadores consiguieron en 2013 probar la hipótesis que se
tenía desde hace décadas de que el polvo de las estrellas que explotan produce
radiación cósmica.
Fuente: Diario Clarín