Mostrando las entradas con la etiqueta Profesionales de la Salud. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Profesionales de la Salud. Mostrar todas las entradas

martes, 22 de junio de 2021

Yedlin, sobre el proyecto de enfermería: "En la Argentina hay que cambiar un criterio cultural"

El titular de la Comisión de Salud de Diputados argumentó que la iniciativa busca "jerarquizar a los enfermeros y enfermeras como profesionales de la salud y establecer mecanismos para favorecer su formación continua".

El titular de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Pablo Yedlin (Frente de Todos-Tucumán), señaló que el proyecto de su autoría sobre enfermería, presentado el sábado por el presidente Alberto Fernández en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, busca "jerarquizar a los enfermeros y enfermeras como profesionales de la salud y establecer mecanismos para favorecer su formación continua", lo que significará "cambiar un criterio cultural en la Argentina".

En una entrevista con Télam, el legislador y además médico graduado en la Universidad Nacional de Tucumán, donde se especializó en terapia intensiva pediátrica, aseguró que la iniciativa de sancionar una Nueva Ley de Enfermería "era un proyecto altamente esperado por los enfermeros y enfermeras de la Argentina" como también "por las unidades formadoras" de esa profesión, clave para el sistema de salud.

Al referirse a la actualidad de la enfermería en el país, Yedlin remarcó que la Argentina, comparado con cualquier país latinoamericano, "tiene un déficit estructural" en ese punto, que "inclusive está muy por debajo de los números de todos los países desarrollados en cantidad de enfermeros", y luego planteó que "pocos de estos enfermeros son universitarios".

"Canadá tiene por arriba de 10.000 habitantes cada 100 enfermeros, y Argentina, depende del relevamiento, pero no llega al 40 por ciento, por lo que estamos muy por debajo de media mundial, e incluso muy por debajo de países como Perú", graficó a modo de ejemplo.

-Télam: ¿Qué porcentaje de licenciados en enfermería hay en el país?

-Yedlin: Tenemos terciarios, universitarios y auxiliares, pero la proporción de licenciados en el país no supera el 20 por ciento, cuando en los países desarrollados el porcentaje de enfermeros universitarios es por arriba del 50 o 55 por ciento. Esta es una vieja historia del país, de jerarquización de la profesión, que muchas veces trae aparejado salarios bajos, o que al haber pocos enfermeros, sean los mismos en diferentes trabajos. Tenemos números muy malos, muy bajos, en cantidad de enfermeros comparados con el mundo y con países de Latinoamérica, aun con aquellos que tienen estructuras de salud menos fuertes que la Argentina. La relación enfermera-médico que tenemos debiera ser dos enfermeras por cada médico pero en muchos lugares de la Argentina es al revés: dos médicos por cada enfermera.

-T: ¿Y a qué atribuye esto?

-Y: Tiene que ver con una histórica desjerarquización de esta profesión, y por eso es muy importante cambiar un criterio cultural en la Argentina, y mostrar la importancia que tiene la enfermería. Jerarquizarla, profesionalizarla, pagarles mejor a los profesionales, y mantener especialización continua para generar condiciones que permitan que la situación cambie en el tiempo. Porque Argentina no ha tenido políticas sostenidas en el tiempo en forma general y para fomentar esta profesión. Hay mucho por hacer y el objetivo de esta ley es dar un marco y recursos para poder hacerlo.

-T: ¿Y qué políticas existen en la materia?

-Y: Los ministerios de Salud y de Educación de este gobierno han venido generando en el último año y medio políticas en este sentido, destacando en eso la flamante Dirección de Enfermería, que el Ministerio de Salud nunca había tenido; también un Plan de Enfermería Nacional, que es fundamental; y tener en el Ministerio de Educación el lnstituto Nacional de Formación Técnica, que tiene un programa específico que se llama Pronafe (Programa Nacional de Formación de Enfermería), que genera becas y también ayudas a los centros de capacitación terciaria.

-T: ¿El proyecto de ley busca apuntalar esas políticas?

-Y: El proyecto lo que hace es multiplicar esas ayudas. Busca generar un marco político de estabilidad en la necesidad de educar a estas personas, de ayudar a las unidades formadoras, de acrecentar su calidad y generar una serie de elementos para el programa de enfermería. En el texto se establece que el 2 por ciento del gasto del Ministerio de Salud debe estar destinado al tema de enfermería, porque es algo muy importante a priorizar.

