Médicos clínicos y epidemiólogos alertaron sobre el término
sanitario para denominar la coexistencia de dos o más epidemias en una
población. La preocupación de sumar la gripe estacional y el sarampión, entre
otras enfermedades.
En medicina antropológica, cuando dos o más epidemias actúan
en forma simultánea en una población, con características sociales comunes e
interactúan entre sí a nivel biológico, psicológico y social, estamos frente a
una sindemia o epidemia sinérgica.
Hasta ahora, la teoría sindémica se había aplicado a
problemas de salud con comorbilidades como por ejemplo la desnutrición, la
obesidad, problemas cardiovasculares, entre muchas otras. Ello obliga a varios
países a elaborar marcos conceptuales para mejorar la comprensión de los
factores de riesgo, a fin de implementar programas de prevención e intervención
para abordar las comorbilidades.
Pero desde que el mundo conoció al nuevo coronavirus y a la
enfermedad COVID-19 que genera, la teoría sindémica debió ser actualizada
frente a la pandemia común que atraviesa a todos los países, en donde cada uno
de éstos debe también hacer frente a los problemas sanitarios locales o
regionales que sufren.
En el caso de Argentina, el brote del nuevo virus SARS-CoV-2
comenzó cuando la epidemia de dengue ya estaba circulando. Y también cuando
enfermedades como el sarampión volvieron a ser noticia a raíz de la baja
vacunación en la población experimentada en los últimos años.
El doctor Pablo Elmassian, médico infectólogo (MN 95.804) en
Stamboulian Servicios de Salud, explicó a Infobae que más allá del COVID-19 hoy
en el país hay otras enfermedades que coexisten y son un problema sanitario
grave.
“En primer lugar, hay que estar informado y saber que
existen varias enfermedades epidémicas graves. La población tiene que tomar
conciencia de que son enfermedades que todavía no se han ido y están entre
nosotros. Y sobre las que están circulando es importante tomar conocimiento de
los síntomas de cada una de ellas para ir rápidamente a consultar al médico”, precisó
Elmassian, que apuntó que “en Argentina estamos atravesando la pandemia del
nuevo coronavirus SARS-CoV-2, la del dengue que todavía está circulando fuerte,
y también hay otras enfermedades como el sarampión o la tuberculosis que son
preocupantes. Y eso que también falta, porque recién vamos a entrar en mayo, la
gripe estacional o influenza común”.
Respecto a los cuidados y actuar de la comunidad médica, el
especialista indicó que es importante que a los profesionales de la salud no se
le pasen por alto todas estas enfermedades, conocer cuáles son las que están
actuando y no dejar pasar por alto los diagnósticos y test para identificarlas
correctamente a fin de comenzar a tratarlas.
“Tengo un paciente que me llamó preocupado porque había
tenido fiebre mayor de 38 grados y dolor de garganta y tos. Pero como la fiebre
alta le duró solo un día, en su cobertura privada de salud le dijeron que
estaba en una zona gris y debía esperar para realizarle un test por COVID-19.
Eso es una locura, porque minimizar los síntomas no es lo correcto. Lo que
tienen que hacer es aislarlo y hacer el examen. Puede ser un paciente
asintomático o con un cuadro leve que puede seguir contagiando”, remarcó con
preocupación Elmassian.
“Y respecto al dengue es muy importante informar y educar a
la gente los síntomas y explicarle que cuando le baja la temperatura, o tiene
sangrado de encías, nariz o abdomen, la enfermedad se puede complicar. Hay que
anticiparles a las personas lo que les puede suceder”, agregó.
El experto precisó que “es sumamente importante no
desatender las enfermedades de base como alguna cardiovascular o la diabetes,
por ejemplo, ya que son un factor de riesgo frente al COVID-19 y otras. Hay que
alentar a la gente a seguir con los controles médicos de rutina o las diálisis
que deben tener, indicándoles las precauciones a tomar cuando salen a la calle
para concurrir al médico: utilizar barbijo, mantener una distancia social y no
tocar nada o bien no llevarse las manos a la cara luego de tocar alguna
superficie, hasta tanto lavemos las manos con agua y jabón o nos apliquemos alcohol
en gel”.
