Según los expertos, en llamado
“síndrome del quemado” en muy común en profesiones como la médica.
El Síndrome de
Burnout, también conocido como "Síndrome del Quemado", afecta a más
del 30% de los médicos del país y es muy común entre quienes tienen profesiones
que trabajan "las 24 horas". Según explicó Francisco Appiani, médico
psiquiatra de la 4º Cátedra de Medicina del Hospital de Clínicas "se
caracteriza por tres puntos: agotamiento emocional, despersonalización y
sensación de fracaso con total pérdida de confianza en sí mismo”.
Es decir, el desgaste de trabajar en un contexto altamente
exigente agota emocionalmente a las personas, que no solo se sienten faltos de
energía sino que además se vuelven negativos, cínicos y pierden la capacidad de
conectar empáticamente.
"Lo que ocurre en el burnout es que el trabajo fagocita
la vida personal. Curiosamente a lo que podríamos esperar, de acuerdo con un
estudio realizado por el Royal College del Reino Unido, los factores personales
son causas en solo el 20% de los casos, el 80% es atribuido a problemas
administrativos y a las actitudes agresivas que se observan en los pacientes o
en sus familiares", afirmó Appiani.
En Holanda se hizo una encuesta a 1000 profesionales médicos
en la que el 55% de los médicos holandeses decían trabajar bajo altos niveles
de estrés, sin embargo de este 55% el 81% afirmaba tener un alto grado de
satisfacción laboral, por lo que las tasas de burnout eran bajas.
Es decir, que no tiene que ver tanto con el nivel de estrés
sino con la satisfacción que uno obtenga de su trabajo.
Los trabajadores de la salud son aquellos que están más
expuestos al burnout, por estar permanentemente en contacto con el sufrimiento
ajeno y la enfermedad, al mismo tiempo son quienes lidian con dificultades
organizativas del sistema de salud.
En 2016, la Asociación Médica Americana realizó una
estadística en la que ninguna especialidad evaluada está por debajo del 40% en
los índices de burnout.
El primer lugar es para la emergentología, con el 70%, luego
la medicina familiar y en tercer lugar quienes se dedican a la rehabilitación.
"Si bien puede ocurrirle a cualquier persona que se
encuentre en estas situaciones de estrés, exigencia y desgaste emocional, está
comprobado que es más frecuente en quienes denominamos "workoholics"
(adictos al trabajo), personas con un alto sentido de responsabilidad,
perfeccionistas y quienes no pueden o no saben delegar tareas, trabajar en
equipo", puntualizó el médico.
Appiani afirmó que "hay distintas estrategias para
abordarlo", por lo que sugirió "generar actividades recreativas o de
relajación dentro del ámbito de trabajo".
"En lo personal, el individuo tiene que balancear su
vida fuera del trabajo con su actividad profesional, dedicar tiempo a la
familia y amigos, buscar contención y tener por lo menos dos semanas de
descanso o vacaciones al año", remarcó.
Fuente: DocSalud