Se incluyó en el calendario nacional la que protege contra
el meningococo y se extendió a varones la del VPH. Para mayores de 65 años y
grupos de riesgo, la que previene la neumonía.
El 2017 llegó con calendario de inmunizaciones obligatorio
renovado. Argentina se convierte así en el primer país de Latinoamérica en
incorporar la vacuna contra la meningitis en lactantes y adolescentes, y en el
tercero (junto a Brasil y Panamá) en ampliar la vacunación contra el HPV a los
varones (hasta ahora solo estaban cubiertas las nenas). En cuanto a los
adultos, está prevista la aplicación de la vacuna que previene la neumonía a
mayores de 65 años y personas con factores de riesgo.
El Ministerio de Salud informó que ya están distribuyendo en
todo el país las vacunas contra el meningococo y el virus del papiloma humano
(VPH). En este primer envío se adquirieron un millón y medio de dosis de cada
una. Como todas las incluidas en el calendario nacional (20), se aplican sin
necesidad de orden médica, son gratuitas y obligatorias y están disponibles en
hospitales y centros de salud públicos.
Meningitis: una vacuna esperada
Meningitis: una vacuna esperada
La incorporación de la vacuna antimeningocóccica conjugada,
que protege contra cuatro serogrupos (A, C, W, Y) de la bacteria Neisseria
meningitidis, era muy esperada porque hasta el momento solo podía conseguirse
en el sector privado. En el calendario actual está indicada en un esquema de
tres dosis (a los 3, 5 y 15 meses) para los bebés que cumplan los tres meses a
partir de enero, y de una sola aplicación para los chicos que cumplan 11 años.
"Se trata de una estrategia combinada porque quienes más portan el
meningococo son los adolescentes y vacunándolos a ellos van a disminuir más
rápido los casos de lactantes afectados", sostiene en diálogo con Clarín
Carla Vizzotti, secretaria de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de
Infectología (SADI) y ex funcionaria de la Dirección de Enfermedades
Inmunoprevenibles.
En Argentina, los dos tipos de meningococo más prevalentes
son el W y B. La vacuna recientemente incluida en plan de inmunizaciones
nacional protege contra el primero. Ya está aprobada por ANMAT otra contra el
B, aunque todavía no se comercializa. "Es una vacuna que está
recientemente licenciada, más nueva que la tetravalente. Se está esperando
recibir los resultados del estudio que permitirá establecer si la cepa que
circula en Argentina de meningococo B coincide con la que tiene la vacuna. Si
la coincidencia es alta, sería una vacuna importante para evaluar para el calendario
porque poco más de la mitad de los casos de meningitis son por meningococo B,
que no está cubierto con la vacuna que se incorporó ahora", explica
Vizzotti, quien en sus años en el Ministerio de Salud estuvo al frente de la
ampliación del calendario nacional de vacunación.
El meningococo puede provocar meningitis (inflamación de la
membrana que cubre el cerebro), una enfermedad temida porque es complicado
detectarla en forma precoz (sus síntomas pueden ser confundidos con los de
otras enfermedades, como la gripe), es de rápida evolución y puede llevar a la
muerte entre las 24 y 48 horas posteriores al inicio de los síntomas, o dejar
secuelas irreversibles. Si bien ataca a adultos, los menores de cinco años (y
especialmente los menores de nueve meses) son la población más vulnerable a
esta bacteria, que también puede desencadenar sepsis (infección generalizada).
Enrique Casanueva, jefe Infectología del Hospital Austral,
celebra la incorporación de la vacuna al calendario, pero subraya que el hecho
de que estén disponibles debe ir acompañado de elevadas tasas de cobertura (es
decir, que los padres lleven a sus chicos a los vacunatorios). “Hemos vuelto a
tener casos de meningitis por Haemophilus influenzae, que prácticamente no
veíamos —dice a Clarín—. Es muy importante mantener buenas las coberturas
porque la meningitis es una enfermedad que no solamente está asociada con
muertes, sino con secuelas vinculadas a trastornos auditivos, con el desarrollo
del lenguaje, convulsiones. A esto se agrega que el meningococo tiene también
una forma es sistémica, con una alta mortalidad”.
El especialista resalta que la inmunización a través de las
vacunas ofrece beneficios por diferentes vías, ya que protege en forma directa
a los más chicos, a los adultos (porque se reduce la circulación de virus y
bacterias), y alivia al sistema de salud: se calcula que por cada dólar invertido
en vacunas, se ahorran muchos más entre tratamiento de la enfermedad y las
secuelas. “Son medidas muy importantes. El desafío es mantener buenas
coberturas de vacunación. De nada sirve tener vacunas si no son aplicadas”,
advierte.
VPH, también para ellos
Los chicos que cumplan 11 años a partir de este mes también
tendrán que poner el brazo. Así se sumarán a las nenas que, una vez que llegan
a esa edad, desde 2011 vienen recibiendo la vacuna que protege contra las cepas
del virus causantes de la mayoría de los casos de cáncer de cuello de útero. ¿Y
por qué entonces se incorpora a los varones en la estrategia sanitaria? Su
inclusión busca dos efectos: uno indirecto, que es bajar la cantidad de mujeres
que mueren por ese cáncer (1800 al año); y uno directo, vinculado a proteger a
los hombres de otro tipo de afecciones (como las verrugas genitales) y cánceres
asociados al virus (de pene, ano y orofaríngeo).
Se trata de un virus muy común, que se transmite por vía
sexual. “La vacunación en los hombres contribuiría con la equidad de género, al
ser tanto hombres como mujeres responsables de la transmisión del VPH, por lo
que ambos deberían asumir la carga de reducir el riesgo de las enfermedades,
así como tener el mismo acceso a los beneficios directos de la vacunación”,
explican desde el Ministerio de Salud.
El esquema consiste en dos dosis separadas por un intervalo
mínimo de seis meses. Desde la cartera sanitaria continúan llamando a las
chicas de entre 11 y 16 años que no hayan iniciado o completado el esquema, a
que se acerquen a los vacunatorios. El período entre aplicaciones es clave: si
en base al esquema anterior (compuesto por tres dosis) una nena recibió solo
dos dosis con un intervalo menor a seis meses, debe aplicarse una tercera. No
hay un intervalo máximo, por lo cual puede completarse en cualquier momento.
Proteger a los mayores de la neumonía
La tercera estrategia anunciada oficialmente incumbe a los
adultos. “En conjunto con la vacunación antigripal, desde 2017 se realizará la
vacunación contra neumococo para personas con factores de riesgo y mayores de
65 años”.
La vacuna que se encontraba disponible hasta ahora por
calendario para ese grupo es la polisacárida 23 valente (PPSV23), que protege
contra las formas invasivas de la enfermedad neumocócica (bacteremia,
meningitis, artritis) y modera la gravedad de la neumonía. La que se
incoporaría, según el anuncio, es la conjugada 13 valente (PCV13) -la misma que
se aplica a los chicos-, que además de proteger contra las formas invasivas,
previene en un 46% la neumonía producida por los serotipos de neumococo que
contiene.
La Comisión Nacional de Inmunizaciones recomienda aplicarlas
a todos los mayores de 65 y menores de esa edad con comorbilidades no
inmunosupresoras en un esquema secuencial de PCV13, seguido de una dosis de
PPSV23, con un intervalo entre ambas mayor a 12 meses.
Fuente: Clarín