Aproximadamente 1 de cada 10 pacientes sufren daños al
recibir atención hospitalaria en países de ingresos altos, mientras que en
países de ingresos bajos y medianos, en 1 de cada 4 hospitalizaciones los
pacientes sufren algún tipo de daño evitable. Hoy se celebra el Día Mundial de
la Seguridad del Paciente.
La Secretaría de Gobierno de Salud emitió una serie de
recomendaciones destinadas a los establecimientos sanitarios de todo el país
que establece acciones prioritarias para la seguridad de los pacientes en el ámbito
del cuidado de la salud, en el marco del Día Mundial de la Seguridad del
Paciente, que se celebra hoy.
“En consonancia con las recomendaciones internacionales y en
su camino de afianzamiento de la Cobertura Universal de Salud, se prioriza la
Seguridad del Paciente como uno de los componentes más importantes de la
calidad asistencial y elemento indispensable para lograr el derecho de los
pacientes a ser atendidos por sistemas sanitarios seguro y para aunar a los
profesionales sanitarios, a los pacientes y a las instituciones de salud, en el
reto global de la Seguridad del Paciente”, destacaron desde la Dirección
Nacional de Calidad en Servicios de Salud y Regulación Sanitaria.
El documento, que aborda líneas de acción de buenas
prácticas para la seguridad de los pacientes, proviene de consensos
internacionales y del compromiso de líderes y expertos locales que trabajan
desde hace años en transformar la cultura de sus organizaciones y mejorar la
seguridad de todo el sistema.
Las acciones que se describen están pensadas para que
quienes tienen responsabilidades de gestión las adapten a sus necesidades y las
de su gente, dondequiera que se encuentren en su camino hacia una atención más
segura y de calidad. Ver: https://bit.ly/2mkGLWP
Si bien la medicina tiene como uno de sus principios más
sagrados “Primero no dañar”, ha convivido desde siempre con el error y el daño
a los pacientes. Cada año ocurren 134 millones de acontecimientos adversos por
atención poco segura en hospitales de países de ingresos bajos y medios.
Aproximadamente 1 de cada 10 pacientes sufren daños al recibir atención
hospitalaria en países de ingresos altos, mientras que en países de ingresos
bajos y medianos, en 1 de cada 4 hospitalizaciones los pacientes sufren algún
tipo de daño evitable.
“Como usuarios del sistema de salud, trabajadores y/o
responsables del sistema de salud, debemos reconocer la importancia de evitar
los daños producidos a los pacientes en la atención de salud y trabajar para
minimizarlos. Nadie debiera sufrir daños relacionados con la atención de
salud”, recordaron desde la Dirección Nacional de Calidad en Servicios de Salud
y Regulación Sanitaria.
La seguridad del paciente es la disciplina que busca la
prevención y reducción de los daños prevenibles asociados a la atención médica.
Las acciones para seguridad del paciente son el conjunto de elementos
estructurales, procesos, instrumentos y metodologías que tiene por objeto
minimizar el riesgo de sufrir un evento adverso en el proceso de atención de la
salud o de mitigar sus consecuencias.
Implica la evaluación permanente de los riesgos asociados a
la atención de la salud para diseñar e implementar barreras de seguridad y
desarrollar estrategias para reducir el daño innecesario asociado a la
asistencia sanitaria.
El principal argumento para mejorar la seguridad de los
pacientes es moral y ético. El daño innecesario genera una enorme carga sobre
las personas, sus familias, seres queridos y la comunidad en general. La
maximización de la seguridad es por lo tanto una responsabilidad fundamental de
los sistemas de salud.
Además de este imperativo moral, existe una justificación
económica para trabajar por la seguridad de los pacientes, ya que el daño
innecesario que se les inflige impacta sobre los recursos de los sistemas de
salud y, en un sentido más amplio, de la sociedad. La seguridad del paciente es
un tema de salud pública que debe ocupar un lugar central en la agenda
sanitaria.
Todos los trabajadores de la salud, comenzando por sus
líderes, debemos priorizar la mejora de la seguridad de los pacientes. Nuestro
trabajo inmediato requiere un mayor foco en la seguridad, no como una
iniciativa de mejora más, sino como un valor central que esté totalmente
incorporado en nuestras organizaciones.
Los desafíos futuros
El avance en seguridad del paciente requiere pasar de las
actuales intervenciones graduales y fragmentadas hacia un abordaje sistémico y
total de la seguridad. Un enfoque de este tipo también implica pensar en la
seguridad de la atención más allá de los hospitales, garantizándola en la
continuidad de la atención en el ámbito ambulatorio: en los centros de salud
del primer nivel de atención, centros de diagnóstico y tratamiento,
establecimientos de estancia prolongada para adultos mayores, centros de rehabilitación,
internación domiciliaria, entre otros.
En este ámbito es donde ocurren la mayor cantidad de
incidentes de seguridad, dado el volumen de procesos de atención a pacientes
que concentra, y principalmente se encuentran relacionados con errores diagnósticos
y de medicación. En el ámbito hospitalario, los incidentes de seguridad suelen
ser de mayor impacto y resonancia, y se relacionan fundamentalmente con las
infecciones y la seguridad quirúrgica. En pos de la seguridad del paciente,
resulta fundamental también el involucramiento de los pacientes y sus familias
con estas iniciativas, para asegurar que sus voces sean escuchadas.
En su última asamblea mundial en mayo de 2019, la
Organización Mundial de la Salud instó a los estados miembros a reconocer la
seguridad del paciente como una prioridad de las políticas sanitarias,
reconociendo que es una necesidad primordial para el fortalecimiento de la
Cobertura Universal de Salud.
En ese marco, convocó al desarrollo e implementación de
políticas públicas, desarrollo de estrategias, guías y herramientas para la
mejora de la seguridad de atención a los pacientes en todo el sistema de salud;
al tiempo que instituyó el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, que se
celebrará cada año el 17 de septiembre, con la intención de crear conciencia
sobre la seguridad del paciente e instar a las personas a mostrar su compromiso
de hacer que la atención de la salud sea más segura.
Fuente: Secretaría de Gobierno de Salud