Lo presentó el
senador nacional Roberto Basualdo, y busca mejorar el acceso de las personas
con discapacidad visual a la información a la hora de tomar un fármaco. Como
novedad, la iniciativa busca que se entreguen prospectos extras en los
mostradores, para ser distribuidos entre pacientes. Entidades que agrupan a
personas ciegas dicen que es un primer paso, pero que falta mucho para
garantizar los derechos de estos pacientes.
Existen varios
proyectos para que los medicamentos tengan información en braille, destinadas
para personas con disminución visual. Esta semana, una nueva iniciativa incluye
un dato novedoso: que los laboratorios entreguen a las farmacias prospectos
extra con ese lenguaje, para que puedan ser entregados en los mostradores a
personas que tengan esta discapacidad. El proyecto del senador nacional por San
Juan Roberto Basualdo busca hacer protagonista a los farmacéuticos, para que
puedan dar más información para que el paciente tenga acceso a todos los datos
de los fármacos.
El proyecto de ley de Basualdo se presentó esta semana y
propone que los laboratorios ofrezcan una partida de medicamentos con el nombre
de su marca registrada, el nombre genérico y la fecha de vencimiento en
tipología braille. “Muchas personas no videntes viven solas y no cuentan con un
pariente o amigo que pueda asistirlos en sus tareas y necesidades, es por eso
que se requiere que el Estado se haga presente con políticas que los incluya y
les permita su total integración a la sociedad”, subrayó el autor del proyecto.
Según señaló el senador, “la población de no videntes desde
hace tiempo viene reclamando, entre otras medidas, la identificación en
tipología braille de los medicamentos. Esto les posibilitaría elegir
libremente, con la información adecuada y por sus propios medios, la medicación
a tomar, conocer su posología y contraindicaciones”. Para eso, los laboratorios
deberán proveer a cada farmacia un prospecto de cada medicamento con este tipo
de escritura.
“Tengamos presente que estas personas deben luchar a diario
con un sinnúmero de obstáculos que les impide desarrollarse plenamente”,
subrayó Basualdo, y agregó, “no debemos olvidar que nuestra Constitución
Nacional establece los derechos y garantías de todos los habitantes de nuestro
suelo argentino. No excluye a las personas con alguna discapacidad”.
En ese mismo sentido, el legislador recordó que “el artículo
42 de la Constitución Nacional, en su primer párrafo dispone que los
consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de
consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una
información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de
trato equitativo y digno. Estos derechos están desarrollados por la Ley de
Defensa del Consumidor”.
Basualdo explicó que “no es necesario que todos los envases
de los medicamentos cuenten con el nombre de la marca, la fecha de vencimiento,
los miligramos de droga y el laboratorio en escritura braille; lo que sí solicitamos
es que el Ministerio de Salud determine la cantidad de unidades por partida de
cada medicamento en función de la cantidad de personas no videntes registradas
en todo el país”. Finalmente, manifestó: “como legisladores, debemos atender
las necesidades de quienes nos eligieron para representar sus necesidades e
inquietudes, sin discriminación, garantizando la equidad e igualdad para
todos”.
Conocida la iniciativa, desde el Centro de Rehabilitación en
Discapacidad Visual ASAC consideraron que el proyecto “es un avance”, aunque
advirtieron que “no resuelve el problema en su totalidad”. "No todas las
personas ciegas leen braille: de los 160 que acuden a nuestro centro, sólo unos
35 manejan ese código", explicó la titular de la entidad, Graciela Morel. La
especialista señaló que el sistema "no es sencillo" y que
"muchas de las personas que pierden la visión después de los 40 años no lo
aprenden, por lo que son también útiles otro tipo de iniciativas". Entre
ellas, mencionó la aplicación para teléfonos móviles con sistema Android que se
está desarrollando en España con la colaboración de la asociación de
farmacéuticos de ese país, que "lee los prospectos y los transforma en
audio".
"Ninguna solución alcanza a todos, para acceder a esa
aplicación hay que tener un smartphone con sistema Android. Además, hay
particularidades a tener en cuenta: por ejemplo, a las personas con baja visión
que suelen usar diferentes gotas y varias veces al día, les sirve que las cajas
sean de distinto color o que tengan alguna distinción icónica, como ya hace la
mayoría de los laboratorios oftalmológicos", agregó.
Otro de los puntos del proyecto que preocupa a Morel es la
disposición para que los laboratorios tengan el prospecto de los medicamentos
que venden en braille: "Lo que ocupa cuatro carillas impreso en tinta en
braille ocupa el doble, las hojas son más grandes, las farmacias deberían tener
una biblioteca y actualizarla cada vez que haya cambios en algún
prospecto", advirtió.
Fuente: Mirada Profesional