jueves, 22 de enero de 2015

La OMS destacó el plan argentino que busca reducir el contenido de sal en alimentos

En su informe anual sobre enfermedades no trasmisibles, la entidad sanitaria internacional resaltó el impacto del programa “Menos sal, más vida”, que redujo un 25 por ciento el consumo de este producto, gracias a acuerdos para elaborar alimentos como el pan con menos sodio. Se estima que el país consume el doble de sal que lo recomendado por la OMS.

A fines del 2013, con una ley aprobada en el Congreso nacional, la Argentina comenzó a regular la sal que contienen los alimentos, en el marco de una carrera por reducir el consumo de este producto, factor de riesgo para varias enfermedades. El programa, al cual se fueron adhiriendo varias provincias y elaboradores de alimentos, apunta a acercar al país a los 5 gramos de sal diaria que recomiendan las autoridades sanitarias. Su impacto comenzó a hacer notar en 2014, con acuerdo para reducir el sodio en el pan, además de campañas informativas y algunas leyes relacionadas. Esta semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó el plan nacional, como un avance en la lucha contra las enfermedades asociadas al consumo abusivo de sal.

La entidad resaltó el plan argentino en el arco de su informe anual sobre enfermedades no transmisibles. En el mismo, remarcó los avances en el país del programa “Menos sal, más vida”, que busca la reducción de este elemento en los alimentos. En concreto, la OMS aseguró que desde que se puso en marcha se logró “una reducción del 25 por ciento en el contenido de sal en el pan, gracias a una política impulsada por el Estado nacional con la activa participación del sector privado”.

Para la OMS, “la reducción de sal es reconocida como la intervención más costo-efectiva para prevenir a nivel de la población la hipertensión arterial, el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares”, y recordó que otros países de la región también promueven la reducción del consumo de sal en alimentos envasados y el pan.

Desde el Ministerio de Salud nacional informaron que el plan “Menos sal, más vida” es una iniciativa “que persigue disminuir el consumo de sal de la población en su conjunto para reducir la importante carga sanitaria que representan las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales”. La campaña, “constituye una de las principales acciones de promoción de la salud y forma parte de un plan integral de prevención y control de Enfermedades crónicas no transmisibles”.

Se estima que los argentinos consumen entre 11 y 12 gramos de sal diarios, más del doble que los cinco recomendados por la OMS. Casi el 70 por ciento de esa sal proviene de los alimentos procesados, entre ellos el pan, que es de consumo masivo, y llega a todos los hogares y edades.

Por eso, este plan busca “la concientizacion a la población sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas, reducción progresiva del contenido de sodio de los alimentos procesados mediante acuerdos con la industria de alimentos, y reducción del contenido de sal en la elaboración del pan artesanal”.

En este último caso, las provincias fueron sumandos a entidades que reúnen a los elaboradores de pan para que reduzcan el contenido de sal. Esta reducción no es percibida por los consumidores, ni afecta las características del producto, pero contribuye a evitar un importante número de muertes por año. A nivel nacional se espera que en el año 2020 todas las panaderías del país adhieran al programa, sumándose a la iniciativa saludable para todas las comunidades (ver infografía presentando el programa).

Enfermedades no trasmisibles

En cuanto al informe de la OMS, la entidad llamó a los gobiernos a realizar acciones urgentes para reducir la carga de enfermedades no transmisibles, y evitar que 16 millones de personas mueran cada año en el mundo en forma prematura (antes de los 70 años), a causa de enfermedades cardíacas y pulmonares, accidentes cerebrovasculares, cáncer y diabetes.

"La comunidad mundial tiene la oportunidad de cambiar el curso de la epidemia de enfermedades no transmisibles", aseguró la directora general de la OMS, Margaret Chan, quien lanzó el informe de la Situación Mundial de las Enfermedades no Transmisibles 2014. "En 2015, todos los países necesitan establecer objetivos nacionales e implementar acciones rentables. Si no lo hacen, millones de vidas se seguirán perdiendo demasiado pronto", afirmó.

El informe sostiene que la mayoría de las muertes prematuras por estas enfermedades son prevenibles. De los 38 millones de vidas perdidas en 2012, 16 millones o 42 por ciento fueron prematuros y evitables. “Las muertes prematuras pueden reducirse significativamente mediante políticas gubernamentales que disminuyen el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, que promueven los alimentos saludables y la actividad física, y la entrega de asistencia sanitaria universal”, remarcó la OMS.

El informe de la OMS aporta la base para supervisar la aplicación del plan de acción mundial para las enfermedades no trasmisibles 2013-2020, destinado a reducir el número de muertes prematuras en un 25 por ciento para 2025. Asimismo, el estudio pide más medidas que deben adoptarse para frenar la epidemia, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos, donde las muertes por enfermedades no transmisibles están superando las causadas por enfermedades infecciosas. Casi tres cuartas partes de todas las muertes por enfermedades no transmisibles (28 millones), y el 82 por ciento de los 16 millones de muertes prematuras, se producen en países de ingresos bajos y medianos.

Además, estos males causan pérdidas millonarias. La OMS calcula que el costo de reducir la carga mundial de las enfermedades no transmisible es de 11.2 billones de dólares al año: una inversión anual de 1 a 3 dólares por persona.

Fuente: Mirada Profesional