-T: ¿Ese monto es suficiente para cubrir estas políticas?

-Y: Eso es lo que hoy se gasta desde el Ministerio de Educación en estos programas, y a lo que apunta el proyecto es a que no se desfinancie. Porque, muchas veces, vemos que cuando los gobiernos cambian estos programas dejan de existir, y la idea es tenerlo por una ley para darle continuidad y un criterio de política de Estado.

-T: ¿Cómo será el trámite legislativo del proyecto? ¿Habló con otros bloques?

-Y: El proyecto debe ser sometido al estudio de las comisiones, de los asesores, y luego veremos en que termina. He hablado con la vicepresidenta de la comisión, Carmen Polledo (PRO), contándole del proyecto, y vamos a comenzar a plantearlo, con asesores, en una reunión conjunta con la comisión de Educación, dado que la autoridad de la ley es el Ministerio de Educación. Esto es así porque casi todas las medidas que se plantean en el proyecto tienen que ver con el sistema educativo o de formación de enfermería, más allá de que sean profesionales de la salud.

-T: ¿Cómo tomó el apoyo del Presidente, que presentó el proyecto en Casa de Gobierno?

-Y: El apoyo que le han dado el Presidente y los ministros a la ley, pero sobre todo a los enfermeros y enfermeras, ha sido más que explícito, y somos agradecidos de esa mirada que es la que ha tenido el Presidente durante toda la pandemia. Porque, más allá de lo que se ha querido instalar, ha sido una persona que se ha puesto al hombro un país en situación muy compleja y con una pandemia gravísima, y que lo está llevando adelante con resultados que van a poder ser comparados con el resto del mundo, y creo que muy bien.

-T: ¿El tema de las carencias en Enfermería, o en el sistema de Salud, quedó más en evidencia con la pandemia?

-Y: La pandemia ha puesto al desnudo muchos problemas del sistema de salud argentino y del mundo, y también muchas fortalezas. El sistema no colapsó, por lo menos hasta ahora, y pasó los grandes momentos de gran cantidad de casos. Con sus problemas, con sus deficiencias, pudo sostenerse, y no hemos tenido gente que no haya sido atendida o que no haya podido recibir atención médica, de oxígeno, internación o lo que hiciera falta, a pesar de que el sistema tuvo mucha tensión. Hasta el momento, porque no nos podemos adelantar, aguantó la situación. No se han visto escenas que se vieron en otros países, y eso atendiendo que somos un país con una crisis económica muy importante y con un déficit importante de desfinanciamiento del sector público en los últimos años. Me parece que, a pesar de eso, el sistema de salud estuvo a la altura de las circunstancias, en gran medida, por los recursos humanos que tenemos, que son excelentes.

Fuente: Télam

miércoles, 20 de enero de 2021

La jueza declaró admisible el amparo de los intensivistas de Neuquén

Fue luego de que los profesionales presentaran las aclaraciones que había solicitado ayer la magistrada. Ahora la provincia tiene que contestar.

La jueza Elizabeth García Fleiss resolvió este martes declarar formalmente admisible el recurso de amparo que presentaron los 11 intensivistas del hospital Castro Rendón de Neuquén. Ahora la provincia tendrá dos días para realizar un informe que conteste a los planteos de los profesionales. 

La decisión de la magistrada llegó luego de que recibiera las aclaraciones que había solicitado ayer a los amparistas, por la"amplitud de las pretensiones esbozadas en el escrito" y la "multiplicidad de requerimientos". 

Los profesionales contestaron con un escrito de seis páginas en donde detallaron, entre otras cuestiones, que su reclamo es para que se garantice adecuado descanso (agua, camas, comida, espacios adecuados), cumplimiento de la jornada de trabajo "legal" (30 horas semanales y hasta 10 guardias activas por mes), garantía de licencias anuales y profilácticas y la provisión de todos los medicamentos "que necesita una terapia para poder funcionar en forma adecuada". 

Los profesionales cuestionaron como "extraña exigencia" las aclaraciones que había solicitado la jueza García Fleiss, aunque evaluaron como "más práctico" cumplir la solicitud que recurrirla. 

En la resolución firmada hoy, la magistrada declaró formalmente admisible el amparo y otorgó a la provincia, a través de la fiscalía de Estado, un plazo de dos días hábiles para contestar. En ese tiempo, deberá "producir un informe circunstanciado de los antecedentes y fundamentos de la resolución u omisión referida por el amparista y deberá, también, remitir los expedientes administrativos que correspondan", indicó.

