Los afiliados estarán obligados a ir una clínica. El ente
estatal ahora pagará una suma fija a cada prestador.
La salida de Carlos Regazzoni no parece haberle traído
tranquilidad al PAMI. Su sucesor, Sergio Cassinotti, puso en marcha una
renegociación con las clínicas y laboratorios que sacudió y generó malestar en
el sector. Los prestadores lo definieron como un "cambio abrupto de
modelo" y cuestionan los nuevos términos.
A saber: desde mayo los jubilados estarán obligados a ir a
una clínica y el PAMI pagará un precio fijo por cada uno de ellos. Antes se
atendían donde querían y el PAMI actuaba como una prepaga que cubría sus
gastos. El problema es que, según denuncian las clínicas, el precio fijo que
ofrece el ente estatal está muy por debajo de lo que necesitan para cubrir los
gastos. Serían 420 pesos por mes por cada paciente y cada clínica tendrá un
número fijo de pacientes. Los prestadores calculan que cada afiliado gasta 650
pesos por mes.
En una reunión con los representantes de las clínicas,
Cassinotti dijo que el PAMI estaba en quiebra y criticó a Regazzoni. Pero los
prestadores denuncian que esta nueva modalidad es un ajuste hacia ellos que
derivará en peores prestaciones y menos opciones para los afiliados.
Por ejemplo, desde ahora la atención de un especialista por
afiliado el PAMI la pagará 25 pesos mientras que una internación la abonará 270
pesos y una resonancia tan solo 7 pesos. En este último caso hay una
comparación que asombra: una prepaga paga cada resonancia entre 3500 y 4 mil
pesos.
El miércoles 3 de mayo, los prestadores del PAMI se reunirán
y discutirán las medidas a seguir. Analizarán las alternativas legales y
constitucionales frente a la resolución, las consecuencias sanitarias, el daño
económico que les ocasiona, nuevas medidas legales para cobrar la deuda que el
ente tiene con ellos y propuestas legales y gremiales para "garantizar la
atención de los jubilados resguardando la sobrevivencia de clínicas y
profesionales que ven en riesgo su continuidad".
Fuente; Infobae