Los funcionarios del nuevo gobierno frenan la venta en
farmacias.
El nuevo gobierno de Tabaré Vázquez emitió una
señal de cautela sobre el proyecto de venta de marihuana en farmacias, al
sostener que no hay "apuro" en la aplicación total de la reforma
impulsada por el gobierno que hasta el domingo lideró José Mujica.
No hubo derogación ni orden de dar marcha atrás. Pero Tabaré
no sólo no muestra simpatía con la legalización de la marihuana, sino que
lidera una batalla personal contra las adicciones. En este momento la prioridad
está puesta en las bebidas alcohólicas, con un acento similar al que puso
contra el tabaco en la primera presidencia (2005-10).
En la extensa presentación que hizo el domingo, cuando
asumió como nuevo presidente, el tema de la marihuana no tuvo ni una mención.
Tabaré sólo habló de profundizar el combate al narcotráfico.
Pero en las últimas horas el nuevo secretario de la Junta
Nacional de Drogas (JND), Milton Romani, puso paños fríos al proceso de
legalización de la marihuana.
Al salir de la Casa de Gobierno, Romani fue consultado por
la demora en los procesos de producción mayorista y venta al público a través
de farmacias. "¿Cuál es el apuro? Nosotros no tenemos apuro",
respondió a El Observador, y añadió que el nuevo gobierno no se manejará con
plazos ni a las apuradas.
Pero el propio funcionario se mostró indignado cuando sus
declaraciones fueron divulgadas como si se tratase de una postergación de la
reforma legal. "Nosotros no nos manejamos con plazos, sino con garantías
para que salga correctamente", dijo Romani, y agregó con énfasis: "La
ley se cumple y ya se está instrumentando".
Es que la ley que despenalizó la producción y la venta de
marihuana, y que estableció un marco regulatorio para toda la actividad de
cannabis, entró en vigor a fines de 2013, pero el gobierno de Mujica se tomó
tiempo para la aplicación. Eso mientras en medio de la campaña electoral
recibía encuestas mensuales que le mostraban que apenas dos de cada diez
uruguayos aprobaban ese plan.
Pero la ley es más amplia y hay otras vías de consumo legal
de esa droga que están instrumentadas, como son el cultivo en casa familiar
para uso personal o la instalación de clubes de consumidores, para tener
plantas para armar cigarrillos para los socios de esa institución.
Tabaré Vázquez ha dado apoyo a la reforma de Mujica, aunque
la instrumentación que heredó le genera complicaciones serias. Eso porque
Tabaré, que es médico oncólogo, es un duro enemigo del cigarrillo y para
combatirlo impuso restricciones amplias para la venta en negocios y otras
normas para evitar que la gente fume en lugares públicos.
Además, el cigarrillo tiene impuestos altísimos para
desestimular su consumo, y el gobierno de Mujica había previsto que la
marihuana que se venda en farmacias esté libre de tributos, porque de lo
contrario su precio sería superior al del mercado negro. Para la administración
Vázquez, eso es una complicación.
En los hechos, ya es muy común ver a gente fumando marihuana
en la rambla montevideana, en el centro de la ciudad, parques públicos y
boliches que tienen mesas en la vereda. Antes ya era bastante sencillo
conseguir esa droga en el mercado negro, pero desde que se aprobó la ley eso se
ha hecho más visible, aunque no tiene aval legal para ello. Las formas para
hacerlo dentro del marco legal son por inscripción para autocultivo, por la vía
de clubes, o por compra en farmacias a las que les proveen pequeñas empresas.
Pero de las empresas presentadas al llamado el gobierno no ha dicho a cuáles
autoriza.
La ley está vigente, no está planteada su derogación, pero
la aplicación total se demora.
Fuente: La Nación