Habían pasado más de 15 años desde la última encuesta
específica sobre discapacidad en el país. Y, ayer, el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (Indec) publicó los resultados preliminares de un estudio
nacional que reveló que uno de cada diez argentinos tiene algún tipo de discapacidad,
y que, entre otros datos, estas dificultades se presentan más en las mujeres
que en los hombres a medida que se incrementa la edad.
El denominado Estudio Nacional sobre el Perfil de las
Personas con Discapacidad incluye en este 10,2% a la población que tiene alguna
dificultad para ver, oír, agarrar y levantar objetos con las manos o los
brazos, caminar, subir escaleras, bañarse, vestirse, comer solo, comunicarse,
aprender cosas, recordar, concentrarse o controlar su comportamiento. En el
caso de los niños, a la dificultad para jugar con otros de su edad. Esta
categoría también incluye a las personas que usan audífono y a quienes tienen
certificado de discapacidad vigente, hayan respondido o no tener alguna
dificultad.
Se trata de unas 3.571.983 personas en todo el país. Para
María Cecilia Rodríguez Gauna, directora de Estadísticas Poblacionales del
Indec, no se puede concluir que la cifra disminuyó respecto del censo de 2010,
porque no son comparables como herramienta de medición (el censo realiza una
pregunta y la encuesta, 16), y porque se presume que en 2010 hubo una
sobrestimación de la población con problemas visuales que prácticamente incluyó
a muchos individuos solo por usar anteojos. Ese error se corrigió en esta
encuesta, que para la directora tuvo resultados completamente previsibles.
La última encuesta específica sobre discapacidad se había
hecho en 2002, de forma complementaria al censo de 2001. Los datos más
recientes disponibles a nivel nacional eran los del censo 2010. En ese
entonces, se registró que el 12,9% de las personas que habitaban en viviendas
particulares presentaban algún tipo de dificultad o limitación permanente.
Para el nuevo estudio, se visitaron unas 41.000 viviendas
particulares en localidades urbanas de más de 5000 habitantes de todo el país y
se indagó acerca de la cobertura de salud, previsión social, características
educativas y laborales, situación conyugal, tenencia de certificado de
discapacidad, edad y origen de la dificultad y condiciones habitacionales del
hogar que conforma, entre otros datos.
Así se reveló, por ejemplo, que en uno de cada cuatro
hogares hay una persona con discapacidad. Mientras que en la Patagonia la
relación desciende a uno de cada cinco hogares, en la región de Cuyo asciende a
uno de cada tres. "Se presume que significa que en Cuyo hay más gente con
dificultad viviendo sola -explica Rodríguez Gauna-. Y hay mayormente más
mujeres mayores de edad viviendo solas, que generan un hogar con una persona
con dificultad".
Prevalencia en las mujeres
La discapacidad se presenta más en las mujeres: si la
población general está compuesta por un 51, 5% de mujeres y 48,5% de varones,
en la población con dificultad hay un 54,5% de mujeres por sobre el 45,5% de
varones. En especial, las mujeres presentan más dificultades que los hombres a
partir de los 80 años, cuando se alcanza una diferencia de 10 puntos
porcentuales entre ambos sexos. Para Rodríguez Gauna, esto se explica porque la
población con discapacidad tiene mucha relación con el envejecimiento demográfico.
"Es totalmente esperable. Hay una sobremortalidad masculina. Las mujeres
son las que sobreviven más, y lo hacen con discapacidad".
En cuanto al tipo de discapacidad, entre la población con
solo una dificultad (que es el 59% del grupo) prevalece la motora (42,7%),
seguida por la visual (23,3%), la auditiva (18,6%) y la mental-cognitiva
(12,7%). Las dificultades del habla y la comunicación y del cuidado de sí mismo
son las menos prevalentes.
Para Javier Speroni, miembro de la Asociación de Síndrome de
Down de la República Argentina, es significativo que haya cifras sobre
discapacidad. "Más allá de la condición, son personas que tienen derechos
humanos. Si no hay números, no puede haber políticas que los protejan",
dice. Asdra forma parte del colectivo Grupo Artículo 24 Por la Educación
Inclusiva, una coalición de organizaciones que lucha para que se cumpla el
artículo de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad,
que ha llevado a la Corte Suprema de Justicia su reclamo.
El estudio reveló además que el 60% de la población con
discapacidad no tiene el certificado que le garantiza el pase libre en el
transporte público, la cobertura integral de medicación y salud, y muchas otras
prestaciones. A su vez, mostró que solo tres de cada diez lo tienen vigente y
que, dentro de quienes lo tienen al día, un 10% no lo usa.
Consultada sobre los números de la Argentina respecto de
otros países, Rodríguez Gauna dice que el país esté encuadrado en los
estándares internacionales. El Informe Mundial de Discapacidad de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), de 2011, indicó que en 59 países
analizados la tasa media de prevalencia en la población adulta con discapacidad
ascendió al 15,6% y osciló entre el 11,8% en los países de ingreso alto y el 18%
en los de ingreso bajo. De acuerdo con la última medición, la Argentina está en
el orden del 10%.
María Josefina Macías, coordinadora de Acceso Ya, una ONG
que trabaja para que se eliminen las barreras arquitectónicas que limitan la
accesibilidad de las personas con movilidad reducida, dijo: "Anhelamos que
los porcentajes actuales de las personas con discapacidad en la Argentina
generen conciencia en la población para respetar los derechos de las personas
con discapacidad, porque todos debemos cooperar para lograr una sociedad justa
e inclusiva".
La vicepresidenta Gabriela Michetti también se pronunció al
respecto: "Esta información es fundamental a la hora de llevar adelante
políticas de Estado específicas, según cada necesidad".
Fuente: La Nación