Así lo indica el primer estudio sobre el plan 2012 contra la
reaparición de esa infección.
La primera evaluación del plan de vacunación materna contra
la tos convulsa revela que la iniciativa de 2012 redujo a la mitad las
infecciones en los menores de dos meses en las provincias con alta cobertura de
las embarazadas con la triple bacteriana acelular (dTpa), que también protege
contra el tétanos y la difteria. Los resultados publicados hace dos meses en la
revista Vaccine aportan datos que no se conocían en el país.
El programa lo implementó el Ministerio de Salud de la
Nación luego de que en 2011 se triplicaron los casos y se quintuplicaron las
muertes por tos convulsa en el primer año de vida. Esta infección respiratoria
es altamente contagiosa; la provoca la bacteria Bordetella pertusis, que se
transmite al toser o al estornudar.
Los datos oficiales sobre la vacuna, recomendada a partir de
la 20» semana de gestación, los analizó la Fundación Infant a pedido de la
Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles. Para compensar
la falta de algunos datos, se organizó a las provincias de acuerdo con el
alcance de la vacunación: más o menos el 50% de las embarazadas inmunizadas.
El análisis también demostró que la reducción de los casos
bajó del 51% al 44% entre los dos y seis meses de edad, para seguir cayendo.
En 2011, cuando reapareció la infección hubo 2821 casos,
comparados con 1009, el año anterior, y 1923, al año siguiente, cuando se
implementó la vacunación materna. En 2013, se confirmaron 1112 casos.
La entonces jefa del Programa Nacional de Inmunización del
Ministerio de Salud, Carla Vizzotti, aparece como autora del estudio hecho en
2014 (publicado hace dos meses) y comparte la lista de nombres Juan Manzur,
ministro de Salud al momento de encargar el estudio.
La Argentina fue, en 2012, el primer país de la región en
recomendar una dosis de la vacuna en las embarazadas para proteger a los bebes
hasta los seis meses. En 2013, la dTpa se incorporó al calendario nacional de
vacunación. Eso tuvo un efecto adverso: cayó el uso de la dosis de refuerzo
recomendada entre los 15 y los 18 meses de edad. El esquema en los chicos
incluye tres dosis a los dos, cuatro y seis meses de edad, más dos refuerzos
entre los 15 y los 18 meses y al ingreso escolar.
"Evaluar el impacto de una intervención en salud
pública importante es una decisión saludable. Medir las estrategias sanitarias
es fundamental para que los gobiernos tomen decisiones", opinó Fernando
Polack, director de la Fundación Infant. "Ahora sabemos, por ejemplo, que
el efecto aquí estuvo muy por debajo del obtenido en Gran Bretaña, donde la
vacunación materna contra la tos convulsa redujo un 90% los casos
infantiles."
El estudio inglés se hizo casi en el mismo período que el
argentino y la diferencia en los resultados la explican las condiciones
socioeconómicas. "Cuanto más pobre es un país o vulnerable es su
población, menos expectativas podrán satisfacer las vacunas -explicó Polack-.
Esto nos dice con qué contaremos cuando haya un nuevo resurgimiento de la
infección, que sin duda ocurrirá."
Fuente: La Nación