Aspira a pactar valores de referencia para todo 2017; el
objetivo del instituto es obtener un descuento promedio de 30% en sus compras.
La industria farmacéutica negocia por estos días un convenio
que podría terminar de definir su suerte en todo 2017. Se trata del acuerdo que
cada año firma con el PAMI , responsable de cerca del 40% de todas las compras
de medicamentos del país. El convenio vence a fin de mes y hace ya semanas que
las partes se embarcaron en una negociación frenética, en la que están en juego
$ 30.000 millones, y por la que el PAMI espera poder terminar obteniendo un
descuento promedio en los precios del 30%, además de un mayor control de la
cobertura, sobre todo, de medicamentos de baja complejidad.
"Empezaron las negociaciones y prima la buena voluntad
para alcanzar un acuerdo", dijeron a LA NACION desde Cilfa, la cámara que
reúne a los laboratorios nacionales. "Estamos trabajando con el instituto
para alcanzar un convenio que contemple las necesidades de todas las partes. El
año que termina las empresas hicieron un esfuerzo extraordinario. Y, a pesar
del déficit, continuaron abasteciendo para atender a los afiliados",
dijeron de Caeme, la cámara de las multinacionales.
La realidad es que, esta vez, la industria estaría siendo
bastante más dura de lo que fue en 2016. La idea sería que PAMI, que en 2016
estaba destinando unos $ 1800 millones mensuales para la compra de
medicamentos, pase en 2017 a desembolsar entre $ 2500 millones y $ 2750
millones al mes, según confiaron las fuentes que participan de las
negociaciones.
"Así como estábamos no podíamos seguir. Había
laboratorios trabajando a pérdida y otros que estaban cambiando la plata",
justificó el director de un laboratorio extranjero líder, que pidió no ser
identificado.
Pero, coinciden fuentes de la industria, el nudo de la
negociación no estaría en el monto total acordado. La cifra de $ 2500 millones
sería, después de todo, resultado de aplicarle al presupuesto de 2016 la
inflación del año. Según las consultoras privadas, este año los precios habrán
aumentado en torno de 40%, mientras que el acuerdo contempla un ajuste del
orden del 39 por ciento.
Además, representaría para el instituto el desembolso de apenas
$ 200 millones más por mes de lo que gastaba en 2015, en la última gestión
kirchnerista. Con lo cual, así y todo, en 2017 habría un ajuste en términos
reales con respecto a lo que se gastaba en la administración anterior. Más aun
considerando que el convenio rige para todo 2017, año para el que se prevé un
aumento de precios del orden del 20 por ciento.
"Se está hablando de mejorar las condiciones con
respecto a este año. Igual el consumo valorizado es de $ 3600 millones, mucho
mayor a lo que terminaría pagando PAMI", aseguró, por su parte, una fuente
de otro laboratorio nacional.
La negociación estaría trabada en cambio por la intención
del PAMI de establecer precios de referencia para los productos que cubre a sus
afiliados, lo que habría generado resistencia sobre todo de laboratorios de
origen nacional.
El PAMI apunta a establecer valores promedio para
determinados medicamentos en función de los precios vigentes en el mercado. El
instituto cubriría así el costo de los remedios, pero podría no asumir la
totalidad del costo en aquellos que se alejen del rango promedio del mercado.
Esto afectaría sobre todo a la industria farmacéutica nacional, que en gran
medida se encarga de la producción de medicamentos de baja complejidad, muchos
de los cuales tienen mayor competencia en el mercado.
"La cobertura 100% de las drogas sigue, pero se va a
poner más énfasis en precios", confirmaron a LA NACION fuentes del PAMI,
que insistieron en que, sin embargo, "el convenio todavía no está
firmado".
El PAMI habría cedido por su parte al pedido de los
laboratorios de que en 2017 la cobertura sea de tipo prestacional y no por
cápita, como en 2016. En otras palabras, el instituto financiará a los
afiliados en función de las necesidades y no de acuerdo a un cupo de fondos
definido por persona, que puede o no agotarse según el caso.
Además, el PAMI habría aceptado dejar abierto el convenio a
la incorporación de nuevos medicamentos que puedan surgir durante el año por
los avances de la tecnología.
Fuente: La Nación