Se votó por unanimidad, luego del fuerte rechazo y las
protestas desde la semana pasada.
El Gobierno de la Ciudad confirmó el miércoles que daría
marcha atrás con la nueva ley que regula la actividad de médicos residentes y
concurrentes. Y la Legislatura confirmó la anulación este jueves, cerca de las
13. Fue por unanimidad, es decir, con el voto de los 58 legisladores presentes
en el recinto.
La norma había generado un amplio rechazo de distintos
sectores de la Salud, por considerar que precariza aún más sus condiciones
laborales. Los médicos, que están de paro, realizaron desde esta mañana una
vigilia frente al palacio legislativo porteño, en Perú y Diagonal Sur. Ahora,
se espera que termine la medida de fuerza y las manifestaciones, que habían
comenzaron la semana pasada.
“Se decidió no avanzar con esta ley hasta tanto se generen
los consensos de todos los actores involucrados, especialmente los residentes y
concurrentes”, indicaron desde el Ministerio de Salud porteño. El lunes, la
ministra Ana María Bou Pérez había recibido en su despacho a los residentes y
concurrentes, pero les había ofrecido la opción de reglamentar la ley en lugar
de vetarla, como pedían los médicos.
Aunque la ley nunca se había promulgado ni reglamentado, el
que ingresó hoy a la Legislatura fue un proyecto para dejarla sin efecto antes
de que comenzar a regir.
“Sin residentes no hay hospital”, “Veto o paro”, “El fuego
sagrado no paga las cuentas”, “Los residentes somos médicos recibidos”. Con
esas y otras consignas escritas sobre decenas de carteles de cartulinas de
colores, residentes y concurrentes se habían concentrado el miércoles desde las
11 en la puerta de la sede del Gobierno porteño en Parque Patricios. Y la
manifestación continuó esta mañana, con las mismas consignas frente a la
Legislatura.
“No vamos a levantar el paro hasta que se suspenda la ley.
Logramos un compromiso escrito del Ejecutivo para que el Legislativo suspenda
esta ley y se haga una nueva con el conjunto de los trabajadores de las
residencias y concurrencias. Eso es lo que nos dicen”, contó Emilio Borlenghi,
residente del hospital Rocca y delegado por la Facultad de Medicina de la
Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD-UBA).
El régimen votado el jueves, que regula la actividad de
médicos residentes y concurrentes que se desempeñan en el sistema de salud
porteño, había conseguido la aprobación de la Legislatura en una sesión
caldeada, que incluyó gritos e insultos dentro del recinto, desmanes en la
puerta del Palacio y la utilización de gas pimienta por parte de las fuerzas de
seguridad para dispersar a los manifestantes.
“Nos querían sacar de una ordenanza que era vieja, pero que
al menos ataba nuestra propuesta salarial anual a la de la Asociación de
Médicos Municipales de la Ciudad y a la de la Federación de Profesionales.
Establecía una negociación aparte, que podría ir en desmedro de nuestro
sueldo“, explicó Borlenghi. También criticó que se fijen 64 horas semanales de
trabajo y no se las divida en cargas diarias, “porque entonces pueden
convertirse fácilmente en guardias“.
Entre las diferencias de régimen entre residentes y
concurrentes, se destaca el hecho de que estos últimos no reciben paga, pueden
cumplir uno o dos años más de servicio que los residentes y, en la práctica,
muchas veces no les dan ni siquiera almuerzo. Son los postulantes que no
pudieron acceder a una residencia -cuyas vacantes suelen ser escasas- y
entonces optaron por una concurrencia de acuerdo a los lugares disponibles y al
orden de mérito del concurso de residencias.
Los reclamos por las malas condiciones de trabajo y el
incumplimiento de las restricciones horarias y otros puntos de la ley anulada
viene de larga data, con paros, movilizaciones y concentraciones de
trabajadores tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en las provincias.
Fuente: Clarín