“Meses atrás estábamos libres de sarampión, pero ahora eso
cambió y hay registros de casos que no se detienen frente al coronavirus. El
sarampión es una enfermedad mucho más contagiosa que el COVID-19 por vía
respiratoria. Es curioso, pedimos vacunas contra el COVID-19 pero no utilizamos
la que tenemos para el sarampión u otras. Respecto a la tuberculosis hoy
tenemos un tratamiento y también la vacunación de vacuna BCG para bebés”,
concluyó el especialista.
Roberto Debagg, médico infectólogo pediatra, coincidió con
Elmassian y destacó que en el país hoy tenemos mayoritariamente dos epidemias
en circulación en Argentina: COVID-19 y dengue.
“El tema es que son dos muy importantes que están circulando
mucho y se pueden juntar con otras como el sarampión y la gripe estacional. El
problema es que su coexistencia puede generar problemas para identificarlas y
una persona puede tener varios síntomas y creer que padece algo que no tiene o
no atender algo que sí sufre. Una prueba para COVID-19 tarda pocas horas. Pero
el resultado de dengue positivo puede estar en 2 o 3 días. Además, la influenza
o gripe común tiene síntomas parecidos al COVID-19 y va a generar mucha
confusión cuando comience a circular a partir de mayo o junio”, alertó el
experto.
Y agregó: “Nadie puede predecir qué va a pasar en este
invierno. Además, se agregará la bronquiolitis, una enfermedad originada por el
virus sincicial respiratorio que es la responsable de más del 30% de los casos
de internación pediátrica en época invernal. Y constituye la primera causa de
internación en menores de dos años. Estamos viviendo dos epidemias con COVID-19
y dengue y se pueden agregar otras dos enfermedades como bronquiolitis y gripe
estacional”.
Miguel Carlos Sangiovanni, (M.N. 78.412) médico especialista
en Hipertensión Arterial en DIM, Centros de Salud, afirmó a Infobae que el
términos antropológico la Sindemia está asociada médicamente a las enfermedades
no transmisibles. “Antiguamente el ser humano se moría de enfermedades no
transmisibles, como las infecciones porque la medicina no estaba desarrollada y
no había tratamientos médicos como los antibióticos o vacunas”.
“Hoy, el 70% de las patologías que tenemos son no
transmisibles, como por ejemplo las enfermedades crónicas como la obesidad,
diabetes, tabaquismo, hipertensión, adicciones, etc. Las enfermedades no
trasmisibles influyen en un determinado contexto económico de una población. Y
esas mismas enfermedades en personas con escasos ingresos, sin cobertura
sanitaria y con un bajo nivel cultural, generan mayor angustia, estrés y
depresión”, agregó Sangiovanni.
Y continuó: “Si yo tengo más acceso a la salud y al
conocimiento voy a poder hacerle frente a distintas enfermedades. Y respecto al
nuevo coronavirus esto impacta de manera clara y objetiva, ya que hoy no sólo
una epidemia de una patología crónica no trasmisible se adecua a un marco
económico, sino también la transmisible como el COVID-19 o el dengue”.
El experto resaltó que es importante destacar, aparte del
aspecto socio económico de un país, su nivel cultural frente a una pandemia.
“Un ejemplo claro son actualmente Estados Unidos y Nueva Zelanda. Dos países
con un alto poder económico que abordaron al virus SARS-CoV-2 de manera
distinta y con resultados diametralmente opuestos. Hoy EEUU está sufriendo una
pandemia feroz, mientras que en Nueva Zelanda advirtieron desde un primer
momento que era un tema muy serio, con un algo riesgo y tomaron medidas
ejecutivas efectivas para frenarla. Allí vemos como en dos países con los
mismos recursos, la enfermedad tuvo diferente comportamiento”, comparó.
Esteban Chilelli, médico clínico en el Sanatorio Modelo de
Caseros, ubicado en provincia de Buenos Aires, indicó que todavía hay mucho
trabajo que hacer respecto a la comunicación que hay que hacer en la comunidad,
desde la parte estatal hasta los médicos y los medios informativos. Y las
personas tiene un rol clave para evitar que estas enfermedades que transitamos
disminuyan o se erradiquen”.
Y dejó como idea central: “Si háces la cuarentena como
corresponde en tu casa es muy probable que no te contagies de COVID-19. Si no
acumulás agua en cacharros y el gobierno fumiga, es probable que el mosquito
del dengue no circule. Y si te vacunás contra el sarampión y otras enfermedades
es muy probable que nunca las padezcas”.
Fuente: Infobae