No cumplen con estándares destinados a evitar el uso de
datos sensibles
Un estudio europeo en el que han participado investigadores de la Universitat Rovira i Virgili ha detectado graves problemas de seguridad después de analizar las veinte ‘app’ Android de salud mejor valoradas y con una puntuación más alta.
El 80% de las aplicaciones de salud más populares
disponibles para Android no cumplen con muchos de los estándares destinados a
evitar el uso y la divulgación de datos sensibles de los usuarios. Así lo
demuestra un estudio europeo, iniciado en 2016, en el que ha participado Agustí
Solanas, jefe del Grupo de Investigación en Salud Smart, del Departamento de
Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universitat Rovira i Virgili (URV),
junto con investigadores de la Universidad del Pireo (Grecia) liderados por
Constantinos Patsakis.
La investigación ha puesto en evidencia graves problemas de
seguridad en estas aplicaciones, las veinte más populares de la red. El trabajo
ha consistido en analizar y poner en conocimiento de los desarrolladores los
problemas de seguridad detectados, y comprobar posteriormente si se habían
resuelto.
Las aplicaciones seleccionadas por los investigadores tenían
de 100.000 a 10 millones de descargas cada una y una calificación mínima de 3,5
de 5. Para analizar su funcionamiento, los investigadores interceptaban,
almacenaban y monitores los datos privados de los usuarios, como problemas de
salud, enfermedades o agendas médicas.
Un 50% de las aplicaciones compartía con terceros datos personales, tanto de texto como multimedia
Los investigadores analizaron las comunicaciones de las
aplicaciones, como almacenaban la información o qué permisos requerían para
poder funcionar, así como la manera en que se administraban los datos. Los
resultados demostraron la existencia de graves problemas de seguridad en la
gestión de los datos de los usuarios.
Solo un 20% de las aplicaciones almacenaba los datos en los
teléfonos inteligentes de los usuarios, y una de cada dos solicitaba y
administraba las contraseñas de inicio de sesión sin utilizar una conexión
segura.
Los investigadores también detectaron que un 50% de las
aplicaciones compartía con terceros datos personales, tanto de texto como
multimedia, así como imágenes de rayos X, por ejemplo. Otro dato: más de la
mitad transmitió datos de salud de los usuarios a través de enlaces HTTP, lo
que conlleva que cualquier persona que tenga acceso pueda disponer de estos
datos.
De las aplicaciones sometidas a estudio, un 20% no
transmitía al usuario ninguna política de privacidad o el contenido no estaba
disponible en inglés, el idioma de la aplicación. Otros pedían acceso a la
geolocalización, micrófonos, cámara, lista de contactos, tarjeta de
almacenamiento externo o Bluetooth de los usuarios, aunque el buen
funcionamiento de la aplicación no dependía del acceso a estos datos.
Información a las empresas
Una vez finalizado el análisis, los investigadores pusieron
en conocimiento de las empresas desarrolladoras de las aplicaciones todos los
problemas de seguridad detectados. Pasado un tiempo, volvieron a evaluarlas con
los mismos parámetros que en el estudio inicial. Aunque detectar que algunas de
las carencias se habían resuelto, como transferencias de datos de salud
inseguras o la posibilidad de identificar a los usuarios debido a
transferencias de datos inseguras a terceros; otros problemas, como las
filtraciones de datos de uso de la aplicación, no se habían corregido.
Este trabajo ha sido parcialmente financiado por el proyecto
europeo Operandi (del programa H2020) y también ha recibido financiación del
programa Cooperación en Ciencia y Tecnología, a través de la Acción Cryptacus.
Referencia bibliográfica:
"Security and Privacy Analysis of Mobile
Health Applications: The Alarming State of Practice". A. Papageorgiou, M.
Strigkos, E. Politou, E. Alepis, A. Solanas, C. Patsakis. IEEE Explore. DOI:
10.1109/ACCESS.2018.2799522
Fuente: IntraMed