El neurobiólogo Rafael Yuste, profesor de Ciencias
Biológicas y Neurociencia en la Universidad de Columbia impulsa la plataforma
Brain que busca mapear y manipular la actividad de todas y cada una de las
neuronas del cerebro.
Neurociencias, neurobiología, neuropsicología, y demás ramas
especializadas que estudian el funcionamiento del cerebro han crecido y
perfeccionado de manera exponencial en los últimos años de la mano del progreso
tecnológico y de la medicina misma.
Dentro de este fascinante mundo donde todo está por
descubrirse, hay pocas personas que realmente son especialistas en la materia y
en tratar de identificar qué es el cerebro, el único órgano del cuerpo humano
que todavía no pudimos descifrar.
El español Rafael Yuste es uno de los neurocientíficos más
influyentes del mundo y especialista en el estudio del cerebro. Profesor de
Ciencias Biológicas y Neurociencia en la Universidad de Columbia, pasó por
Argentina convocado por las recientes actividades organizadas por Argentina
2030, el programa de prospectiva y largo plazo de la Jefatura de Gabinete de
Ministros de la Nación que dirige Iván Petrella.
La visita se dio en el marco del Ciclo de invitados
internacionales del Programa, que tiene como objetivo alimentar la discusión
pública y acercar ideas o perspectivas nuevas a funcionarios gubernamentales,
organizaciones sin fines de lucro, universidades y la ciudadanía en general.
Yuste es el ideólogo del proyecto BRAIN (Brain Research
Through Advancing Innovative Neurotechnologies),: la iniciativa científica más
ambiciosa de la administración de Obama y que continúa bajo el gobierno de
Trump para estudiar el cerebro con los mejores especialistas de todo el mundo.
Lanzado en 2013, el proyecto involucra a más de 500
laboratorios del planeta y pretende "mapear" el cerebro humano en
toda su dimensión, con un estudio detallado de las actividades neuronales para
descifrar su funcionamiento y brindar soluciones a las graves enfermedades que
lo aquejan. Específicamente, pretende desarrollar a largo plazo los métodos
ópticos y eléctricos para mapear y manipular la actividad de todas y cada una
de las neuronas del cerebro.
En una atrapante charla, Yuste pasó por los estudios de
Infobae TV y dialogó sobre la importancia de las neurociencias, cómo podemos
aprovechar la Inteligencia Artificial y qué son los nuevos neuroderechos que
propone establecer a nivel mundial junto con otros científicos.
¿Qué son las neurociencias?
Los médicos no podemos arreglar un problema si no sabemos
cómo funciona determinada cosa. Con el cerebro pasa lo mismo. La neurociencia
es la ciencia que intenta identificar cómo funciona el cerebro. No hemos tenido
muchas herramientas o métodos para estudiar a las neuronas y su funcionamiento
con mucho detalle. Y a raíz de ello, existen enfermedades como el Alzheimer,
Parkinson, demencia, autismo, y otras más que todavía no tienen cura.
Si el cerebro fuese una gran pantalla de TV, cada pixel
sería una neurona. Los neurólogos hemos intentado observar esta gran pantalla y
ver la película viendo a las neuronas de una en una. Es como si estuviésemos
viendo una película pixel por pixel. Así, no hemos podido ver el conjunto y el
funcionamiento total del cerebro.
Esto da pie al proyecto Brain que engloba a 500 laboratorios
de EEUU y el resto del mundo. Con un presupuesto total de 6000 millones de
dólares busca desarrollar métodos para observar cerebros, comprenderlos y
manipular circuitos neuronales para corregir los problemas que encontremos. Hoy
nNecesitamos nuevas técnicas para diagnosticar una actividad anormal en el
cerebro y poder tratarla y curarla
¿Qué es la inteligencia artificial?
Es el desarrollo de algoritmos de computación que están
basados en lo que pensamos que ocurre dentro del cerebro. Son redes neuronales
artificiales que aprenden y solucionan problemas que pueden ser computables.
Están basadas en un entendimiento primitivo de cómo funciona el cerebro.
Cuanto más sepamos del funcionamiento del cerebro, mejor van
a funcionar estas redes neuronales artificiales y viceversa, ya que nosotros
los neurobiólogos utilizamos estas redes neuronales artificiales para estudiar
en forma más abarcativa y amplia al cerebro.
Estos estudios van a cambiar el mundo. Yo comparo esta época
con la del Renacimiento. Hoy ya tenemos muchos métodos inteligentes y poderosos
para descifrar patrones cerebrales. El efecto que han tenido los teléfonos
móviles en nuestras vidas en los últimos 10 años es un ejemplo claro de esto.
Nos ha cambiado la vida en todo sentido.
¿Qué busca el proyecto BRAIN?
La humanidad siempre ha desarrollado técnicas nuevas, como
el fuego, la rueda, la máquina de vapor, la computadora, internet y demás.
Mediante el estudio profundo del cerebro podremos entender cómo razonamos. Qué
es un pensamiento, qué es la memoria y hasta dónde llega. Qué es una emoción.
Los humanos somos una especie mental. Y vamos a poder
entendernos y saber qué somos y cómo somos como especie. El proyecto Brain
tiene el apoyo del 95% del Congreso de EEUU, que anualmente aporta 500 millones
de dólares. Desde hace 6 años estamos trabajando en red y hemos logrado grandes
avances, como por ejemplo mapear el 80% de las neuronas del pez cebra.
¿Cómo nos va a ayudar la Inteligencia Artificial en esta
tarea?
Yo creo que el progreso de la IA nos hará más libres y
capaces. Cambiará el sistema educativo (mejoramiento de la capacidad de
aprendizaje), el legal (comprenderemos porqué una persona comete un delito),
por ejemplo.
También queremos proteger a la humanidad de estos avances
directos, para que no se cometan violaciones a derechos o actos ilegales al
manipular un cerebro. Nos reunimos 25 expertos de la medicina, bioética,
psicología, derecho, y otras disciplinas para trabajar en los derechos de
salvaguarda de las personas a futuro.
Y por ello propusimos añadir 5 nuevos derechos humanos sobre
la Declaración Universal de DDHH de Naciones Unidas, que llamamos
neuroderechos, los cuales servirán para proteger al ser humano del mal uso que
se pueden hacer al estudiar y manipular el cerebro humano.
¿Cuáles son esos 5 neuroderechos?
1- Derecho a la privacidad mental: La actividad de las
neuronas que son el soporte de tu pensamiento y mente no podrán ser sacados de
tu cerebro sin tu consentimiento y no se podrán utilizar en forma comercial. Tu
mente eres tú y la actividad de tus neuronas.
2- Derecho a la identidad personal: Cuando conectemos el
cerebro a una interfaz inteligente, es posible que tú dejes de ser tú en gran
parte. Cuanto más conectados a la red estemos, menos yo seremos.
3- Derecho al libre albedrío: Cuando una persona toma una
decisión, lo hace porque quiere. Pero si está conectado a través de lectores de
actividad cerebral a una computadora, puede que ésta sea la que tome la
decisión, o también alguien conectado a ella y que sea invasivo a tu cerebro.
4- Derecho al aumento de la neurocognición: La utilización
de algoritmos puede mejorar la actividad cerebral. Este aumento cognitivo no va
a ser barato ni accesible a todos. Por ello, proponemos que sea un derecho
humano con acceso equitativo y justo para toda la sociedad.
5- Derecho a la protección de sesgos: Esta conexión puede
generar discriminación entre sexos, razas o personas de otro pensamiento
político, por ejemplo.
Fuente: Infobae