Esta semana se lanzaron dos apps y hasta una prepaga ya
ofrece el servicio. Los expertos aseguran que no reemplazan el examen físico,
pero resuelven problemas de salud frecuentes.
Un dolor de cabeza, una picadura de insecto, una molestia
abdominal. Hasta el momento, si una persona tenía un problema de salud que no
requería urgencia y no deseaba perder tiempo en una guardia, las opciones eran
recurrir a un médico amigo o al Dr. Google. Pero ahora, de la mano del auge de
la mensajería instantánea y las videollamadas, surgen nuevos servicios de
consulta médica virtual.
En los últimos meses, se lanzaron al mercado argentino dos
plataformas (AhoraDoctor y DOC24) que ofrecen videoconsultas para que, a través
de la web o de una app, los pacientes accedan a una guardia médica las 24 horas
o a una entrevista con un especialista mediante un turno programado. Y hasta
una prepaga (Omint) ya tiene su propio servicio de médico online para resolver
problemas de salud frecuentes a través de la pantalla.
El sistema es simple y más o menos similar en todas las
plataformas: el usuario entra a la página web, se registra, ingresa información
básica sobre sus síntomas, responde un breve cuestionario sobre sus
antecedentes de salud y luego es atendido por un profesional médico a través de
una videollamada. El valor de la consulta varía de $ 99 a $ 900, según el especialista,
y se puede pagar online con tarjeta de crédito o, en algunos casos, es cubierto
por la prepaga u obra social.
“Nuestra idea no es reemplazar una consulta tradicional al
médico, nos focalizamos en la medicina preventiva. Atendemos consultas que no
requieren un examen físico presencial por parte del profesional”, le explicó a
PERFIL Guillermo Borel, CEO de AhoraDoctor, una de las apps lanzadas
recientemente, que ya cuenta con setenta profesionales.
“Somos una solución tecnológica que conecta pacientes con
los profesionales médicos”, sostuvo, por su parte, Pablo Utrera, uno de los
fundadores de DOC24, que trabaja con 250 profesionales. “El 70% de las
consultas que se atienden en la guardia son de baja complejidad. Eventualmente,
con un buen interrogatorio podrían ser resueltas con videollamadas”, agregó.
En el caso de Omint, el servicio se ofrece dentro de la web
de la prepaga. “El proyecto surge hace dos años, cuando empezamos a pensar cómo
canalizar la necesidad de nuestros socios de hacer consultas médicas rápidas y
de calidad por la web”, manifestó Jimena Piastrella, jefa de programas
especiales de Omint. Los motivos más frecuentes de consultas online que reciben
son por alergias, infecciones urinarias, tos y dolor de cabeza.
También el Hospital Italiano de Buenos Aires trabaja en una
solución similar. “Estamos probando una herramienta de videollamadas que
desarrollamos e incorporamos a nuestra historia clínica electrónica y al portal
personal de salud. Esto es muy importante, ya que sin la integración con
sistemas de información las consultas por videollamadas sólo le agregan imagen
a una consulta telefónica, y no tienen diferencia con consultar a través de
Skype”, explicó Fernando Plazzotta, coordinador del programa de telemedicina.
A pesar de que la herramienta mejora el acceso a la atención
médica y representa menores costos, no todos los profesionales de la salud
apoyan su uso. En una encuesta del portal médico Intramed entre cien
profesionales, el 73% manifestó no estar de acuerdo con las consultas médicas
online. Para la gran mayoría, socavan la relación médico-paciente al mediatizar
el acto médico.
En cambio, para María Vallese, médica online de Omint, la
opción de las videollamadas viene a formalizar otras vías informales de
comunicación entre médico y paciente que ya se dan en la práctica, como los
mensajes de WhatsApp. “Esta herramienta es una forma fácil y rápida de acceder
a un médico. Consultar a un profesional
por internet es una forma de estar bien asesorado porque no es lo mismo
que consultar a Google”, concluyó.
La protección de datos sanitarios, en la mira
El incremento de apps y wearables relacionados con la salud
genera inquietud sobre el nivel de protección de datos personales tan sensibles
como son los sanitarios. Un estudio del Grupo de Telemedicina y e-Salud de la
Universidad de Valladolid, España, encontró que la mayoría de las apps para la
salud que están disponibles en iOS o Android no ofrecen al usuario suficientes medidas
de seguridad. “El principal riesgo es que un intruso pueda hacerse con
información médica personal de otro individuo o, lo que es peor, la modifique”,
explicó Borja Martínez, autor del trabajo.
Existe una falta de legislación sobre las apps de salud por
parte de las administraciones sanitarias. En Argentina, la Ley 25.326 protege
los datos personales asentados en archivos, registros, bancos de datos u otros
medios técnicos. Además, las apps de consultas médicas online siguen las Normas
Hipaa Internacionales de seguridad informática en el ámbito de la salud.
Fuente: Perfil