Lo confirmaron las autoridades del Malbrán. Es para prevenir
una enfermedad infecciosa endémica que afecta a la población de parte de las
provincias de Buenos Aires, Santa Fe, La Pampa y Córdoba.
Argentina vuelve a poner en marcha la producción de la
vacuna contra la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA), una enfermedad infecciosa
endémica que afecta a la población de parte de las provincias de Buenos Aires,
Santa Fe, La Pampa y Córdoba. Para eso, invertirán alrededor de 9 millones de
pesos. Su fabricación se había discontinuado en 2018. Esperan tener nuevas
dosis a principios de 2021.
"La vacuna se dejó de producir por falta de presupuesto
para reparar equipamiento. Para hacerla se necesita agua, frío y aire de
calidad", explica a Clarín Pascual Fidelio, director del Instituto
Malbrán. Por esta razón es que ya trabajan en la remodelación de la planta de
Pergamino del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio
Maiztegui, donde se desarrollarán las nuevas dosis. "Esperamos tenerlas
para los primeros meses del próximo año", señala Fidelio.
Se trata de una enfermedad "huérfana", porque está
circunscripta a una zona de nuestro país. "El virus se llama Junín y lo
transmite un ratón maicero", detalla la infectóloga Elena Obieta, que es
miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y jefa de servicio de
Enfermedades Transmisibles y Emergentes del Municipio de San Isidro.
Se la conoce como el "mal de los rastrojos", en
referencia a los restos de hojas que quedan después de la cosecha. Es que los
roedores portadores del virus comen esos rastrojos. Si bien por esta razón al
principio afectaba más a las poblaciones rurales, con el tiempo también llegó a
las ciudades.
En la década del ´50 se registró una epidemia de FHA y en
1984 se desarrolló la vacuna impulsada por un investigador argentino en Estados
Unidos. Sin embargo, recién en 2007 ingresó en el calendario de vacunación para
los que residen en las zonas afectadas y sigue vigente hasta hoy.
Se indica una única dosis en la vida, se puede dar a partir
de los 15 años y tiene que aplicarse al menos un mes antes de exponerse al
virus.
Según Obieta, el área endémica se fue agrandando con el
aumento de la explotación sojera: "Hoy hay 5 millones de personas
expuestas", advierte. Se transmite por la piel o las mucosas. Al
principio, se manifiesta como cualquier gripe con fiebre y decaimiento. Luego,
ocasiona enrojecimiento de los ojos, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
"En estadíos más avanzados tiene manifestaciones
hemorrágicas", agrega la infectóloga. A los pacientes con la enfermedad se
los trata con plasma donado por personas recuperadas de FHA. Esta terapia, que
utilizada en forma temprana llevó a reducir la tasa de letalidad de un 30% a un
1%, hoy es uno de los tratamientos que buscan implementar frente al
coronavirus.
Fuente: Clarín