Fuente: Río Negro

viernes, 18 de diciembre de 2020

#ParecerMedicoNoEsSerMedico Campaña conjunta de la SACPER y la SAD

La Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, junto a la Sociedad Argentina de Dermatología, instan a la comunidad a tomar los recaudos necesarios al momento de someterse a este tipo de intervenciones, con profesionales adecuados y centros habilitados.

Debido a la gran desinformación que está ocurriendo en las redes sociales, donde distintos profesionales no médicos ofrecen tratamientos estéticos con los riesgos que esto produce en la población general, la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (SACPER), junto con la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), han decidido iniciar un camino de comunicación conjunta dirigido a la población. 

El objetivo es poder advertir y asesorar acerca de cómo elegir un profesional idóneo, con la formación adecuada para llevar a cabo tratamientos estéticos, ya sean procedimientos menores que se realizan en el consultorio así como cirugías estéticas. 

Un acto medico implica una intervención del profesional mediante medicamentos, ya sea de uso externo, por vía oral o inyectable, procedimientos quirúrgicos o el uso de aparatos para generar cambios en el organismo del paciente. Estos procedimientos bien indicados generan un beneficio para la estética cuidando la salud del paciente. 

En las intervenciones que implican el uso de inyectables o cualquier tipo de medicamento local u oral, este debe ser suministrado por médicos especializados, cirujanos plásticos o dermatólogos que tienen un amplio conocimiento sobre la piel, su funcionamiento y sus alteraciones. Existen en nuestra población una numerosa cantidad de centros de estética sin personal medico capacitado, sumado a una falta de control sanitario en la habilitación de los mismos. 

Son cada vez más los pacientes que acuden a estos centros seducidos por publicidad engañosa, promesas de resultados inmediatos , sin riesgos y a un bajo costo. Realizar estos tratamientos por personal no médico, que no tiene la formación ni el conocimiento adecuado para tratar los posibles efectos adversos, pone en peligro la seguridad del paciente, llegando en muchos casos a dejar secuelas muy difíciles de reparar. Incluso hasta ocasionar la muerte.

Desde la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER), y la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), queremos asesorar a toda la población al momento de seleccionar un profesional competente. Para esto lanzamos en las redes sociales la campaña #ParecerMedicoNoEsSerMedico reafirmando los conceptos de seguridad, formación y trayectoria. Orientando a la ciudadanía para que consulte en nuestros sitios web, profesionales que cumplan con las normas exigidas por el ministerio de Salud de la Nación, en cuanto a especialización, actualización y recertificación, ya que para pertenecer a estas sociedades se deben cumplir dichas exigencias.

Fuente: Infobae

lunes, 23 de noviembre de 2020

Día de la Enfermería: Enfermeros y enfermeras reclamaron ser reconocidos como profesionales en la ciudad

Exigieron al gobierno porteño acceder a derechos básicos como una licencia o las vacaciones. Y denunciaron que en medio de la pandemia, sus condiciones laborales se agravaron. 

Una multitud de enfermeros y enfermeras de la ciudad de Buenos Aires copó el centro porteño: hubo paro en los hospitales, acampe en Plaza de Mayo, mucho ambo en las calles y un reclamo central: ser reconocidos como profesionales de la salud, una categoría de la que la gestión macrista los excluyó. La movilización se organizó en la víspera del Día de la Enfermería, que se celebra este sábado. Y volvió a visibilizar el doble discurso del gobierno porteño: mientras se elogia la tarea del personal de salud en la emergencia sanitaria, a enfermeras y enfermeros se les niegan derechos básicos como la licencia o las vacaciones. A las condiciones de trabajo agravadas este año por la pandemia, se le sumó también el malestar por el atraso salarial. 

Desde los hospitales de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, cientos de profesionales de la salud se acercaron este viernes a las inmediaciones del Congreso para movlizarse hasta Plaza de Mayo por la profesionalización de la actividad y “por un salario digno”: el sueldo de la categoría de enfermería apenas llega a 35 mil pesos. 

También hubo paros y movilizaciones en Neuquén y en Córdoba. “Este es un reclamo federal, porque el maltrato hacia nuestra profesión no hace diferencias”, señaló a Página/12 Clara Bibiloni, enfermera de terapia intensiva en el Hospital Fernández. Después de la marcha, los trabajadores de la salud acamparon en Plaza de Mayo. 

