Brittany Maynard, la joven estadounidense que había tomado
la decisión de recurrir al suicidio asistido el sábado 1 de noviembre después
de enterarse que tenía un tumor maligno en el cerebro, podría postergar la
fecha que escogió para morir.
"Todavía me siento lo suficientemente bien, todavía
tengo la suficiente alegría, todavía río y sonrío con mi familia y con mis
amigos, así que creo que este no es el momento adecuado", dijo la
estadounidense de 29 años en un video publicado en la página web
www.thebrittanyfund.org creada para recaudar fondos para los que defienden el
derecho a la muerte digna.
"No creo que este sea el momento de partir, todavía me
siento bien. Pero ese día llegará porque cada semana estoy más enferma",
reconoce Maynard en el video de seis minutos.
La joven, que en los últimos días se ha dedicado a cumplir
una lista de deseos y aventuras que quería hacer antes de morir, está
medicándose actualmente para controlar el tumor.
Píldoras para morir
La historia de la chica se dio a conocer a través de un video
publicado en YouTube que ha sido visto más de ocho millones de veces.
Allí explica que tomará unas píldoras para morir en la
habitación que comparte con su marido, en compañía de sus seres queridos y
escuchando la música de su preferencia.
En abril, los médicos pronosticaron que le quedaban seis
meses de vida por el cáncer que padece.
Maynard había elegido inicialmente el 1 de noviembre como la
fecha de su muerte, dos días después del cumpleaños de su marido, Dan Díaz.
Ella y su esposo, recién casados, se mudaron de California a
Oregón, uno de los cinco estados en EE.UU. en los que el suicidio asistido por
doctores está permitido.
Una vez que estableció allí su residencia y obtuvo las
medicinas para morir y evitar así pasar por las peores etapas de su enfermedad.
La historia de Maynard está teniendo un impacto inusual en
Estados Unidos, donde se ha reavivado el debate sobre la eutanasia, con voces
que se alzaron para respaldarla y otras -incluso de otros pacientes terminales-
para cuestionarla.
Fuente: BBC Mundo