Coordinada por el
Ministerio de Salud y su par de Agroindustria, la campaña busca concentrar los
esfuerzos de la comisión lanzada el año pasada para frenar este fenómeno
global, que cada año se cobra nuevas víctimas. En estos días, la OMS anunció
una lista con las 12 bacterias más resistente, y reclamó a los Estados miembros
que aceleren esfuerzos para dar con nuevos fármacos para su tratamiento.
La semana pasada,
especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dieron a conocer un listado con las bacterias más resistentes a los medicamentos, en especial
antibióticos. Estos “patógenos prioritarios” ya pasaron el umbral de la
resistencia, y hoy sobreviven a cualquier tratamiento conocido, por lo que se
deben desarrollar nuevos fármacos para su combate. La preocupación por esta tendencia
mundial está desde hace tiempo instalada en la Argentina, que no es ajena a la
cuestión. Por eso, autoridades sanitarias informaron que se iniciará un plan de
control de estas bacterias resistentes, para evitar su propagación. El mismo
estará coordinado por Salud y Agroindustria, y se complementará con el trabajo
que realiza la denominada Comisión Nacional para el Control de la Resistencia
Antimicrobiana, lanzada el año pasado.
El nuevo plan para hacer frente a la resistencia
antimicrobiana fue anunciado casi al mismo tiempo que la OMS lanzara su lista
de 12 patógenos prioritarios, que según la entidad deben concentrar la atención
del planeta a la hora de desarrollar nuevos fármacos. Ante esto, los dos
ministerios informaron que trabajan en estrategias de control de esta
problemática mundial, que compromete la prevención y tratamiento de un número
cada vez mayor de infecciones, provocando enfermedades más largas y más
muertes.
En septiembre pasado el ministro de Salud, Jorge Lemus,
afirmó en una reunión de Naciones Unidas que "la Argentina tiene un fuerte
compromiso con el mundo para colaborar en el retraso e impedimento de la
emergencia y diseminación de microorganismos resistentes”. Durante su discurso,
el funcionario informó la puerta en marcha de la Comisión Nacional para el
Control de la Resistencia Antimicrobiana, que trabajará sobre el tema, y que
coordinará esfuerzo con la nueva campaña anunciada en estas horas.
Esta comisión se encarga de la regulación y fiscalización de
la comercialización de antimicrobianos; promueve el consumo racional y prudente
de estos; y la detección precoz y control de las infecciones en hospitales y
establecimientos agropecuarios. Lemus explicó que la cartera sanitaria junto al
ministerio de Agroindustria llevan adelante la estrategia argentina para el
control de la resistencia antimicrobiana que participa de tres redes de
vigilancia; la Whonet, el Sireva y el Provsag. "Actualmente esta red está integrada
por 96 hospitales de todas las jurisdicciones del país, cuentan con
procedimientos estandarizados de laboratorios y programas de calidad internos y
externos", indicó el ministro, al tiempo que agregó que "la
vigilancia de la resistencia antimicrobiana en la salud animal y la producción
agroalimentaria se hace a través del Senasa, con la cooperación del Anlis, INTA
y las facultades de veterinaria".
"La Argentina estudia un programa de vigilancia del uso
de antimicrobianos que integre las distintas fuentes de información existentes,
tanto públicas como privadas, y el diseño e implementación de guías para el uso
adecuado de los antimicrobianos, así como el desarrollo de Tecnologías de la
Información y Comunicación para la difusión oportuna de resultados y
recomendaciones destinadas a los distintos actores involucrados en el uso de
estos medicamentos y la población general", completó el funcionario.
La lista de la OMS busca llamar la atención de los Estados
miembros sobre la importancia de poner en marcha planes como el argentino. La
nómina lanzada incluye 12 familias de bacterias "patógenos
prioritarios" que son resistentes a los antibióticos, por lo que se debe
desarrollar nuevos fármacos para combatirlas. Estos “patógenos prioritarios"
provocan infecciones en la sangre, los pulmones, el cerebro y también el tracto
urinario, incluso pueden ser mortales.
Ante dicho panorama, Marie-Paule Kieny, subdirectora general
de la OMS, llamó a los gobiernos internacionales a destinar más fondos para la
investigación de nuevos antibióticos. Para Kieny, la resistencia de los
antibióticos va en aumento, por lo que no se puede esperar a que los avances
farmacéuticos vayan a la par del mercado, ya que si se sigue en esa tendencia
los nuevos antibióticos no estarán a tiempo cuando se necesiten.
La lista divulgada se divide en tres categorías: crítica,
alta o media. En la categoría crítica se encuentran tres bacterias:
Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y Enterobacteriaceae, las
cuales son especialmente peligrosas en hospitales, asilos y entre los pacientes
que necesitan ser atendidos con dispositivos como ventiladores y catéteres
intravenosos.
En la prioridad alta hay seis bacterias: Enterococcus
faecium, Staphylococcus aureus, Helicobacter pylori, Campylobacter spp,
Salmonellae y Neisseria gonorrhoeae. Mientras, en la categoría media se
encuentran tres: Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Shigella
spp. Las bacterias de categoría alta y media muestran una resistencia a los
fármacos y provocan enfermedades comunes como la gonorrea o intoxicaciones
alimentarias por salmonela.
Fuente: Mirada Profesional