Hay una frase que resuena desde el 2018: "La enfermería es profesional". Ese año, cuando al sancionar la Ley 6035 la Legislatura porteña dejó a los enfermeros y enfermeras excluidos de la categoría de profesionales de la salud, empezó la lucha de los trabajadores de los hospitales que dependen del Gobierno de la Ciudad. 

Este viernes, la bandera principal que encabezaba la marcha llevó un mensaje contundente: “No a la violencia contra enfermería”. A principios de octubre, en la movilización durante el Día de la Sanidad, un conjunto de enfermeras que se manifestaban en la puerta de la Legislatura fueron golpeadas por la Policía de la Ciudad. Bibiloni, que fue una de ellas, relató: “Lloro muchas veces, antes o después de ir a trabajar. Estoy agotada, llegando a un pico de estrés, y aun así tengo que seguir remando, pensando en sumar nuevos trabajos para llegar a fin de mes”. 

De fondo, los cantos acompañaban la movilización que avanzaba por Avenida de Mayo: “reprimen, silencian; mientras la salud espera, seguimos luchando por el pase a la carrera”. Dos enfermeras, que llevaban escritas frases sobre sus ambos blancos, intentaban acomodar su bandera del Hospital Sardá, la maternidad de donde salió la movilización que, a fines de octubre, culminó con un acampe frente a la casa de Gobierno porteño. “La postura de (el ministro de salud porteño, Fernán) Quirós es firme: no quiere reconocer que los enfermeros son profesionales de la salud”, afirmó Rodolfo Arrechea, titular de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE Capital), y advirtió que “si no hay respuesta, vamos a hacer un paro nacional y a pedirle al Presidente, Alberto Fernández, que nos reciba”. 

Si bien entre los referentes corría el rumor de una posible reunión en la Casa Rosada, finalmente no se concretó, aunque pudieron entregar una carta dirigida al Presidente. “Venimos desde el inicio de la pandemia poniendo el cuerpo y dejando la vida en los hospitales”, relataron en el escrito, en el que le solicitaron que convoque a una reunión “de carácter urgente” con los ministros de Salud de la Provincia, de la Ciudad y de Nación. “Sentimos que al día de la fecha ese reconocimiento social no se tradujo a nivel laboral, salarial y profesional”, advirtieron los referentes de las diferentes organizaciones que participaron del reclamo. 

La columna vertebral del Hospital

La semana pasada, la Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop), convocó a una gran caravana por la Ciudad, que terminó con un reclamo frente al Ministerio nacional de Salud. Este viernes, enfermeros y enfermeras de toda la Provincia de Buenos Aires --del Hospital Eva Perón, del partido de San Martín, del Estéves, de Lomas de Zamora, y del Oñativia, de Rafael Calzada, entre otros-- se sumaron a la movilización. “Es triste que arriesguemos nuestra vida y no se nos reconozca con un salario digno. La lucha es común para todos los enfermeros del país”, señaló María, que estudió en la Cruz Roja y en la Universidad de La Plata, y trabaja hace 10 años en el Oñativia. 

“La enfermería es la columna vertebral de toda institución de salud, si no mantenés fuerte tu columna vertebral el resto del cuerpo no funciona bien”, explicó Celia Giménez, enfermera en el Hospital Oftalmológico Santa Lucía, y agregó: “La energía para reclamar la sacamos de la vocación, porque las ganas de servir a la sociedad es parte de nuestro pensamiento y no queremos dejar de hacerlo”. 

Al masivo reclamo de enfermería, el martes pasado se sumaron los médicos: profesionales de distintas especialidades de los hospitales porteños llevaron adelante un paro de 24 horas para manifestar su rechazo al aumento del 23 por ciento --en tres cuotas-- que les propuso el Gobierno de la Ciudad. Si bien la Asociación de Médicos Municipales (AMM) no convocó a una movilización, un movimiento de médicos, concurrentes y residentes autoconvocados se manifestaron frente a la casa de Gobierno porteño. 

Este viernes la expansión del reclamo podía verse en las banderas que sostenían los trabajadores de los distintos centros de salud: Méndez, Rivadavia, Borda, Moyano, Posadas, y también el Hospital Garrahan, en el que se reunieron “con una convocatoria multitudinaria” para salir hacia Plaza de Mayo. “La sensación oscila entre la emoción y la tristeza por estar en esta situación siendo un centro de salud de tanta referencia para el país”, se lamentó Norma Lezama, titular de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan. 

