La medicina está cambiando, en parte por la mayor
disponibilidad de datos de salud individuales, junto con las técnicas de
análisis conocidas como “big data”. Este mayor nivel de información permitirá
el avance de la medicina de precisión, con cuidados y tratamientos más
personalizados. Cada vez más empoderado, el paciente requerirá acceso y control
sobre su información, acorde a sus necesidades. Otro gran cambio será la
descentralización de servicios alentada por las tecnologías móviles, la
telemedicina, algoritmos de inteligencia artificial, la impresión 3D y los
biosensores. A pesar de que las herramientas digitales han sido usadas en
emergencias de salud pasadas, la pandemia de COVID-19 ha sido un catalizador
universal para la transformación digital tanto de prestadores como consumidores
de servicios de salud a nivel mundial.
El paciente como protagonista de su cuidado
El paradigma en medicina está cambiando. Este cambio pone al
paciente en el centro, y lo supone comprometido y protagonista de su cuidado.
Las herramientas informáticas de telemedicina contribuyen a este empoderamiento
del paciente, responden a su necesidad de información y lo transforman en un
agente activo de su cuidado. A su vez, estas herramientas facilitan la
retroalimentación, la creación de redes y la optimización de recursos.
La importancia de la Historia Clínica Electrónica
Una de las principales fuentes de información de estas
herramientas es la Historia Clínica Electrónica (HCE). En la región, el
Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA) desarrolló un Sistema de Información
de Salud (SIS) que cuenta con una HCE en línea, única, modular, orientada a la
resolución de problemas y centrada en el paciente. El HIBA ha sido
recientemente certificado por HIMSS (Healthcare Information and Management
Systems Society, por sus siglas en inglés) como nivel 7, máximo nivel en el
Modelo de Adopción de Registros Médicos Electrónicos, siendo el primer hospital
en Argentina y el segundo en América Latina en llegar a ese nivel.
Además, esta institución cuenta con un Portal Personal de
Salud que brinda información personalizada sobre la salud del usuario (informes
de exámenes, autogestión de turnos, noticias, entre otros) y funciona en
interfase directa con la Historia Clínica Electrónica; en donde se establece un
canal seguro de audio y video para los servicios de telemedicina. Actualmente
la Institución se encuentra desarrollando portales comunitarios que pondrán en
contacto entre sí a usuarios con las mismas patologías.
La medicina a medida del paciente
Probablemente el impacto más significativo de las nuevas
herramientas se dará en el campo de la medicina de precisión. Esta considera la
variabilidadgenética individual, el entorno y los estilos de vida de cada
persona además de información obtenida de los dispositivos de captura móviles y
biosensores. El estudio preciso de los
factores que influyen en la salud permitirá diagnósticos más certeros,
estrategias más racionales de prevención de enfermedades, una mejor selección
del tratamiento y el desarrollo de nuevas terapias.
La medicina “a la medida del paciente” supone el viraje de
un modelo descriptivo a un modelo predictivo de enfermedad y del riesgo. Para
implementarla, será necesaria la inclusión de información como antecedentes
familiares, socioeconómicos, ambientales, conductuales y de estilo de vida.
El propio paciente será quien genere gran cantidad de
información mediante el uso de tecnología móvil, biosensores y herramientas de
automonitoreo que permitirán el seguimiento y registro de estos datos. El uso
de las tecnologías móviles también permitiría la captura de una gran cantidad de
datos al lado de la cama del paciente (“bedside”) como por ejemplo fotografías
de lesiones.
Hacia la descentralización de servicios de salud
Otro cambio que permitirán las nuevas tecnologías será la
mayor descentralización de los servicios. Mediante el sistema actual, se ofrecen servicios de alto costo centralizados
y supervisados por grandes y complejas instituciones. En cambio, el modelo de
economía compartida llevará a los profesionales especializados a su entorno más
cercano, superando obstáculos de acceso al cuidado de la salud, brindando una
atención de calidad. Por ejemplo, el programa ECHO permite la atención
descentralizada de pacientes con patologías complejas por parte de
profesionales trabajando en red entre sí y con centros académicos docentes,
presentando resultados tan buenos como los logrados en el centro de referencia.
El Hospital Italiano de Buenos Aires brinda la infraestructura y el soporte
técnico para estos proyectos de telementoring en donde especialistas en
Hepatología capacitan a profesionales de todo el país en Hepatitis y la
enfermedad del Hígado Graso no alcohólico (NASH).
¿Cómo manejar los datos de salud?
Es de esperar que las fuentes de información se
multipliquen, lo que hará necesaria una infraestructura que aumente la capacidad
de almacenamiento y gestión de datos. Será vital identificar la información que
sea realmente necesaria, de calidad, correcta y útil para la toma de
decisiones. Para lograr esto existen actualmente, y en continuo desarrollo,
diversas herramientas de “big data”, minería de datos y sistemas de
inteligencia artificial capaces de sintetizar y priorizar información. Sumado a
ello, las herramientas de usabilidad permiten que tanto profesionales de la
salud como pacientes puedan tener una visualización y manejo adecuado de la
información.
La seguridad de los datos
Mantener la seguridad de la información de cada paciente es
fundamental, así como priorizar el uso
adecuado y el balance accesibilidad/seguridad y confidencialidad. Para esto, es
necesaria la adopción de consentimientos informados, que sean formulados por
equipos médicos multidisciplinarios, y que salvaguarden la privacidad del
individuo. Además, se deberán extremar los recaudos para que las mismas no se
utilicen como un elemento para discriminar al individuo en función de sus
datos.
Los desafíos que plantea la evolución tecnológica
No cabe duda de que el futuro es prometedor y que se acercan
importantes avances que mejorarán la interacción entre médico y paciente. Pero
este progreso traerá consigo varios interrogantes y cuestiones éticas por
resolver. Puntualmente, se requiere un equilibrio entre la innovación y las
demandas de los consumidores, por un lado, y los marcos regulatorios y de
calidad por el otro. Los esfuerzos deberán dirigirse a traspasar las barreras
organizacionales (rediseño de procesos clínicos), económicas (formas de pago y
reconocimiento a los profesionales involucrados), y legales (determinación de
responsabilidad, de acuerdo con la normativa de cada país), ya que son estos
aspectos los que actualmente limitan su implementación y no tanto los
tecnológicos, lo cual quedó evidenciado en la reciente aceleración en la
trasformación digital desarrollada como respuesta a la pandemia.
Fuente: Blog Gente Saludable del BID (Autor: Dr. Daniel Luna: Jefe del Departamento de Informática en Salud del Hospital
Italiano de Buenos Aires, Argentina. Master en Ingeniería de Sistemas de
Información (UTN) y Doctor en Ingeniería Informática (ITBA). Profesor Titular
de Informática Médica en el Instituto Universitario Hospital Italiano y el
CEMIC. Codirector de la Maestría y la Residencia de Informática en Salud del
Instituto Universitario Hospital Italiano)