La agencia reguladora
informó que aprobó el uso de Nivolumab para el tratamiento de linfoma de
Hodgkin clásico. Hace unos meses, el fármaco había recibido el visto bueno para
utilizarse en otros tumores.

La ampliación en el uso de Nivolumab fue confirmada esta
semana por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología
Médica (ANMAT), que aprobó su aplicación en personas con linfoma de Hodgkin
clásico que no responden al tratamiento inicial o tengan recaída. Según los
especialistas, este paso les agrega “una oportunidad de tratamiento”, que se
demostró eficaz en dos de cada tres personas de las que participaron en los
ensayos clínicos. "Esta terapia constituye una nueva alternativa para
pacientes que ya se enfrentaron a múltiples líneas de tratamiento y en los que
hay un progreso de la enfermedad", comentó Marta Zerga, presidenta de la
Sociedad Argentina de Hematología y directora del Área Médica del Instituto
Oncológico Ángel Roffo.
La médica consideró que "se trata de una estrategia
innovadora al ser la primera terapia aprobada en el país que bloquea puntos de
control inmune, activando la respuesta inmunológica del propio organismo".
El linfoma de Hodgkin clásico es un tipo particular de tumor
del tejido linfático que produce agrandamiento ganglionar y se presenta más
frecuentemente en gente joven, con un primer pico de incidencia entre los 16 y
los 34 años y un segundo a partir de los 55. Desde su origen en un ganglio o
grupo ganglionar, el linfoma de Hodgkin se disemina a otras regiones
ganglionares, pudiendo comprometer otros órganos en etapas avanzadas de la
enfermedad.
El tratamiento de quimioterapia convencional (sólo o
asociado a radioterapia) permite curar a un porcentaje significativo de
pacientes, pero entre el 5 y el 10 por ciento de ellos no responden al
tratamiento inicial (pacientes refractarios) y entre un 15 y un 25 por ciento
sufre una recaída. "Los pacientes recaídos o refractarios cuentan ahora
con nuevas estrategias terapéuticas", informó la especialista.
La nueva inmunoterapia ya había sido aprobada por ANMAT en
mayo pasado para el tratamiento de pacientes con enfermedad metastásica de la
forma más frecuente de cáncer de pulmón, cáncer renal y melanoma.
Fuente: Mirada Profesional