Los datos surgen de estadísticas oficiales sobre eventos
adversos relacionados con la atención médica.
Son pocas las estadísticas que se difunden sobre eventos
adversos relacionados con la atención médica. De hecho, el último dato oficial
nacional al respecto es de hace siete años y hasta ahora no había tenido
difusión.
Esos datos, señala hoy el diario La Nación, indican que el 12,1
% de los pacientes en el país sufre de una o más de esas complicaciones.
El país participó en 2007 y 2008 del Estudio Iberoamericano
de Eventos Adversos (Ibeas), un proyecto dirigido por el Ministerio de Sanidad
y Política Social de España y la Organización Mundial de la Salud en
colaboración con los Ministerios de la Argentina, Colombia, Costa Rica, México
y Perú.
El trabajo, en el que se estudiaron los casos de 11.379
pacientes de 58 hospitales, reveló que en la región el 10 % de los pacientes
internados sufre de uno o más eventos adversos durante la atención, y que el
riesgo se duplica a medida que se prolonga la internación.La cifra argentina
fue algo más alta: 12,1 %.
Infecciones, úlceras por presión, cirugía en una parte del
cuerpo equivocada, complicaciones por demoras en el diagnóstico, lesiones en
diferentes órganos, hemorragias o hematoma durante un procedimiento, errores en
la administración de medicamentos y fracturas figuran entre los eventos
adversos más comunes durante la atención médica, según los resultados del
relevamiento.
El profesor José María Paganini, director del Centro
Interdisciplinario Universitario para la Salud (INUS) de la Universidad
Nacional de La Plata, le atribuyó a la "desorganización" del sistema
unos 600.000 eventos adversos y 15.000 muertes anuales al extrapolar
estadísticas que el INUS adaptó localmente.
La lista de los diez eventos adversos más comunes en la
Argentina, según publicó La Nación, son:
1 - Úlcera por presión (áreas de piel lesionada por
permanecer en una misma posición durante demasiado tiempo).
2 - Infección de herida quirúrgica.
3 - Neumonía nosocomial (adquirida en el hospital).
4 - Sepsis y shock séptico.
5 - Lesión en un órgano durante un procedimiento.
6 - Otros relacionados con infección nosocomial.
7 - Quemaduras, erosiones y contusiones (incluyendo
fracturas consecuentes).
8 - Otros relacionados con los cuidados.
9 - Bacteriemia asociada a dispositivo (por ejemplo un
cateter o un respirador).
10 - Intervención quirúrgica ineficaz o incompleta.
Fuente: Clarín