Una legisladora provincial propuso establecer por ley, como
política pública en el ámbito del sistema de salud, la entrega "accesible,
gratuita y efectiva" de productos para la gestión de la menstruación en
escuelas, hospitales y cárceles.
Si el proyecto prospera, el Gobierno provincial deberá
suministrar toallitas higiénicas, tampones, copas menstruales, esponjas y todo
otro producto para la gestión menstrual que se desarrolle en el futuro.
La autora de la iniciativa, la senadora Andrea Blandini
(Unidad Ciudadana), explicó a LA NACION la importancia de que el proyecto sea
tratado "lo antes posible".
Las razones del proyecto
En sus fundamentos, el proyecto-dado conocer por el diario
local El Sol- indica: "Es imperante reconocer como derecho el acceso a
estos insumos de básica y primaria necesidad".
"La aprobación de esta norma constituirá un acto de
justicia social de parte del Estado provincial, ya que contribuirá en reparar y
reducir la brecha de desigualdad en la capacidad adquisitiva entre varones y
mujeres", plantea.
Fuentes de la Dirección General de Escuelas v del Servicio
Penitenciario confirmaron a LA NACION que "están trabajando en el
tema". También el Ministerio de Salud analiza el proyecto, a la espera de
lo que ocurra en la Casa de las Leyes, donde sería tratado recién el año
próximo, con la apertura de las sesiones ordinarias.
"Las mujeres menstrúan durante casi 40 años y se ven
obligadas a comprar mes a mes productos para gestionar la menstruación. A
diferencia de los métodos de planificación familiar, distribuidos por el Estado
en forma gratuita, no existe ninguna política que asegure que las mujeres
tengan acceso gratuito a estos productos", agregó la senadora Blandini.
Asimismo, la legisladora hizo hincapié en las diferencias
salariales entre mujeres y varones. "En promedio, las mujeres ganan 33%
menos que los varones. Y las mujeres tienen mayores tasas de precarización
laboral y mayores niveles de desempleo", añadió.
"Es imprescindible que se supriman las barreras
económicas que obstruyen el acceso de las personas menstruantes a cualquier
tipo de producto de gestión menstrual", señaló Blandini.
Además, de acuerdo a los fundamentos de la iniciativa,
existen otras razones que refuerzan la necesaria sanción de este proyecto de
ley, tal como lo marca la Organización Mundial de la Salud. Según explicó la
senadora, la menstruación sigue siendo causa de "vergüenza, estigma y
exclusión social", y la omisión del Estado "pone en riesgo la salud
de gran parte de la población dado que la falta de medios e información para
gestionar correctamente la menstruación puede devenir en infecciones, daños a
la salud mental a largo plazo y embarazos no deseados".
Fuente: La Nación