La semana pasada, los profesionales del Hospital presentaron una carta dirigida al ministro Ginés González García, en la que manifestaron su rechazo al 7 por ciento de aumento que el Consejo de Administración les propuso. “La respuesta fue la oferta de un bono de 10 mil para cobrar por única vez. El problema de los bonos, así como los módulos y las horas extra, es que no son soluciones a largo plazo. Queremos discutir verdaderamente nuestro salario”, explicó a este diario Pino Oroz, referente de ATE en el Garrahan, y remarcó que “fue un año muy estresante”. 

Una profesión no reconocida

Para asegurar las guardias mínimas hubo quienes, como parte de la lucha, se quedaron en los hospitales porque no pueden dejar de atender a los pacientes. “Hoy, que estamos de paro, no hay quien cumpla las tareas que hacemos en el Hospital”, advirtió Liliana, que hace 35 años es enfermera y hace 20 trabaja en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. “Yo reclamo para los que vienen, para los que están estudiando”, afirmó y remarcó que la suya “es una profesión muy linda pero poco reconocida”. 

En medio de la avenida, Liliana y sus compañeros del Hospital Gutiérrez acarreaban una pequeña camilla con un muñeco de plástico y, atados a los costados, dos tubos de los que colgaban recipientes con líquidos transparentes y rojos que se movían a cada paso. “Esto es para que los que deciden nuestros salarios vean a qué nos enfrentamos cada día. Cómo trabajamos con los pacientes. Vivimos situaciones de mucha presión”, explicó la enfermera, quizás la más experimentada del grupo. 

Instrumentadores quirúrgicos, licenciados en bioimágenes y enfermeros y enfermeras llevan adelante un mismo reclamo: que las autoridades de la Ciudad los recategorice como profesionales de la salud. “Es un pedido histórico por una vida mejor, por un sueldo acorde a la importancia que nos dicen que tenemos”, agregó Julia, que trabaja en el Cesac 46, ubicado en el barrio de La Boca. 

Cerca de las dos de la tarde, el masivo reclamo que ocupaba más de tres cuadras llegó a Plaza de Mayo, donde se instaló el acampe. Reynaldo llegó junto a su compañera que, como él, trabaja en enfermería en el Hospital Fernández. “Enfrentamos situaciones terribles y resistimos durante todo el año, reclamando mientras trabajábamos, sin desatender la situación”, relató el hombre, vestido con su ropa de trabajo, y se preguntó: “¿para qué nos formamos, estudiamos, trabajamos tanto, si nadie nos lo reconoce?”.

Fuente: Página 12

martes, 20 de octubre de 2020

Colombia: las agresiones al personal de la salud aumentaron 63%

“El mundo al revés” es la campaña que lanzó la Cruz Roja para llamar la atención sobre las injustas agresiones contra el personal de salud. 

La pandemia del virus SARS-CoV-2 tuvo muchos efectos en nuestras vidas. Pero uno que debería generar vergüenza colectiva fue el incremento en los ataques al personal de la salud. A la par con las noticias de los primeros contagios aparecieron las de ataques a médicos, enfermeras y auxiliares tanto en espacios públicos como en sus propios conjuntos residenciales y edificios. Violentos avisos pegados en las paredes de ascensores “invitándolos” a abandonar sus casas los hicieron romper en llanto. 

No ha sido nada nuevo. Antes de la aparición del coronavirus el personal de la salud ya era víctima de ataques, rechazo y discriminación por parte de pacientes, familiares o miembros de la comunidad. Sin embargo, al comparar los primeros nueve meses de 2019 con el mismo período de 2020, incrementó el 63 % de casos de violencia contra las Misiones Médicas. 

En todo el mundo se observó un fenómeno similar. El Comité Internacional de la Cruz Roja registró más de 600 casos de violencia contra profesionales de la salud durante el primer semestre de 2020, relacionados con la pandemia del coronavirus. 

Ante esta situación, el Comité ́ Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Cruz Roja Colombiana y la Cruz Roja Noruega se unieron para fomentar el respeto por todas estas personas y que se visibilice su importante rol en nuestra sociedad. 

La campaña, que lleva como eslogan “El mundo al revés”, quiere que los colombianos sean conscientes de la paradoja que implica agredir a las personas cuya profesión consiste en cuidar la salud de todos. “Vivimos en un mundo en el que proteger a las personas es sinónimo de riesgo y pareciera que el mundo está al revés”, apuntaron los voceros de la campaña.

Fuente: El Espectador