La Secretaría de Salud decidió apelar. Para su titular,
Adolfo Rubinstein, estaban dadas las condiciones para tratar al menor en el
país.
"Acaban de aterrizar. Mañana -por este miércoles-
empiezan con los prequirúrgicos". Lo dice el abogado cordobés Carlos Nayi,
representante de Lautaro, un nene de dos años que, tras una resolución
judicial, será tratado en el Boston Children's Hospital de esa ciudad
estadounidense. "El paso final del tratamiento en Boston es una cirugía
cavo-pulmonar que reconstruirá el costado derecho del corazón de
Lautarito", sostiene Nayi.
Según explica, el fallo judicial que en primera y en segunda
instancia hizo lugar al recurso de amparo presentado por la mamá y el papá de
Lautaro es inédito. "Es la primera vez que se falla en favor de que el
Estado deba hacerse cargo del tratamiento en el exterior de un caso con la
patología que presenta este nene", describe el letrado. Y suma: "El
70% del tratamiento debió pagarlo el Estado nacional y el otro 30% debió
afrontarlo el Estado provincial: ya ambos cumplieron con el pago. Fueron
152.000 dólares destinados al tratamiento médico, y a eso se suman los gastos
de traslado y alojamiento de Lautaro y su familia".
Lautaro vive en la capital cordobesa. Su mamá es estudiante
de Enfermería y su papá trabaja en un taller de chapa y pintura. No tienen obra
social. "No los aceptan en ninguna por los costos que tiene el tratamiento
del nene, que es su único hijo", asegura Nayi. A través de campañas
solidarias que pedían donaciones a una cuenta del Banco Nación, y según
confirmó el abogado, se recaudaron 41.000 dólares. "Ese dinero ya está a
disposición del tribunal, que determinará su destino", cuenta el
representante judicial.
"Lo primero que harán con Lautaro serán los exámenes
prequirúrgicos. En una semana se pasará a la etapa de cateterismo, y el 22 de
noviembre está prevista la cirugía, que tiene un porcentaje de éxito del 98%,
incluso en casos de malformaciones congénitas como las de Lautaro",
sostiene Nayi. Si los tiempos se cumplen según lo previsto, el nene podría
volver a Córdoba hacia mediados de diciembre.
Ante la consulta de si esa misma cirugía podía hacerse en
Argentina, el abogado responde: "En Argentina podía hacerse pero era más
riesgoso. Se presentó ante la Justicia un informe conjunto del Hospital
Garrahan y el Hospital de Niños de Córdoba en el que se indica que la mejor
opción es la operación en Boston. Trabajan con robótica, están 20 años
adelantados".
"Un informe del Centro Coordinador del Programa
Nacional de Cardiopatías Congénitas (PNCC), que funciona en el Hospital
Garrahan y que contó con sus datos técnicos, sostiene que este nene no es un
buen candidato para una cirugía terapéutica. Ese informe se presentó ante la
Justicia. Las dos veces que se lo operó en el Garrahan se le hicieron cirugías
paliativas, y es lo que iba a hacerse una vez más en el hospital", explica
el secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, y agrega: "Es
probable que la familia, que por supuesto está intentado todo lo que le
proponen, vaya hasta Boston y el nene no pueda ser operado. O que le hagan la
misma cirugía paliativa que le iban a hacer acá".
Ante la consulta de si la cirugía prevista es la misma que
haría el Garrahan en su tercera intervención, el secretario responde: "No
tengo ese dato. Pero el informe presentado señala que no es un buen candidato y
eso se presentó ante la Justicia". Clarín tuvo acceso al informe del PNCC,
que sostiene que "las condiciones anatómicas indispensables para ser
candidato a corrección biventricular no estarían presentes en la anatomía
cardíaca del niño Lautaro".
"Este caso en el que se avala un amparo para cubrir un
tratamiento que, según el informe de los especialistas, no podrá hacerse es un
ejemplo de lo que nos está pasando. No sé cuál fue el proceso por el cuál se
terminó en un amparo al que un juez y una segunda instancia decidieron hacerle
lugar", suma el titular del área de Salud.
"La discusión ética que debe darse es si el Estado debe
solventar tratamientos en el exterior que se hacen en Argentina, e incluso
tratamientos que no se hacen. Se trata de una discusión que tiene que ver con
la equidad y con la justicia distributiva: no podemos financiar procedimientos
en cualquier parte del mundo con dinero del Estado argentino", afirma
Rubinstein.
Consultado sobre qué se le puede responder a una familia que
busca tratamiento de salud para alguno de sus integrantes, el funcionario dice:
"Desde ya que cada familia hace su máximo esfuerzo para que esa persona
sea tratada. Pero surge la disyuntiva entre las decisiones individuales y
colectivas ya que la función del área de Salud es proteger a la gente de manera
eficiente y con equidad y calidad".
Según informa Rubinstein, en 2018 se presentaron 305
recursos de amparo contra la secretaría que encabeza, y en lo que va de 2019 ya
son 469. "El total de los amparos presentados el año pasado equivale a 760
millones de pesos, de los que ya tuvieron que hacerse efectivos 140 millones.
Los 760 millones son equivalentes al presupuesto anual que destinan los
hospitales Garrahan y El Cruce a medicamentos", señala el funcionario.
"Lo que hay que hacer es eliminar la discrecionalidad
del Poder Judicial en decisiones médicas, y para eso nos parece que el mejor
dispositivo es la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias. El proyecto de ley ya está en el Senado, y ese organismo estaría
dedicado a definir de manera objetiva, explícita y transparente qué coberturas
se brindan y cuáles no. De esa decisión participarían financiadores -el Estado,
PAMI, las obras sociales-, asociaciones de pacientes y eticistas, entre
otros", describe Rubinstein. "Es un organismo que ya funciona en
países desarrollados y en varios de Latinoamérica. Estoy seguro de que va a
aprobarse y pronto", suma.
"Desde ya que cuando hay privación de un derecho hay
que accionar para que ese derecho se cumpla. Pero la discusión que hay que dar
es si el Estado puede solventar un tratamiento en el exterior y si eso no
implica inequidad", sostiene Rubinstein. Según Nayi, "el garante
máximo del derecho a la salud es el Estado".
Fuente: Clarín